“Fajardo no es nada en política”: Armando Benedetti

SEMANA: ¿Cómo se ha sentido en el petrismo?

Armando Benedetti: Estoy contento. Me había aburrido de la política, pero le volví a coger cariño otra vez. Cuando llegué, muchas personas creyeron que yo podría organizar la campaña presidencial de Gustavo Petro, y creo que esa será mi principal función. Algunos dicen que di un giro y eso no es así. Si hay alguien con el que he coincidido es con Petro. No podrán encontrar un trino mío en contra de él.

SEMANA: ¿Todas sus declaraciones, algunas de ellas polémicas, las hace a nombre propio o de Petro?

A.B.: Desde que tengo 16 años me prometí que no iba a tener jefe. Y ahora a los 53 no creo que esté buscando jefe. Por eso, no tengo que pedirle permiso a Petro para decir absolutamente nada. Otra cosa es que él mañana me diga: “Oiga, usted por qué dijo esto”. Eso es posible.

SEMANA: ¿Y hasta ahora le ha dicho que se le fueron las luces en algún comentario?

A.B.: No, solamente me hizo un comentario cariñoso y hasta tierno por algo que ocurrió. En SEMANA estaba discutiendo con Alberto Bernal, le llevaba como 10-0 en un partido, y él me dijo que me nombraría ministro de Hacienda de Petro. Yo, para mamarle gallo, le respondí que me nombrarían ministro de expropiación para joder a Luis Carlos Sarmiento. Eso fue un chiste. Pero Petro me dijo: “Hombre, eso no hay que decirlo, porque con eso siempre me han inventado cuentos”.

SEMANA: ¿Usted ya tiene el visto bueno de Petro para ser candidato a la alcaldía de Bogotá?

A.B.: Esa es otra vaina que me clavaron. Cuando llegué a la Colombia Humana, me dijeron oportunista; después, que iba a ser el vicepresidente de Petro, que iba para la alcaldía de Barranquilla; luego, que para la alcaldía de Bogotá. Eso no está en mis planes ni ambiciones por ahora. Mi problema ahora es 2022.

SEMANA: ¿Pero competir por la alcaldía de Bogotá no le gustaría?

A.B.: Claro que me gustaría. Una vez pelao pensé que podía ser alcalde, pero nunca se me ha pasado por la cabeza hacer política para eso. Primero miremos si Petro es presidente o no.

SEMANA: ¿Regresará al Senado?

A.B.: Si voy a organizar la campaña de Petro a la presidencia, no podría estar en la lista al Congreso.

SEMANA: ¿Por qué es tan difícil que Petro y Fajardo estén juntos en una coalición?

A.B.: Por Fajardo, él no es nada, la izquierda dice que no es de izquierda y la derecha que no es de derecha. Según información de las encuestas, se está moviendo en la centroderecha para sorpresa de la derecha. Por eso, allá salieron corriendo a buscar a Tomás Uribe para aglutinar al partido, porque están bastante reventados. Fajardo siempre ha estado en el centro, pero lo movieron a la centroderecha. Allá en los verdes, supuestamente en el partido de los bonitos, se la pasan todo el día hablando de cómo escoger al candidato y todos dan por sentado que es el señor Fajardo. Lo único que se están disputando es la migaja de ser su vicepresidente. Llevamos casi un año y medio donde se sientan los mismos, y allá lo que hay es mucho general y poca tropa, mientras que acá hay mucha tropa y poco general. Allá todo se hace con base en Fajardo y él se va a diluir.

SEMANA: Pero usted dice que en los verdes todo gira alrededor de Fajardo, pero él no forma parte de ese partido…

A.B.: Cuando digo los verdes, es el centro de los tibios. Ya sabemos que el centro no existe, solamente es una estrategia de campaña, y de eso es que hablan los bonitos de la política.

SEMANA: ¿Quiénes son los bonitos de la política?

A.B.: Son los Galán, Angélica Lozano, Claudia López, Antanas Mockus… Es una parodia, un símil, una semejanza, son los que supuestamente mejor hacen política.

SEMANA: ¿Usted cómo describe a Fajardo?

A.B.: Es un tipo que tiene carisma. En la recta final aparece recién bañado, y, cuando empieza la carrera, se va diluyendo y se vuelve humo. En 2017 iba muy bien en las encuestas y llegamos a 2018 y desapareció. ¿Por qué? Porque la izquierda sabe que no es de izquierda, y la derecha sabe que no es de derecha. ¿Por qué le está yendo bien ahora? Porque la derecha no tiene candidato.

SEMANA: ¿Por qué cree que Fajardo no será presidente?

A.B.: Porque él no es nada en política.

SEMANA: ¿Está descartada una alianza entre la izquierda de Petro y la otra coalición de la centroizquierda?

A.B.: Habrá unión, pero cuando entre ellos mismos se derroten y se den cuenta de su realidad. Petro ha lanzado siempre puentes de comunicación para ver cómo se hace una consulta, con las reglas que ellos quieren, y ellos enseguida contestan que no.

SEMANA: ¿Es decir que en una segunda vuelta se enfrentarían Petro y el candidato de la derecha y la centroderecha, y que ahí sí la centroizquierda los apoyaría a ustedes?

A.B.: No habrá unidad hasta que un bando no tome una ventaja lejana frente al otro. Petro sigue subiendo de forma exponencial, y, cuando se den cuenta de que la distancia es de dos a uno, no podrán irse a la derecha. Aquí los esperaremos sin ningún resentimiento y sin reprocharles todo lo que han dicho. Del Partido Liberal, sé que hay cuatro o cinco que quieren estar acá, y de los verdes, la mitad.

SEMANA: De uno a cinco, ¿con cuánto califica la gestión de Claudia López?

A.B.: Con uno, y no es por soberbia. A algunos se les olvida lo que pasó el 9 de septiembre, eso fue gravísimo. O se rompió la Constitución ese día y a Claudia López no le pararon bolas, lo cual es malo, porque no supo liderar la ciudad; o al revés: sí le pararon bolas y ella es la responsable. La ciudad estuvo al garete durante seis horas. A partir de ahí, la alcaldesa parece que se quedó corta. Recuerden que salió con unas velitas y le echó la culpa a Duque. Frente a la pandemia, todo el mundo decía: “Ojo, que diciembre será un problema”, y la señora estaba en Costa Rica. No es tan importante dónde estaba, pero ella no sabía lo que vendría.

SEMANA: ¿Usted empezó a criticar a Claudia López como parte de su estrategia para llegar a la alcaldía de Bogotá?

A.B.: No. A mí me están buscando muchos puestos. Recuerden que fui concejal de Bogotá, representante a la Cámara por la capital del país, es decir, conozco al Distrito como la palma de mi mano.

SEMANA: ¿Petro fue mejor alcalde que Claudia López?

A.B.: De lejos. A quien no le gustó el gobierno de Petro fue a los señores piratas del servicio público de la basura, a los empresarios de TransMilenio, pero, si usted va a Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Usme, la gente vive agradecidísima.

SEMANA: Parece que nadie quiere a Roy Barreras. ¿Petro lo recibirá en la Colombia Humana?

A.B.: Si me lo ponen así, yo voy y lo adopto. Yo creo que él va a terminar aquí. Tengo entendido que él se la lleva mal con Angélica Lozano, que le hacen bastante el feo por allá. Yo no sé qué hace allá, pero él está jugando a ser vicepresidente. Si revisan, todos esos que salen todos los días de candidatos están jugando es a la vicepresidencia: Federico Gutiérrez, Álex Char, Roy Barreras y Juan Manuel Galán.

SEMANA: ¿Qué cree que debe corregir la Colombia Humana?

A.B.: Organizarnos. Más que desorden, lo que veo es que hay muchas personas que hacen las mismas funciones. Eso es lo que aspiro a organizar. Veo que hay desorganización por varios factores: Petro es muy tímido, no es desconfiado, pero sí precavido. Además, a la Colombia Humana no la dejaron ser un partido, nosotros estamos sin recursos, no nos dan la plata que les dan a otros partidos. Entonces, la desorganización es mayor para buscar sede, para crear cuadros por zonas y por provincias. No es fácil.

SEMANA: De uno a cinco, ¿cómo califica al Gobierno de Duque?

A.B.: Empezaría hablando de los ministros. Son bastante raros, les ha faltado liderazgo, conocimiento sobre el tema, desenvolvimiento. Ahí es donde empieza a trastocarse el Gobierno de Duque. Entonces uno le pone un 3,5.

SEMANA: Pero lo califica mejor que a Claudia López...

A.B.: Él ha tenido algunos aciertos, él al menos ha tenido la buena intención de hacer las cosas, pero es que lo de Claudia López es increíble, díganme un solo éxito para ver si los acompaño...

SEMANA: ¿A qué ministros del Gobierno dejaría y a cuáles sacaría?

A.B.: Dejaría a los ministros del Interior, Vivienda, Transporte y Comunicaciones. A los demás los mandaría a la hoguera.