NACIÓN
Fallecimiento de Piedad Córdoba: lo que hubo detrás de la cercanía de la senadora con Hugo Chávez
Fue una larga y firme amistad lo que finalmente apalancó un intercambio humanitario para la liberación de secuestrados de las Farc, además de presuntos negocios con el testaferro Álex Saab, que siguen siendo investigados por parte de las autoridades.
Un clic que se produjo de manera fortuita en un encuentro de la red de intelectuales del mundo, en Caracas. Así empezó la relación entre Piedad Córdoba y Hugo Chávez, la cual se fue afianzando y permitió acercamientos para intercambio humanitario de secuestrados de las Farc en la que los dos personajes mediaron.
Después, esa cercanía tan estrecha de la fallecida congresista del Pacto Histórico, con Venezuela, también dio para otros asuntos, relacionados con presuntos negocios de Córdoba, en los que se habrían movido millonarios recursos, principalmente con Álex Saab, el señalado testaferro de Nicolás Maduro.
Ella misma, en entrevistas concedidas en su momento, contó que luego de esa participación en el encuentro de intelectuales en Caracas, hizo una pregunta al presidente en el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno venezolano, ante lo cual Chávez alzó la mirada y dijo: “Aquí está Piedad Córdoba, la colombiana”.
La controvertida política habría visto así la oportunidad de hablarle a Chávez, lo que por supuesto hizo. Le mencionó que ella misma había sido también secuestrada, por lo que pidió ayuda para que el mandatario venezolano mediara en las liberaciones. Para entonces, según contó en su oportunidad, ella tenía en la cabeza que Chávez era muy cercano a las Farc.
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El proceso de mediación de los dos empezó. Había viajes a distintos escenarios en los que se intentaban las negociaciones para el intercambio humanitario de secuestrados y guerrilleros encarcelados. Luego, se fue consolidando una larga amistad que llegó a ser tan fuerte que, inclusive, muchas veces fue confundida con otros sentimientos.
Y no era para menos. La identificación de ideales pareció generalizada, en particular en el discurso que manejaron sobre la paz y sobre Bolívar (Simón). La afinidad llegó al punto de que, al morir Chávez, Córdoba lo catalogó como “una semilla para nuevas democracias”. Tiempo después, hubo momentos en los que la senadora se autodenominó “hija de Chávez”.
En diversas oportunidades, analistas y políticos se referían a la relación de Chávez y Córdoba y a su poderosa influencia en la guerrilla. Principalmente, en lo que respecta al papel que ambos jugaron en liberaciones en Colombia. Se recuerda el caso de Clara Rojas, que había permanecido secuestrada con Ingrid Betancourt y fue una de las canjeables. Activa impulsora de la tarea de sacar del cautiverio a líderes políticos y uniformados, también tuvo que ver con la libertad del exgobernador del Meta Alan Jara y el exdiputado del Valle Sigifredo López, entre otros.
Más de sus nexos con el Gobierno Venezolano
Pero la relación de la senadora con Venezuela también fue tormentosa. En 2015 una primera investigación la conectó con los nombres de los empresarios Álvaro Pulido y Álex Saab, que hacían parte de un esquema que cometió muchos presuntos actos ilícitos para lograr acceso a dólares preferenciales en Venezuela. Por esos negocios, presuntamente habría recibido millonarias coimas. Testigos que han participado en el proceso de investigación alrededor de la senadora, llegaron a mencionar pagos realizados para que intercediera por algunos empresarios ante el gobierno de Hugo Chávez a través de la Comisión Nacional de Administración de Divisas (Cadivi).
Después de su muerte, seguramente, las investigaciones seguirán para –definitivamente– develar la verdad.