Nación
Falleció Juan Bernardo Mejía, joven que quedó en estado vegetativo después de ser golpeado en una discoteca de Ibagué
El joven terminó involucrado en una riña cuando departía en una discoteca el 25 de octubre del 2014.
Murió Juan Bernardo Mejía Flomin, un joven que fue brutalmente golpeado en una discoteca el 25 de octubre del 2014. En aquel entonces, dos hombres se le fueron encima, propinándole varios golpes con ladrillos y palos de escoba, dejándole el cráneo fracturado.
De acuerdo con los médicos que siguieron su caso, parte del cerebro del joven chef tuvo que ser extirpado, dejándolo en estado vegetativo.
Luego de 9 años, su familia confirmó su muerte a través de redes sociales. “He intentado escribirte tres veces y no puedo arrancar, quiero darte las gracias por la felicidad que nos diste desde que llegaste a nuestras vidas, tuvimos una vida muy difícil que nos permitió conocer a Jesús y también entender el gran propósito de vida que te encomendó Dios junto a mi mamá”, escribió en Facebook, Carré Mejía Flomin, hermano de Juan Bernardo.
Carré continuó su relato: “Recuerdo que cada mes mi mamá me contaba que por cada paciente que llegaba, uno partía y poco a poco fuiste el paciente que más tiempo duró en esa clínica, llegaba gente de tu edad y con condiciones parecidas y no duraban, pero tú resistías y resistías, tal vez tú al ver el compromiso de mi mamá y no quererla hacer sufrir con tu partida diste la batalla más grande que he visto en mi vida, fueron 9 años que se dicen muy rápido, pero lograron impactar a mucha gente, muchas familias, hasta gente de otros países que escriben aún enviándoles sus oraciones y mucha fuerza, ustedes son unos guerreros de verdad”, expresó.
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Manifestó que su partida los deja muy tristes, “pero gozosos al ver hacia arriba porque ya alcanzaste la meta más importante por la que vinimos a esta vida, ganar la carrera para ser salvos. Hoy estás cara a cara con Jesús y solo pensar en eso me pone muy muy feliz. Eres libre, puedes hablar y moverte, cantar y alabar a Dios y eso no se compara con nada de lo que pueda haber en esta tierra”.
En sus sentidas palabras, no dudó en reiterar cuánto ama a su hermano, Juan Bernardo. “Gracias, Juanito, te amo y siempre te llevaré en mí, gracias por tanto, ojalá yo pueda siquiera igualar todo lo que hiciste en una cama; trabajar para el Señor tan exitosamente como lo hiciste con mi mamá compartiendo y ganando almas para Él”.
Igualmente, publicó una foto de su hermano y su madre, un año antes de la tragedia. “En ese tiempo no existían filtros que quitaran arrugas y puedo ver a mi mamá joven, con su piel de porcelana y ojos azul cielo, que nos sirven de referencia para ver todo lo que dio por ti, mucha gente ve a mi mamá y le dice: ‘Ay, Hilda, te envejeciste’ y muchas veces me dijo que no quería botox ni nada, entendí finalmente que cada arruguita es la marca y recuerdo de cada batalla diaria, de cada desafío que vivían a diario, de clínica en clinica y laboratorios”, contó.
“Gracias, mami, gracias por darlo todo por Juanito y nosotros. No te imaginas cómo te admiro, no tienes idea, no vi nunca a nadie hacer lo que tú hiciste. Te amo”.
También le agradeció a su esposa que estuvo pendiente de su madre todos los días. “Gracias a Meli por su paciencia y a las nietas Juanita y Emi que se perdieron de una abuelita espectacular por muchos años. Le pido a Dios que les deje recuperar ese tiempo juntas. Ellas deben aprender mucho de ti, má. Pá, gracias por todo”.
Igualmente, le agradeció a todo el personal médico. “A cada uno de los enfermeros, ambulancias, al Dr. Lara; a los periodistas, sin ustedes el caso de mi hermano sería peor. A mis jefes y compañeros del banco que me han apoyado tanto cuando lo necesité y lo siguen haciendo. Mil gracias y que Dios los bendiga. Gracias a tanta gente que nos apoya y ayuda a diario; gracias a mi tío Daniel por su ayuda incondicional”, agradeció.
Finalmente, expresó: “Gracias a Dios, en el nombre de Jesús, porque cada vez que fuimos más débiles y vulnerables, fortaleciste nuestra fe en ti. Te amamos, alabado sea El Gran Yo Soy. El Dios de Israel, Yireh, porque fuiste y eres nuestro proveedor y solo por ti es que pudimos aguantar económicamente esto. En el nombre de Jesús”.
En cuanto a los responsables de este terrible hecho, se conoce que los primos, César y Mario Troncoso, fueron judicializados. El primero recibió una pena de 7 años de prisión domiciliaria, mientras que Mario fue condenado a menos de cuatro años de cárcel.
Sin embargo, la familia indicó que se les procesó por el delito de lesiones personales y no por tentativa de homicidio. Por ahora, se conoce que Mario Troncoso no ha cumplido la pena, se encuentra prófugo y tiene una orden de captura vigente.
“Agradecemos el interés de todos por acompañar a Juanito, lamentablemente desde ayer (sábado 8 de julio), la Fiscalía intervino y tuvo que llevarlo a Medicina Legal para profundizar en las causas no naturales de su muerte. Gracias por su comprensión y cariño. Apenas tengamos información, la compartiremos”, sostuvo Carré Mejía.