PROCESO
FARC inician cese al fuego unilateral e indefinido
Por primera vez en su historia, la guerrilla decreta la medida con semejantes características.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) confirmaron, a través de su cuenta de Twitter, el inicio del cese al fuego unilateral anunciado el pasado 16 de diciembre. En un comunicado, la guerrilla aseguró haber "recibido con satisfacción las reacciones constructivas de la gran opinión pública, en torno a nuestra decisión de cesar hostilidades de manera unilateral e indefinida".
En la red social, Iván Márquez, negociador de las FARC en la Mesa de La Habana, dijo previamente que el "cese bilateral del fuego y hostilidades es la mejor forma de desescalar el conflicto".
Este ofrecimiento se da en el contexto agridulce, pues por un lado la guerrilla pidió perdón a las víctimas de la masacre de Bojayá, en la que murieron 117 personas, entre ellas 47 niños, en mayo del 2002. Pero, al mismo tiempo, ocurre horas después de ataques que dejaron un saldo de ocho muertos entre policías y militares, seis heridos y un desaparecido; un atentado atribuido a las FARC en la vía Panamericana en Cauca; y una explosión en un tramo de la vía que une a Cali con Popayán.
La tregua unilateral fue valorada por el propio Gobierno como un gesto de paz, pero está rodeada de ciertos condicionamientos que fueron rechazados por el presidente Juan Manuel Santos.
En días pasados, Santos asumió el anuncio del cese al fuego unilateral como “una rosa con un tallo lleno de espinas”, y explicó que había que remover dichas espinas. El mandatario hacía referencia a su rechazo a dos condiciones de la guerrilla, la verificación internacional y la insinuación de que la tregua unilateral se rompería en caso de que la fuerza pública atacara a las FARC.
Los insurgentes habían propuesto a Unasur, la Celac y el Comité Internacional de la Cruz Roja como verificadores internacionales. Pero el presidente Santos lo rechazó. Como también el escenario de que el Ejército deje a un lado su deber constitucional de combatir a los grupos ilegales.
Ante eso, las FARC no se han pronunciado oficialmente. Este viernes sólo se conoció una declaración de ‘Carlos Lozada’, miembro del secretariado y del equipo negociador de la guerrilla en La Habana, en la que aseguró que la tregua sigue en firme.
Sin embargo, Losada, en declaraciones a Blu Radio, aseguró que “los hechos serán los que irán definiendo la posición que tomaremos (…) es un cese unilateral indefinido, pero eso no nos amarra a que tengamos que dejarnos matar cuando vengan a agredirnos”.
Pese a ello, aún hay incertidumbre. Por eso, las organizaciones que estuvieron a cargo de las comisiones de víctimas que estuvieron en La Habana, el Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional, el PNUD y la Conferencia Episcopal ofrecieron sus buenos oficios para ser ellos quienes hagan la verificación de la tregua, pero no sobre el terreno, sino ante las eventuales denuncias que se llegaran a producir. Ni las FARC ni el Gobierno se han pronunciado.
También hay algunos escépticos. Más aún cuando en vísperas de la tregua anunciada la guerrilla fue responsabilizada por la muerte cinco soldados en el departamento de Cauca, luego de un ataque que se registró en zona rural de Santander de Quilichao. Otro militar fue reportado desaparecido. Además, tres policías fueron asesinados por guerrilleros en el departamento de Norte de Santander.
El jefe del equipo negociador del gobierno, Humberto de la Calle, lamentó estos hechos, pero aseguró que por eso, en La Habana se está trabajando para que estos episodios no vuelvan a ocurrir. “Al enviar nuestro mensaje de condolencia a sus familiares y a los miembros de las Fuerzas Armadas, tenemos que reiterar que el propósito de las conversaciones es que esto no se repita. La razón de ser de la Mesa de Conversaciones es el fin de la guerra. Como ha dicho el presidente Santos, el corazón del proceso son las víctimas. Las que ya han sufrido, pero también las que tenemos el deber moral de evitar”.
De la Calle, en la víspera de la tregua, también resaltó el hecho de que las FARC hayan ofrecido disculpas públicas a las víctimas de la tragedia de Bojayá, en Chocó (2 de mayo del 2002) y anunciaron medidas reales que contribuyan a la verdad y la reparación de las víctimas. Lo calificó como un “acto inédito” y un gesto de “enorme significado”, pues ocurre en medio de las discusiones sobre el desescalamiento del conflicto. A pesar del gesto, la incertidumbre es total. La hora cero se acerca.