PROCESO DE PAZ
El exguerrillero que hablará como víctima en La Habana
Tulio Murillo Ávila contará en video las violaciones a los Derechos Humanos que padece en prisión.
Las FARC llegaron este primero de noviembre a lo sede de los diálogos de La Habana, con el añadido estatus de víctimas del conflicto armado que aportará el testimonio de Tulio Murillo Ávila, integrante de la nueva delegación de víctimas que contará en video las violaciones de Derechos Humanos que padece en prisión.
Murillo, alias 'Alonso' y portavoz del movimiento de presos del grupo subversivo, grabó con el beneplácito del Gobierno su testimonio desde la cárcel colombiana en la que cumple prisión por los delitos de secuestro extorsivo, homicidio culposo y rebelión por su pertenencia a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
El director de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild, explicó que su inclusión en la cuarta de las cinco delegaciones que irá a la isla obedece a la petición de "máxima pluralidad y equilibrio" entre las víctimas solicitada por las partes negociadoras.
"Entendemos que es un tema que generará controversia. (...) Hay muchos guerrilleros que han sufrido violación a sus Derechos Humanos, es conocido que dentro de muchas cárceles colombianas hay denuncias de violación de estos derechos", sostuvo en rueda de prensa.
La decisión de incluir a este guerrillero en concreto, añadió, obedeció a una petición "repetitiva e insistente" de las FARC a la que el Gobierno colombiano "no puso objeción", y bajo cuya ayuda pudo realizarse el video, en el que Murillo contará las amenazas y ataques en su contra que asegura recibir en prisión.
'Alonso' es el contrapunto a la visibilización en el anterior grupo de víctimas militares del conflicto, representados por el general Luis Herlindo Mendieta, que estuvo secuestrado durante casi doce años por la guerrilla.
Junto con este testimonio, las partes escucharán a otras once víctimas, en total seis hombres y seis mujeres que hablarán de ataques hasta ahora no representados, como Guillermo Murcia Duarte, que pisó una mina antipersonal en el 2005 en el departamento de Arauca.
La ONU y la Universidad Nacional de Colombia, encargados de seleccionar los cinco grupos a petición de las FARC y el Gobierno, destacaron que en esta ocasión tendrá voz en la mesa el colectivo de víctimas en el exilio a través de Juan Carlos Villamizar.
Villamizar se marchó a España en el 2002, tras ser declarado objetivo militar por paramilitares, y actualmente ejerce como portavoz del Foro Internacional de Víctimas, que aglutina a los damnificados del conflicto armado en el exilio.
Otra presencia destacada es la de la periodista Jineth Bedoya, que fue retenida y violada por paramilitares mientras elaboraba un reportaje sobre ellos en el 2000, y tres años más tarde fue secuestrada por las FARC; actualmente es la cara más visible del movimiento que lucha contra la violencia sexual en Colombia.
También viajaron hoy a La Habana Alberto Tarache, quien fue paramilitar entre los 13 y los 17 años; Nora Elisa Vélez, que perdió a cuatro hermanos por varios actores armados y que representa al colectivo de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intrasexuales (LGBTI); y Lisinia Collazos, superviviente de la masacre paramilitar de El Naya, cometida en el 2001 en el suroeste del país, donde perecieron unas 100 personas.
En total, son tres víctimas de paramilitares, dos de la guerrilla, dos de agentes del Estado y cinco de varios grupos armados de manera conjunta que se reunirán mañana con los negociadores.
Hochschild destacó en su intervención que las amenazas contra el personal implicado en el proceso de paz continúan y destacó que son "indicios" de que persisten actores "al margen de la ley y con cierta impunidad".
Con esta cuarta comitiva se ha dado visibilidad a otras regiones del país, por lo que las partes han escuchado hasta el momento crímenes cometidos en 23 de los 32 departamentos que configuran Colombia.
Por lo avanzado de la participación de víctimas en las negociaciones, donde solo falta por incorporarse un grupo, acudirá a La Habana el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Augusto Castro.
Hochschild valoró además el aporte realizado hasta ahora por las delegaciones de víctimas, que han llevado a Cuba "una parte del conflicto".
"Las víctimas recordaron a las partes que las conversaciones no son un trabajo académico. Ha sido muy importante para motivarlos y recordarles que poner fin a esto es urgente", afirmó.