La respuesta de las Farc a las acusaciones sobre violencia sexual

En las últimas semanas, distintas mujeres han salido a contar públicamente los abusos que vivieron cuando hicieron parte de las Farc. Algunas han relatado como eran obligadas a abortar o vivían episodios de violencia sexual por parte de comandantes de esa guerrilla. El tema ha despertado un fuerte debate al punto que en el Congreso se pidió que ese tipo de crimenes no llegaran a ser conocidos por la Jurisdicción Especial para la Paz. 

En medio de esa controversia, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) acaba de publicar un comunicado titulado "Por una política que privilegie las ideas, no más campaña sucia", en el que califica esas denuncias como parte de una "campaña mediática de desprestigio y ataque personal" iniciada en su contra.

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En dos tiempos, el partido que reemplazó a la recién desmovilizada guerrilla respondió a los señalamientos realizados en su contra acerca de los agravios sexuales presuntamente generado en su seno.

En el primer punto, aseguró que la insurgencia armada desarrolló normas de convivencia y un reglamento estricto en cuanto a la relación que tenían los combatientes entre sí y con la población civil, con severos castigos para quienes las transgredieran.

Una de esas normativas -prosigue el documento redactado por Consejo Político Nacional- consistía en promover el uso de anticonceptivos y formaciones para el desarrollo de "una vida sexual saludable y responsable".

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Mientras que, "debido a los rigores de la guerra", las mujeres embarazadas tenían la opción entre abortar o salirse de las filas de la guerrilla.

"Si existen casos donde se faltó a la norma, serán juzgados por la JEP y los hombres y mujeres en proceso de reincorporación, se someterán a los designios de los tribunales", añade el documento.

El segundo punto se centra en las particularidades de la jurisdicción especial a la que aceptaron someterse los ex insurgentes, la cual no incluye a los crímenes cometidos por fuera del marco del conflicto político ni las infracciones sistemáticas del Derecho Internacional Humanitario, entre las que se cuenta la violencia sexual.Por lo cual los delitos de ese orden tendrán que ser revisados por la justicia ordinaria.

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Los líderes del consejo político de la FARC abogaron por "una nueva forma de comunicar que sume y no exacerbe el odio" con la intención de "no revictimizar a las mujeres y hombres víctimas de violencias de distinto orden" que ha dejado el conflicto armado.