CRÓNICA
Federico Gutiérrez en Bogotá: así fue la maratón, calle a calle, en busca de votos
Una periodista de SEMANA acompañó al candidato del Equipo por Colombia en su recorrido por la capital del país.
Por Natalia Cortés
Federico Gutiérrez siempre mira a los ojos y no le niega un abrazo a nadie. Es más, los ofrece. No se conforma con dar la mano y, si se trata de una mujer, casi siempre se acerca para plantarles un rápido beso en la mejilla.
Su acento paisa es grueso y orgulloso. Habla con las manos y nunca falla en hacer reír. Sus gestos se perciben como espontáneos y su sonrisa no desfallece, ni siquiera después de más de 17 horas de recorrido maratónico por Bogotá.
La derecha en la capital del país, que tantas derrotas ha padecido y que parece minoritaria con respecto a otras corrientes ideológicas, estuvo de fiesta. Desde antes de que se asomara el sol entre los cerros que cercan la ciudad, Fico comenzó la toma sabiendo que no iba a parar hasta después de la medianoche.
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El esfuerzo fue tan grande como lo es el reto de convencer a Bogotá, una ciudad que es tajante en su tendencia alternativa para escoger gobernantes y que, según las últimas encuestas, prefiere a Gustavo Petro. A pesar de esto, con una sonrisa que parece tatuada en su rostro y con un par de tenis azules, el candidato comenzó su toma en la localidad de Ciudad Bolívar.
La misma Ciudad Bolívar en la que Petro es fuerte. Al mismo tiempo, la misma que lucha a diario contra la pobreza extrema y la violencia. Fico se fue a conocer las alegrías y tristezas que se viven en la localidad.
Comenzó viajando en TransMiCable desde el Portal del Tunal hasta El Paraíso. Ahí conversó con madres cabeza de familia, aprovechando para explicar algunas de sus propuestas.
Gutiérrez se fue escoltado por un conocedor. Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá y compañero del Equipo por Colombia, lo acompañó en su recorrido. A pesar del refuerzo, el candidato no demoró en empatizar con los locales, haciendo uso de su acento paisa y su sonrisa de lado.
En Ciudad Bolívar con Fico, pensando cómo el gobierno nacional puede ayudar a Bogotá pic.twitter.com/iiCIFa6R7K
— Enrique Peñalosa (@EnriquePenalosa) May 18, 2022
“¿Qué hubo, muñeca? ¿Cómo estás, querida? ¿Cómo te llamas?”, preguntó Fico a una niña en la localidad, pronunciando cada letra s como un silbido, haciendo uso de su ya conocido carisma.
A pesar de que muchos intentan llamar su atención, siempre sostiene el contacto visual con la persona con la que está hablando. Si no fuera por su sencillez y desparpajo, la mirada de quien tiene casi asegurado un puesto en segunda vuelta sería intimidante. Con esa misma tranquilidad, camina las calles de una de las zonas más violentas del país. Eso sí, fuertemente escoltado.
En medio de la caminata, paró en el puesto de Milena, una mujer que vende arepas en la localidad. Gutiérrez compró una de 1.300 pesos y aprovechó para repartir entre quienes lo acompañaban.
“Bueno, ¿con qué vamos a pasar esta arepita? Cuente a ver, Mile. Véndale gaseosa”, le dijo, hablando mientras masticaba.
Siguió caminando, acompañado de banderas alusivas a la campaña y una de sus canciones oficiales. “Esa es la infraestructura que me contaste, Kike. Por allá, todos los Centros Felicidad”, le dijo a Peñalosa mientras apreciaba la vista desde la altura.
Después se fue a la Plaza de los Mártires, donde habló del micrófono y cámara descubierta en su sede de campaña en Medellín.
“Vamos a seguir haciendo una campaña limpia y de propuestas. Mientras ellos se dedican a ofender y al juego sucio, nosotros nos dedicamos a las propuestas, como estamos hoy en Bogotá para hablar de seguridad y lo social”, dijo en la rueda de prensa.
Ahí mismo, se montó a una tarima para dirigirse a sus adeptos, quienes ocuparon gran parte de la plaza. Ahí siguió la fiesta, con una importante presencia de políticos del Centro Democrático.
En el lugar estaban los representantes Edward Rodríguez y José Jaime Uscátegui. A su vez, hizo presencia el senador electo Miguel Uribe, la senadora Paloma Valencia y Nubia Stella Martínez, directora nacional del Centro Democrático. Por su parte, el representante electo Andrés Forero lo acompañó en la tarima y durante el resto del recorrido.
“Gustavo Petro tiene una ventaja en términos de reconocimiento. Creo que por cuenta de la mala administración de Claudia López, pareciera que a los ciudadanos se les olvidó que también fue un mal alcalde. El techo de Fico para crecer en Bogotá es alto, falta que lo conozcan”, explicó Forero, quien saltó de la oposición a la alcaldesa en el Concejo a la Cámara de Representantes.
Luego, inusualmente puntual, llegó a una reunión con más de mil empleados en la zona industrial de Montevideo. Ahí habló sobre los puntos de su programa de gobierno dirigidos a las empresas. También repitió varias frases que enmarcan su manera de referirse a su público.
“Yo no soy de esos que sufren de superioridad moral, que se cree el único bueno o el mejor. Aquí hay gente muy buena en todos los sectores políticos sociales. Los únicos que no son bienvenidos son los corruptos y los violentos. De resto, vamos a unir a Colombia”, expresó.
También dijo, como varias veces ha reiterado, que no es cuestión de izquierda, derecha o centro. “¿Es que cuando a ustedes los van a robar les preguntan si son de izquierda o de derecha?”, hizo su habitual pregunta.
Después de reunirse con los empresarios y llegar a un compromiso de colaboración si llega a ser elegido, Gutiérrez tuvo que sacar su lado más empático en el Teatro Cafam de Bellas Artes. Fue ahí donde se llevó a cabo la reunión con mujeres, afrodescendientes, población discapacitada y comunidad LGBTIQ+.
Lo recibieron varios líderes sociales de estas comunidades. Sin embargo, el detalle más especial fue la carta de un niño en condición de discapacidad, pidiendo ayuda para menores en su misma situación.
Hablando sobre la discapacidad infantil, Gutiérrez recordó el caso de Alicia, su sobrina que padece una enfermedad genética degenerativa que compromete su movilidad con el tiempo.
“Hay una brecha muy grande, yo lo conozco bien por experiencia personal en la familia. Cuando hay una discapacidad física o cognitiva se dificulta el desplazamiento. En las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, no se han adaptado a tener pedagogía sobre personas con discapacidad”, aseveró.
Una veintena de personas se acercó al candidato al final de su discurso, queriendo tomarse una foto con él o encomendándole su causa. Las multitudes de personas que quieren figurar o conversar con él impiden las actividades más simples durante los días más difíciles de la campaña.
Para ir al baño debe hacerlo corriendo, con el fin de que no lo intercepten miembros de su equipo o adeptos. Los trayectos en la camioneta son los únicos espacios de paz y parcial soledad, donde aprovecha para llamar a Margarita, su esposa, y a sus hijos.
Especialmente durante la toma de Bogotá, Gutiérrez no pudo comunicarse con su familia hasta después de las 8 de la noche. Al vehículo se montaban entrevistadores y, en otras ocasiones, debía completar tareas y enviar mensajes importantes.
Fico le contó a este medio que el cansancio por los largos meses de campaña es un tema secundario y no hay espacio para ese sentimiento. Por otro lado, su esposa y sus hijos, quienes están en edad escolar, son el punto débil del candidato.
“Ese es el costo. La familia. Ahorita hablaba con Márgara y mis hijos. Yo los llamo y me preguntan que en dónde estoy, ya ni nos ubicamos. Todo el día de un lado para otro, estamos tres y cuatro ciudades diarias. Me hacen mucha falta y ese es el costo para la familia, pero ellos me apoyan mucho”, confesó el candidato, conversando con SEMANA durante el recorrido.
A eso de las 5 de la tarde, el candidato se reunió de forma más privada con deportistas y miembros del Comité Olímpico. Con la confirmación de una reunión con el ministro del Interior y el director de la Policía Nacional, tuvo que reducir el tiempo del encuentro.
A las 6 de la tarde, Fico tuvo que enfrentarse al caótico tráfico de Bogotá hasta llegar al Club de Agentes de la Policía Nacional. Llegó después del ministro del Interior, Daniel Palcios, quien lo estuvo esperando por cerca de 20 minutos. La reunión fue corta, tomando en consideración que el candidato tenía otros dos eventos agendados para la noche.
La conclusión de la reunión fue la apertura de la investigación por el hallazgo del microcámara y la tarjeta SD. A su vez, por las amenazas contra la vida de Fico por parte del Clan del Golfo y Águilas Negras, se robusteció su esquema de seguridad.
Después de su reunión, se encontró brevemente con la senadora Aydeé Lizarazo, del Equipo por Colombia. Luego, aún enviando mensajes importantes en el vehículo, el candidato se dirigió a la discoteca 440 Music Hall, en la zona rosa.
Eran las 8:20 de la noche y el candidato no dejaba de sonreír, abrazar y saludar. Era el cuarto discurso de la noche, ahora ante representantes de Asobares y demás empresarios del sector del entretenimiento nocturno. Para ellos prometió seguridad y apoyo a la empresa en Colombia.
“Ahora qué, ¿pedimos media?”, dijo para finalizar su discurso, desatando una risa entre quienes lo acompañaban en el público. Les dijo que quería quedarse para compartir, pero que debía continuar su agitada agenda.
Bajando del escenario entre la multitud, el candidato se movilizó hasta la carrera 6 con 53, lugar donde lo esperaban taxistas para pegar microperforados en los automóviles. Entre ellos, Hugo Ospina, importante líder de los taxistas que aspiró al Senado por el Partido de la U.
En medio de la alegría, los taxistas le pidieron a Gutiérrez que se montara en uno de los vehículos. Uno de ellos lo encendió, queriendo que el candidato presidencial arrancara en el mismo.
“Pon el cambio en primera”, gritó alguien en la multitud, lo cual causó risas entre muchos por la clara referencia a su principal contrincante. A Gutiérrez no le causó gracia y explicó que no podía conducirlo por no tener el permiso reglamentario.
Después de las 10 de la noche terminó una de las jornadas más exigentes de su campaña presidencial. Y habló de Petro. “La ventaja se la vamos a sacar es a él. La gente sabe cómo fue esa gestión, qué fue lo que tanto prometió que no hizo. Lo importante es cómo vamos a trabajar por Colombia. No necesitamos más discursos de odio y lucha de clases. Se dedicaron a una campaña sucia y a infiltrar. Eso es lo que le esperaría a Colombia y no merece eso”, le dijo a SEMANA.
Después de 17 horas de campaña en Bogotá, no dudó en decir que no tiene “tiempo para cansarse”.
“Estoy acostumbrado a hacer maratones. A mí me gusta trabajar y me gusta la gente. Esto es todos los días, así fue cuando fui alcalde y voy a trabajar como presidente. Vamos a trabajar por la gente, aquí no hay espacio para cansarse. Hay mucho trabajo por hacer. Todos los días son intensos”, agregó.
Con la camisa aún encajada y una sonrisa, el candidato terminó su maratón por la capital del país. Se cancelaron visitas agendadas para primera hora del día siguiente, pero mantuvo su viaje a Valledupar y Santa Marta. Hasta el cierre de la campaña, serán varias jornadas como la de la toma de Bogotá para seguir convenciendo a las personas de votar por él.
Fico mantiene la fórmula con la que comenzó su vida política. Cabello largo, desparpajo y mucha calle. La primera vuelta definirá si la s arrastrada y el carisma paisa logró conquistar el voto en Bogotá.