“Felipe Rocha es una persona que demuestra peligrosidad frente a la sociedad, ha ocultado los bienes”, abogado Jaime Lombana

En el caso de la captación masiva de dinero por parte del empresario ganadero Felipe Rocha, que terminó siendo en realidad un estafador, ha pasado de todo. Hizo compromisos de pago que las víctimas no aceptaron, trató de engañar a la liquidadora, ocultó bienes y buscaba la forma de sacarle el cuerpo a la responsabilidad; aun así, seguía libre y campante hasta que ayer, por fin, le dictaron medida de aseguramiento por considerarlo un peligro para el proceso. Un triunfo de los abogados de las personas estafadas.

Uno de los abogados de este caso es Jaime Lombana, quien habló con SEMANA sobre la decisión de la jueza de mandarlo a la cárcel y explicó los argumentos para pedir esa medida, ratificando que, a su juicio, está comprobado que Rocha no es ningún empresario. Por el contrario, es un estafador con muchas influencias.

“Felipe Rocha es una persona que demuestra peligrosidad frente a la sociedad. Es una persona que por su apellido, por su abolengo, por su alto nivel social, por el impacto que tiene en los clubes y en los dos círculos de la sociedad colombiana, engañó no solamente a personas pudientes, sino a personas que ahorraron toda su vida para una pensión o para pagarles la universidad a sus hijos. Se apropió de una suma de más de 39 mil millones de pesos”, afirmó el abogado Lombana.

Para Lombana, hasta lo ocurrido ayer, resultaba inexplicable los nulos avances de la investigación. “Hubo cambios de fiscales, traslados de fiscales, demoras de parte de la Policía Judicial. Es inexplicable. Yo realmente me encuentro sorprendido de lo que pasó en la Fiscalía, hasta que llegó a manos de una fiscal valiente e inteligente de la cual los funcionarios deberían seguir el ejemplo”.

El reputado abogado penalista se refirió directamente Rocha, el proceso y las pruebas, y fue contundente al advertir que, “quedó claro en la audiencia y con las pruebas aportadas, que Rocha no compró una sola vaca, un solo novillo, ni una sola ternera desde hace más de cinco o seis años. Luego, toda la plata que le entregaron fue para su patrimonio, para la apropiación ilícita de esos recursos”.

Lombana incluso aprovechó para defender la transparencia y buena fe en las inversiones de quienes ahora son sus clientes en la que se ha conocido como la pirámide ganadera. “Comprar un lote de ganado no es ninguna pirámide. Cuando ofrece a alguien comprar un lote de ganado para engorde, es un negocio totalmente lícito, con una rentabilidad buena, pero sensata. Es decir, estamos hablando anualmente de no más de un 25 % anual. Era un negocio lícito que, por supuesto, estaba disfrazado, maquillado por el señor Rocha”.