TAUROMAQUIA
Feria de Manizales: Bolívar salva la patria
Fue el único torero colombiano capaz de salir a hombros, y el primero en 17 años en llevarse la ‘Catedral de Manizales’ al triunfador oficial. Superó, en el veredicto del jurado, a primerísimas figuras españolas como El Juli y Emilio de Justo, y al peruano Roca Rey.
Cuando el reloj de la Plaza de Toros de Manizales estaba a punto de señalar las 6:00 de la tarde del 9 de enero, fecha dolorosa para la tauromaquia colombiana (por la trágica muerte del torero de Manizales Andrés de los Ríos), la de Juan Sebastián Hernández, a un toro de Dosgutiérrez en la primera corrida, era la única oreja que había cortado un torero colombiano en la 67 edición de la feria taurina de la capital caldense. José Arcila, Cristóbal Pardo, David Martínez y Luis Miguel Castrillón se marcharon sin un solo trofeo en sus manos, cuando a esas alturas de la feria la legión de toreros extranjeros había hecho festín con veinte orejas.
Luis Bolívar, la única carta a la que se aferró la torería colombiana, había hecho un par de horas antes el paseíllo junto a El Juli, maestro del toreo mundial, y el debutante Tomás Rufo, que puede llegar, en muy poco, a asaltar la cima del escalafón europeo. Como es tradición en la última corrida de la feria de Manizales, los toros de Ernesto Gutiérrez aumentaban las posibilidades de que Colombia pudiera ver a uno de sus toreros a hombros y por la puerta grande.
La noche cayó en Manizales sin la certeza del triunfo de Bolívar. El primero de su lote, ‘Turpial’ (número 484, 484 kilos de peso), segundo de la tarde, fue arrastrado con las orejas puestas tras comportarse en el ruedo como si no hubiera nacido en la ganadería de Manizales. Partiendo por su pelaje, chorreado en verdugo, que en Colombia es frecuente verlo en toros de Fuentelapeña, o en España de Samuel Flores. Y embistió sin la franqueza que ha hecho célebre al hierro de Ernesto Gutiérrez, y huyendo en repetidas oportunidades hacia las tablas. Pudo cortar una oreja, pero el torero pinchó con la espada.
‘Colegial’ (número 343, 478 Kilos) fue la última carta de Bolívar. No fue un toro agradable porque siempre embistió con la cara alta, cuando un toro bravo lo hace humillando, arrastrando la cara por la arena. Bolívar no le llevó la contraria, no lo obligó, y esa fórmula le sirvió para dar los suficientes pases de muleta para que sonara el pasodoble Feria de Manizales y asegurara la salida a hombros, pues tras la certera estocada cortó las dos orejas que le daban ese pasaporte a la puerta grande. No fue el Bolívar del altísimo nivel de Cali, pero es que su lote de toros de Ernesto Gutiérrez no permitía el toreo que mostró en Cañaveralejo.
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La faena de Bolívar a ‘Colegial’ le alcanzó para entrar a última hora en la discusión del trofeo oficial, la Catedral de Manizales, donde dos españoles y un peruano parecían disputarlo.
El Juli, el torero que más Catedrales ha ganado en la historia, siete hasta el momento, se llevó tres orejas de Manizales, las dos primeras tras indultar a ‘Profesor’ (número 354, 476 Kilos) de Ernesto Gutiérrez, en una faena que terminaron siendo tres. En la primera, aseguró las dos orejas con toreo fundamental; la segunda, con más pases circulares, para que la banda tocara el Feria de Manizales; y la tercera en la que hipnotizó al toro en la muleta para indultarlo.
Roca Rey, en la corrida del sábado 8 de enero, le arrancó tres orejas a un descastado encierro de Juan Bernardo Caicedo, con los que terminó tan cerca de los pitones del toro que estos acariciaban la taleguilla del torero peruano. El público gritaba de espanto, aunque el torero y los profesionales eran conscientes que el toro tenía ganas de todo menos de darle un susto al matador.
Parecía que Emilio de Justo, con el indulto de ‘Despistado’ de Las Ventas, se llevaría el trofeo oficial, Pero esta vez el jurado decidió excluir las faenas de indulto, con el argumento de que no hubo suerte de matar. Entonces el duelo por la Catedral se redujo a Bolívar y el peruano Roca Rey, y el colombiano fue el que en definitiva lo levantó con sus manos. “Es mi primera Catedral en 17 años de alternativa, me ha costado mucho sudor y lágrimas”, dijo Bolívar cuando levantó el trofeo, en la noche, en el Teatro Fundadores.
La última vez que un colombiano se había llevado la Catedral de Manizales fue en la feria de 2005, cuando César Rincón conquistó la cuarta réplica de su carrera. Ese mismo año tomó la alternativa Bolívar, quien 17 años después, salvó la patria cuando los toreros extranjeros estaban dándose un festín de orejas. El 9 de enero, que para los toreros colombianos supuso una fecha dolorosa, también será recordado como el de la reconquista de la Catedral.
Quinta corrida
Plaza de Toros de Manizales, 9 de enero de 2022
Toros de Ernesto Gutiérrez (1°, indultado)
El Juli: dos orejas simbólicas y una oreja
Luis Bolívar: saludo desde el tercio y dos orejas
Tomás Rufo: una oreja y silencio