Final de infarto en Cali: ¿Jorge Iván Ospina o Roberto Ortiz?

La última encuesta de Invamer para SEMANA, Noticias Caracol y BluRadio, que se  realizó manera presencial, entre el 18 y el 23 de octubre, mostró un empate técnico entre Ospina y Ortiz: 34,9% y 34,1%. Mientras el primero bajó 6,1 puntos, el segundo subió 0,9 puntos, con respecto a la encuesta realizada entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre.  

Es que octubre fue un mes duro para Ospina, luego de que un juez de Cali citará la fecha de su audiencia de formulación de acusación para el próximo 15 de noviembre. La Fiscalía lo acusa de lo delitos de interés indebido en la celebración de contratos y contrato sin cumplimiento de requisitos legales por un contrato de publicidad que suscribió mientras fue alcalde de la capital del Valle entre 2008 y 2011.  Una sombra de señalamientos de corrupción que  ha afectado su imagen.

Estas elecciones han sido una de las más polarizadas en la historia de la ciudad con escenarios como la huelga de hambre del candidato  Ospina (luego del llamado a juicio) que señaló a medios de comunicación y a su contendor de guerra sucia; o una orden de rectificación de un juez contra Ortiz por las acusaciones que relacionaban a Ospina con el Cartel de la Toga, y las pancartas que salieron en la ciudad con señalamientos e insultos a los candidatos.  

A ese clima de polarización también contribuyó la Procuraduría que por “un error involuntario de transcripción” en el que aseguraron que el candidato verde tenía 69 procesos activos y 4 investigaciones inactivas, pero, luego informaron que la cifra era al revés:  4 casos activos y 69 inactivos.

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Esta, explica Juan Pablo Milanese, jefe del departamento de Estudios Políticos de la Universidad Icesi, ha sido una campaña para la Alcaldía en la que más que debatir ideas los candidatos se la han pasado tirándose barro entre ellos.

Maquinarias versus voto de opinión

Y no solo la guerra sucia ha marcado el paso de la campaña, con el tradicional discurso de lucha de clases que ha dominado muchas de las elecciones de la ciudad, sino que también se define con el hecho de que cualquiera de los dos candidatos favoritos que llegué al CAM  tendrá una Alcaldía con baja gobernabilidad, debido a las alianzas y apoyos en los que han sustentado parte de su estrategia.

En el ajedrez político de la ciudad, explica Milanese, estas son unas elecciones inciertas en las que no hay ningún actor individual fuerte, sino que los dos candidatos que puntean han acumulado apoyos de diferentes actores, una tarifa que tendrán que pagar en su gobernabilidad.

Es así como en ese mapa electoral Ospina, que se inscribió por los verdes, recibió la adhesión de los liberales, representados en el apoyo de sus cinco concejales: Clementina Vélez, Juan Pablo Rojas, Carlos Fernando Pinilla, Óscar Javier Ortiz y Juan Manuel Chicango. También en esta baraja entran el ex gobernador Juan Carlos Abadía, luego de que ya se cumpliera su inhabilidad por la sanción de la Procuraduría, y el grupo de los Arroyave, que tiene a Fabio Arroyave, hijo, en el Congreso.

Otros de los apoyos más fuertes que ha recibido Jorge Iván Ospina es el de la casa política de la gobernadora Dilián Francisca Toro, quien en estos cuatro años de gobierno ha aumentado su poder en la región. La baronesa del Valle, que da por segura su continuidad con su candidata Clara Luz Roldán, consolidaría aún más su peso en la región con miras a una precandidatura presidencial en 2022. La U, su partido, tiene actualmente cinco concejales en Cali, entre ellos su familiar y principal ficha Audry Toro.  

 A esta baraja de los antiguos defensores del proceso de paz se suma la del del partido de las negritudes Colombia Renaciente del ex director regional y actual congresista John Arley Trujillo, del que ahora hace parte Roy Barreras.

 Y Gustavo Petro, quien, pese a haber derrotado en las elecciones presidenciales al uribismo en Cali, no tiene una estructura de maquinaria en la ciudad, pero con su apoyo sí puede aportarle en el voto de opinión, que es el que al final puede definir este mano a mano. 

Por el otro lado está el ‘Chontico’. Aunque ha tratado de desligarse de puertas para fuera de la figura del expresidente Uribe, sigue teniendo su apoyo y el del miembros de su estructura en Cali. Los alfiles del uribismo que podrían aportarle más votos son el concejal del Centro Democrático Roberto Rodríguez, quien declinó a su candidatura para unirse a la de Ortiz, y su jefa política la ex senadora y actual director del Departamento de Prosperidad Social, Susana Correa.

‘El Chontico’ tiene en su lista de apoyos los partidos más inclinados a la derecha: Centro Democrático, Conservador, Cambio Radical y los cristianos del MIRA.

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En Cambio Radical cuenta con la alianza con José Luis Pérez, considerado uno de los grandes electores en la ciudad. Hace doce años apoyó al mismo Ospina, luego a Rodrigo Guerrero y en las elecciones pasadas al actual alcalde Maurice Armitage, lo que le ha permitido tener una gran burocracia de contratistas en la Alcaldía de Cali y una gran maquinaria en la ciudad.   En las elecciones legislativas sacó el 58 % de sus 42.806 votos en Cali.

Por los lados de los conservadores, partido que tiene tres escaños en el Concejo, entre ellos el de su presidente Fernando Tamayo, también están haciendo campaña a favor de Ortiz. A este grupo se suma el del ex gobernador del Valle, Ubeymar Delgado, quien apuesta su futuro político en estas elecciones y el ex candidato a la Alcaldía y exconcejal Milton Castrillón.

Con este panorama, sin una tercería que haya despegado -representada en Alejandro Eder y Michel Maya- y con las maquinarias ya definidas, solo resta el voto de opinión y el de los indecisos para definir al futuro alcalde de Cali.