JUSTICIA
Fiscal firma órdenes de captura con fines de extradición contra responsables de atentados al presidente Duque y a la Brigada 30
Se trata de alias El Capi y alias Ciro, señalados de planear y ejecutar ambos atentados en Norte de Santander.
En la tarde de este jueves, el fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, firmó las órdenes de captura con fines de extradición contra Andrés Fernando Medina Rodríguez, alias El Capi, y Ciro Alfonso Gutiérrez Ballesteros, alias Ciro.
Ambos son señalados de ser los principales responsables de los atentados contra la Brigada 30 del Ejército y contra el helicóptero en el que se movilizaba el presidente Iván Duque, en Norte de Santander.
El Capi y Ciro son reclamados por la justicia estadounidense, teniendo en cuenta que en la Brigada 30 había soldados de ese país.
Medina Rodríguez, planeó junto con otros dos hombres los atentados, según reportó la Fiscalía general de la Nación. El hombre estuvo al servicio del Ejercito Nacional durante 12 años y 9 meses y 10 días, hasta que fue retirado de la institución de manera discrecional, el 12 de agosto de 2016.
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Su salida se había dado, al parecer, tras varias denuncias por su presunta relación con la perdida de unos visores nocturnos. Sin embargo, es necesario aclarar que la figura de “discrecional”, permite a su comandante no dar argumentos detallados de la decisión.
Fuentes consultadas por SEMANA y que han tenido contacto con él en los últimos cinco años aseguran que el retiro del entonces uniformado generó una molestia notoria y resentimiento contra las Fuerzas Militares.
Durante varios años Medina recibió instrucciones de vuelo. Fue llamado a esa especialidad en 2011 y fueron precisamente las habilidades que adquirió allí las que se habrían convertido en su principal fortaleza a la hora de tener alianzas con los grupos criminales. Lo cual se evidenció en el atentado contra el presidente Duque, mientras viajaba en un helicóptero en Norte de Santander.
El Capi, sería uno de los auspiciadores del ataque al Black hawk , presuntamente, él estructuró y ofreció el plan criminal a los cabecillas de las disidencias del frente 33 de las FARC. “Suministró sus conocimientos aeronáuticos y militares para ubicar los puntos vulnerables del Black Hawk durante el aterrizaje, calculó los tiempos y distancia del helicóptero, elaboró un estudio topográfico del aeropuerto Camilo Daza y señaló cómo debían comportarse los tiradores y en qué lugar ubicarse para no ser detectados”, describieron las autoridades.
Además, los investigadores revisan información de denunciantes anónimos que indican que en el prontuario delictivo de El Capi, se suma su presunta relación con alias Megateo, al parecer el exuniformado transportaba en aeronaves a la familia del narcotraficante y además cargaba gasolina de contrabando desde Venezuela, que sería utilizada en los laboratorios de coca. Esa es información que hasta ahora esta siendo recopilada por las autoridades.
Lo que, por lo pronto, está con avances importantes son los hechos recientes. El exoficial de las Fuerzas Militares, quien tiene dos hijos, al parecer involucró a su padre en los hechos terroristas de la Brigada 30 en Cúcuta, según su abogado, bajo engaños.
Sin embargo, los investigadores de los atentados lograron identificar que el Capi tiene relación directa con disidencias del Frente 33 de las Farc. En la información recopilada El Capi, como es conocido, el 5 de junio, y Ciro Alfonso Gutiérrez Ballesteros, alias Ciro, habrían llevado la camioneta relacionada con el atentado a Tibú, donde fue acondicionada con dos tipos de explosivos (pentrita y TNT) y 2.000 metros de cordón detonante.
El 15 de junio, alias El Capi retornó a Tibú, recogió el vehículo y, en compañía de alias Ciro, quien iba en motocicleta, se dirigió a la sede de la brigada en Cúcuta. Luego de un registro en la guardia, entró a las instalaciones a las 12:35 p.m., y se estacionó frente al dispensario. A las 2:45 p.m., ubicó el carro en inmediaciones de la Estructura de Apoyo (EDA) de la Fiscalía, descendió y salió de la sede militar a las 2:50 p.m.
En la puerta era esperado por alias Ciro y, abordó de una motocicleta, fue el momento en el que escaparon. La Fiscalía explica con detalles lo sucedido: en una primera explosión, a las 3:01 p.m., se quemaron 279 metros de cordón detonante, 1.721 metros no se activaron. Esta situación evitó que la tragedia fuera de mayores proporciones. Cuatro minutos después ocurrió un segundo estallido.
Joaquín Medina Duarte, alias Joaquín, es el papá del capitán, quien habría comprado la camioneta blanca que fue cargada con explosivos y una motocicleta para acompañar y ayudar a escapar al hombre que ingresó el carro bomba a la brigada.
El automotor, presuntamente, fue adquirido en una negociación hecha simultáneamente en Bogotá y Cúcuta, en la que se pagaron $120′000.000. Finalmente, fue entregado de manera informal, sin papeles de traspaso ni carta de propiedad, el 4 de junio en la capital de Norte de Santander. Allí fue ocultado en un parqueadero del barrio Torcoroma.
Hay varias pruebas que son clave en poder de la Fiscalía contra el excapitán Medina, entre ellas:
Las evidencias encontradas en su celular pues grabó los momentos previos al ataque terrorista, con una descripción gráfica de toda la unidad militar y cómo debería realizarse el atentado. Allí advierte los sitios estratégicos dentro de la Brigada, como el parqueadero donde posteriormente activaría el artefacto explosivo introducido en la camioneta, que el mismo oficial en retiro ingresó a la Brigada.
A eso se suma que en la filmación dice “mire los gringos”, refiriéndose a la comisión de militares estadounidenses que estaban en la Brigada. razón por la cuál esta capturado. Su abogado, Luis Alberto Rodríguez le confirmó a SEMANA que buscarán un acuerdo con la Fiscalía para una rebaja de condena
Lo sucedido con El Capi, sorprendió más de una persona de su circulo social, pues llevaba consigo el respeto que representa en algunos sectores, el haber pertenecido a las Fuerzas Militares.