PROCESO

Elección del fiscal general en la recta final

Este jueves Mónica Cifuentes, Yesid Reyes y Néstor Humberto Martínez expondrán ante los magistrados sus propuestas para el ente investigador.

6 de junio de 2016
Mónica Cifuentes, Néstor Humberto Martínez y Yesid Reyes. | Foto: Archivo particular

Este jueves los magistrados de la Corte Suprema oirán en audiencia pública a Mónica Cifuentes, Yesid Reyes y Néstor Humberto Martínez, los tres candidatos que buscan ganar el pulso para reemplazar a Eduardo Montealegre en la Fiscalía General de la Nación (Lea: Elección de fiscal general: ¡esto apenas empieza!).

Aun cuando todas las apuestas apuntan al ex superministro Martínez, sus contendores esperan dar la pelea y repetir la historia de fiscales como Alfonso Valdivieso, Mario Iguarán y la propia Viviane Morales, quienes llegaron al cargo sin estar en el grupo de favoritos.

El pasado 10 de marzo, con la elección de los ocupantes de las siete plazas que estaban vacantes en la Corte Suprema desde hace varios meses -algunas incluso años-, ese tribunal le despejó el camino al Gobierno para poder elegir el segundo cargo más importante del país (Lea: Se despeja el camino para elegir fiscal).

Tras una convocatoria abierta que hizo el presidente Juan Manuel Santos (Lea: Se destapan los aspirantes al cargo de fiscal general), el exministro de la Presidencia Néstor Humberto Martínez, el exjefe de la cartera de Justicia Yesid Reyes y la exasesora jurídica del proceso de paz Mónica Cifuentes fueron ternados como aspirantes.

Desde entonces, se ha especulado sobre los posibles resultados de la contienda electoral, que empieza a recorrer su recta definitiva este jueves, cuando los candidatos serán entrevistados por espacio de 15 minutos cada uno, en audiencia pública ante los 23 magistrados de la Sala Plena de la Corte Suprema.

En los pasillos del Palacio de Justicia el nombre de Néstor Humberto Martínez es el que sigue teniendo más resonancia. A favor del exministro juegan sus viejas y buenas relaciones con la comunidad jurídica, así como frente a los sectores políticos más disímiles.

Su gestión al frente del Ministerio de Justicia en los años 1990 y su más reciente papel como jefe de la cartera creada para liderar los asuntos de la Presidencia lo fortalecen. Más aún si se tiene en cuenta que su nombre no genera resistencia es sectores contrarios al proceso de paz como el pastranismo y el uribismo.

A su favor también juega la cercanía con varios de los integrantes de las altas cortes, que se pudo fortificar por la posición que asumió frente a la reforma al equilibrio de poderes.

Precisamente el componente judicial de ese acto legislativo es lo que más parece afectar las posibilidades de Yesid Reyes para asumir las banderas de la Fiscalía.

De él se dice que los magistrados no le perdonarían su intención de modificar el esquema de juzgamiento contra los integrantes de las altas cortes y la transformación del esquema de administración de la Rama Judicial, que acaba de tumbar la Corte Constitucional.

Sin embargo, su talante liberal y audaz para interpretar el clamor de las cortes en torno a la necesidad de modificar las políticas carcelarias y penitenciarias parecen darle varios puntos a favor.

Aun cuando muchos parecen dar por eliminada a la abogada Mónica Cifuentes, nada descarta que no repita la historia de tantos fiscales que llegaron a serlo sin haber estado nunca en el sonajero de favoritos.

Además, su labor como asesora jurídica del proceso de paz hace del suyo un perfil profesional ideal para el momento histórico que vive el país. Como lo han advertido los propios magistrados de la Corte, el fiscal es el líder de la política criminal de un Estado que, como el colombiano, se apresta a adecuar su estructura institucional para desmontar buena parte del crimen organizado por la vía negociada.

Eso significa que cuanto mejor esté preparado un candidato para asumir ese reto, más argumentos encontrarán los magistrados para elegirlo nuevo fiscal. En esa materia, Cifuentes parece llevarles años luz a sus competidores.

A pesar de los rumores y especulaciones, por muy fundados que estos parezcan, la historia demuestra que en esa elección nada está cantado, pues son más las veces en los que los favoritos se han ido con las manos vacías. El jueves podría el camino se podría empezar a allanar (Lea: La batalla por la Fiscalía).