Fiscalía advirtió amenazas contra María Alejandra Benavides, exasesora del exministro de Hacienda Ricardo Bonilla

Un nuevo capítulo se empieza escribir en la investigación por los hechos de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD). Se trata de una serie de amenazas en contra de María Alejandra Benavides, la exasesora del exministro de Hacienda Ricardo Bonilla, a quien habrían puesto a coordinar los contratos, por 92.000 millones de pesos, para congresistas de la Comisión de Crédito Público.

La propia fiscal Luz Adriana Camargo confirmó la situación de riesgo para la funcionaria y aseguró que se le brindó un esquema de protección.

“La Fiscalía está brindando protección a todos los intervinientes en este caso, a los que han tenido problemas de seguridad. Este es un tema muy sensible para nosotros, porque precisamente ese tipo de situaciones que se presentaron ponen en riesgo a eventuales testigos”, afirmó la fiscal Luz Adriana Camargo.

La jefe del ente acusador destacó que es un tema que reviste importancia para cumplirles a los testigos, “no es una cosa menor, es un tema que resulta delicado para nosotros y nos pone por supuesto a cumplir los deberes de protección con el programa que tenemos para testigos e intervinientes en los procesos”.

Aunque hasta ahora la fiscal Camargo se refiere a este tema, lo cierto es que Benavides, desde el momento que su nombre surgió en este escándalo, ha estado bajo el fuego cruzado. En primer lugar, los implicados, quienes le habrían dado la orden, solo se han dedicado de desmentir lo que ella ha contado ante la Fiscalía.

En segundo lugar, las amenazas arreciaron contra ella y su familia, tal como ha contado su abogado, Jaime López. Él ha hecho referencia a anónimos y amenazas que le han llegado tanto a Benavides como a su familia, entre ellos a su mamá y a su tía, en los que le “recomiendan” quedarse callada.

Tan pronto Benavides dejó el cargo de asesora del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, de forma misteriosa y sin que nadie responda por estos hechos, fueron robados los discos duros de su computador, en donde había información valiosa de la forma cómo se estaban usando los contratos de la UNGRD, para comprar la conciencia y el apoyo de los congresistas.

SEMANA ha revelado cuatro entregas de audios de las declaraciones de Benavides ante la Fiscalía, contando todo lo que sabe del saqueo a la UNGRD y las órdenes que recibía de parte de su jefe, el ahora exministro Bonilla, para coordinar los contratos con los congresistas y con los asesores de las alcaldías para viabilizar los proyecto.

“Él me usó, él me usó, por el hecho de ser el ministro de Hacienda y a él no le importaba el costo que tenía que pagar; él solo necesitaba sacar esto”. Esas fueron las palabras que, entre lágrimas, repetía Benavides, dejando claro que le habían dado la orden de sacar esos contratos para darles los “cupos indicativos” a los congresistas.

Como este, hay más de 10 audios que señalan no solo a Bonilla, también al, exministro de Interior Luis Fernando Velasco, quien también habría participado de esta trama corrupta y era quien insistía que la ruta para sacar el dinero era la UNGRD.

Sobre Velasco señaló, entre otras cosas que, “Ese día ellos cuadraron una reunión el 31 de octubre, en la interparlamentaria, en la cual me dijeron a mí que yo exigiera lo de la interparlamentaria. Pero al mismo tiempo, en esa veeduría, Bonilla le dijo: ‘Acabo de hablar con Invías, toca ver si se mueve o no se mueve’, a Velasco”.

Y agregó: “en el otro lado, Velasco, cuando se acercaban en octubre las elecciones regionales, tengo entendido que Juan José (directivo de Invías) fue quien les comunicó a varios congresistas, porque ellos también lo buscaban a él, que había que cambiar los cupos indicativos que le habían pasado inicialmente por adiciones, porque por la Ley de Garantías no se podía hacer algo nuevo, solo se podían sacar adiciones. Por eso, en el cuadro, en el segundo cuadro, dicen tanto adiciones. En ese momento, yo le digo al ministro que está pasando eso paralelamente, el ministro me dice: ‘Reciben (...) adiciones’”.