El testigo clave: nuevas hipótesis sobre su muerte

Hace 15 días fue asesinado en Bello, Antioquia, Carlos Enrique Areiza, testigo en dos procesos de relevancia nacional que cursan en la Corte Suprema de Justicia: el caso por parapolítica contra Luis Alfredo Ramos y el de falso testimonio que primero apuntaba al senador Iván Cepeda pero que ahora se redirigió hacía el expresidente Álvaro Uribe Vélez. 

Desde el primer momento, los implicados en estos casos salieron a reclamar una respuesta inmediata de la Fiscalía General. A medida que pasa el tiempo, el tema se convierte en la comidilla diaria de los opinadores y de los ciudadanos a través de las redes sociales. En este panorama, en donde todos exigen prontas respuestas, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, salió a explicar cómo avanzan las investigaciones y aclaró varias de las especulaciones que han rondado en los medios de comunicación. 

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Lo primero, es que la Fiscalía aseguró que Carlos Enrique Areiza tenía "muchísimos" enemigos, y que en este momento cada uno constituye una línea de investigación. "En su prontuario delicitivo tenía condenas por fraude procesal, falso testimonio, extorsión, amenazas. En las indagaciones que ha hecho la Fiscalía aparece que tenía problemas con la banda de los Pacheli. Hay varias líneas investigativas, ninguna de las cuales ha descartado", indicó Martínez.

En comunicación con el director de fiscalías de Medellín, el fiscal general confirma que en efecto existió una contradicción de una mujer dentro del proceso de investigación. Ella era la dueña de una tienda que Areiza frecuentaba casi a diario, pero que al ser interrogada por las autoridades, negó cualquier relación con el testigo.

Por videos de las cámaras de seguridad y testigos, la Fiscalía pudo establecer que Areiza sostenía al parecer una relación personal con esta mujer. Al respecto, Martínez confirma que en efecto esta constituye una línea de investigación, pero insistió: "Todas las hipótesis están sobre la mesa". Para el CTI de Medellín es altamente inquietante que la mujer en cuestión haya negado nexos con Areiza cuando la evidencia indica que la visitaba constantemente. De hecho, el crimen de Areiza se cometió frente al establecimiento en donde solia encontrarse con la mujer. 

A pesar de la prudencia de Martínez, la sola mención de la  posibilidad de que el crimen haya tenido móviles pasionales indica cuál es la tesis que hasta ahora más se perfila en la investigación. Quienes conocen al fiscal general saben que no plantearía en la opinión pública la tesis del crimen pasional sin contar con importantes indicios que apunten a ello.

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En rueda de prensa, el fiscal también reveló que ante la petición impartida por la Corte Suprema de Justicia de redoblar las medidas de seguridad a los testigos implicados en el caso Uribe-Cepeda, entre ellos Areiza, el testigo dejó un documento firmado en el que rechaza esa seguridad mientras está recluido en la cárcel de Itaguí.

"En el momento no deseo protección para mi familia, pues estoy seguro que por su arraigo no se van a ir, pero cuando salga de .... (ilegible) sí solicitaré protección para mí y mi familia". La carta está fechada el 12 de abril de 2016 y el testigo fue dejado en libertad en febrero de este año. 

El pronunciamiento de la Fiscalía se da luego que SEMANA en su artículo de portada profundizó sobre las actuaciones de Areiza como testigo y contó el revuelo político que ha provocado la noticia de su crimen. En el informe se señala que el mundo en el que se movía Areiza está plagado de todo tipo de enemigos, una consideración en la que coincide la Fiscalía al señalar que no se puede descartar la posibilidad de un crimen pasional. Si esa tesis llegara a probarse como la verdad el sismo político que ocasionó el suceso sería solo una tormenta sin víctimas ni victimarios.