Fiscalía y víctimas pidieron cárcel para policías implicados en tragedia en estación de Soacha

Durante la audiencia ante un juez de control de garantías de Soacha, en donde avanza el proceso en contra de los uniformados por ser los presuntos responsables del delito de homicidio agravado, por haber permitido que murieran ocho personas en sus celdas, luego de que los detenidos iniciaron un incendio como protesta por el bloqueo de las visitas, la Fiscalía consideró que los hoy imputados Aleida Quiroz, subteniente, y los patrulleros Jorge Suárez y Gabriel Ruiz son un peligro para la sociedad, por lo cual pidió medida de detención.

Para la Fiscalía, los uniformados no cumplieron con su rol de proteger y ser garantes de la protección de la vida de las personas que estaban bajo su responsabilidad y, por el contrario, omitieron acciones para poder salvarle la vida a los detenidos que se sufrieron heridas graves que posteriormente les causaron la muerte.

Por este motivo, la Fiscalía le solicitó al juez de control de garantías de Soacha que imponga medida de privación de la libertad en contra de los policías y, además, que no se les conceda la detención domiciliaria como lo pidió la defensa de los policías.

A su turno, los abogados de las víctimas apoyaron la petición de la Fiscalía y también le solicitaron al juez que los uniformados los envíen a prisión para evitar que se fuguen y el caso quede en la impunidad.

Durante esta audiencia, la Fiscalía reveló nuevas pruebas que demostrarían que los policías que atendieron el caso del incendio dentro de la estación de policía de Soacha habrían mentido en sus reportes iniciales.

Dijo la Fiscalía que la comandante encargada de la estación dijo en su reporte inicial que no habían podido atender oportunamente la emergencia porque estaban atendiendo una revuelta de los familiares de los detenidos, pero el ente acusador reveló un video que contradice esta versión de la uniformada.

De acuerdo con la Fiscal, para el momento en que se presentó el enfado de los internos porque les negaron que sus familiares los visitaran, la estación de policía contaba con varios uniformados que pudieron impedir que el fuego se saliera de control.

Incluso uno de los sobrevivientes del incendio dijo que no supo en qué momento las llamadas se crecieron y por qué los policías no les abrieron la celda para evitar que se quemaran.

El fatal incendio que el 4 de septiembre de 2020 dejó ocho personas muertas en el CAI San Mateo en Soacha, Cundinamarca, ahora tiene a tres policías de esa estación en líos con la justicia. Se trata de la subteniente Aleida del Pilar González y los patrulleros Jorge Eliécer Suárez y Gabriel Ruiz Moreno.

La Fiscalía imputó los delitos de homicidio y tentativa de homicidio tras considerar que los tres uniformados permitieron, por omisión, el desenlace fatal en este incendio, aun cuando en sus manos siempre estuvo la posibilidad de salvarles la vida a las personas que estaban detenidas.

Dijo la fiscal del caso que una pequeña protesta por la suspensión de la visita en las salas de detenidos del CAI San Mateo se convirtió en una tragedia, gracias a una actitud “pasiva” de los uniformados, que incluso se burlaron de las personas detenidas, como quedó en evidencia en las declaraciones de los sobrevivientes.

“Los testigos entrevistados por la Fiscalía aseguraron que ustedes les gritaron “quémense” y además con ademanes les mostraban las llaves en señal de que tenían la posibilidad de liberarlos y no lo hicieron”, señaló la fiscal del caso.

La imputación se centró en las acciones en que incurrieron los patrulleros Suarez y Ruiz; además, las que dejó de hacer la subteniente Aleida, que en criterio de la Fiscalía fueron muy graves por cuanto ella tenía la facultad y potestad legal para ordenar a sus subalternos abrir las rejas, sacar a los detenidos y salvarles la vida.

“Usted, subteniente, no ejerció el control, a pesar de que tenía la posibilidad de hacerlo; ninguno corrió para salvaguardar la vida de las personas y un patrullero que portaba las llaves lo que hizo fue buscar una manguera”, dijo en la imputación la fiscal del caso.

La Fiscalía contó que fueron dos detenidos, con los alias Don Berna y Pecueca, los que iniciaron el incendio en el CAI San Mateo. Lo hicieron, según la fiscal del caso, con un encendedor que lograron ingresar gracias al “permiso” de los policías de custodia.