EVENTO
¿Qué periodismo debe hacerse en territorios de posconflicto?
Ciudadanos, estudiantes y líderes regionales del Tolima reflexionaron sobre la necesidad de un cambio en el periodismo para narrar esta nueva etapa del país.
Permitirles una voz más fuerte a las comunidades, hallar la verdad a través de la búsqueda de las fuentes primarias y construir verdaderos espacios de reconciliación fueron algunas de las conclusiones que dejó el foro ‘El valor de la comunicación en los territorios: medios, periodismo y sociedad civil’, realizado este mes en Ibagué en el marco de la presentación del segundo número del periódico ‘El Común’, un proyecto periodístico de Revista Semana.
El evento, que acogió el auditorio central de la Universidad de Ibagué, tuvo como propósito invitar a la reflexión sobre el papel de la comunicación local en el posconflicto y la construcción de paz desde los territorios.
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Antonio Melo, exdirector del diario El Nuevo Día, de la capital del Tolima, fue uno de los primeros en intervenir y explicó que “La formación de nuevos medios de comunicación siempre entraña riesgos y grandes retos”.
“La formación de nuevos medios de comunicación siempre entraña riesgos y grandes retos”, Antonio Melo, exdirector del diario El Nuevo Día.
Recordó cómo hace 25 años montar un periódico en Ibagué fue una odisea en la que pocos creían. Melo destacó la importancia del suyo o de cualquier medio en la búsqueda fundamental de darle voz a la sociedad. Además, remarcó que aunque fue objeto de 54 denuncias por calumnia e injuria, estas nunca fueron un motivo para desistir en el propósito de comunicar y de buscar la verdad.
Por ello pronosticó que la llegada de un periódico como El Común es una oportunidad para volver a poner los focos y los micrófonos en la comunidad, que es finalmente de donde debe surgir esa búsqueda de hechos pertinentes y certeros.
“En estos momentos donde se duda tanto de la información y lo que ahora se conoce como posverdad, que afecta tanto a la credibilidad, es necesario volver a las fuentes creíbles, a las fuentes que generan confianza y que permiten que el debate y la construcción de paz sean un proceso largo y costoso, pero que se puede llevar a cabo”.
Por su parte, Víctor Diusabá, editor general de El Común, explicó que este proyecto periodístico pretende llegar adonde los medios de comunicación llamados grandes no tuvieron acceso y tampoco el Estado pudo hacer mayor presencia. “El Común es un periódico gratuito que circulará mensualmente, que le apuesta a la ruralidad y que tiene 32 páginas con contenido diverso. Pero más allá de eso, lo que queremos es vincular a la comunidad, que los colectivos de comunicación participen y que la gente de a pie se sienta representada”, enfatizó Diusabá.
En ese sentido, también manifestó que El Común surge desde ese propósito de considerar la reconciliación como un valor importante dentro de la nueva realidad de construcción de país. Para Diusabá el periódico es una ventana abierta hacia las regiones que estuvieron estigmatizadas por el conflicto, “porque es hora de mostrar esas otras historias de construcción de una nueva sociedad”.
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Otro de los invitados al foro fue Alexánder Peña, director del periódico El Sureño, que circula en Chaparral y sus corregimientos aledaños. El periodista planteó que las iniciativas locales de información deberían tener un apoyo decidido por parte del Estado e hizo énfasis en que desde el 2002, cuando comenzó su proyecto, no ha sido fácil sostenerlo, y que es gracias al apoyo de los campesinos y de pequeños empresarios que puede mantenerse vigente.
También recordó que Chaparral, por ejemplo, escenario de grandes violencias en el pasado, hoy ofrece la oportunidad de construir un nuevo lenguaje y de asomarse a este territorio de una manera más tranquila.
La líder de la Red de Mujeres Chaparralunas por la Paz, Dagmar Lucía Hernández, precisó que la comunicación en esta zona del sur del Tolima no ha sido nada fácil, entre otras razones por las presiones de los diferentes actores armados del conflicto. “A nosotras nos ha tocado muy duro por el conflicto. De hecho, no podíamos hablar o reaccionar, pero a pesar de todo organizábamos marchas, plantones cuando había abusos o muertes. Iniciativas como las del periódico El Común nos están visibilizando y eso es importante, ojalá se mantengan”, pidió Hernández.
Un invitado que aportó datos cruciales al tema del foro fue Pedro Vacca, director de la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip. Uno de los estudios de su agremiación reveló que al menos tres millones de colombianos se encuentran en “zonas silenciadas”, es decir, lugares donde no hay medios de información o comunicación y si los hay estos dependen del Ministerio de Defensa. O lugares donde simplemente las emisoras se dedican únicamente a transmitir música.
Con respecto a la facilidad para ejercer las funciones periodísticas en las zonas apartada, Vacca explicó en Colombia todavía es difícil informar en ciertas regiones, porque si bien el impacto de un actor del conflicto ha disminuido, al menos en el caso de las Farc, hay otras organizaciones como las bandas criminales o neoparamilitares que también comenten actos violentos contra el derecho a informar. “Las agresiones en Colombia por una parte vienen de la confrontación, pero por otra de muchos actores de poder. El acuerdo de paz quita a una de las partes que genera violencia, pero no es la única”, enfatizó Vacca.
Como responsable editorial de El Común, Víctor Diusabá advirtió que el periodismo ha cambiado tanto como lo ha hecho el país, y por ello pidió defender la información por encima de la comunicación. “La información es la que sale del contacto con las fuentes. Desafortunadamente el periodismo se ha limitado a las fuentes oficiales, al comunicado oficial. Por eso, el mundo rural es la gran oportunidad para los diarios locales. El periodismo tiene que hacerse bajo las bases de toda la vida, porque si no acabamos en la posverdad”, recomendó Diusabá.
Finalmente, la líder social Dagmar Lucía Hernández hizo un llamado para que, con el posconflicto, se visibilice cada vez más el fenómeno de violencia contra la mujer. “Pedimos a los medios de comunicación que no nos dejen solas, las mujeres de esta zona estamos viviendo una situación angustiosa. Debemos lograr entre todos romper con la violencia de género. Por eso, necesitamos que los medios de comunicación nos acompañen en este propósito”.
Este proyecto periodístico es posible gracias al apoyo del Programa de Alianzas para la Reconciliación (PAR) de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y ACDI-VOCA, que tiene como propósito promover alianzas transformadoras que brinden oportunidades económicas y sociales y apoyen acciones de concientización y movilización en los territorios.