Francisco y Gabriel Santos no están en favor de la ministra de las TIC

Esta semana se definirá la suerte de la ministra de las TIC, Karen Abudinen, envuelta en un escándalo por la contratación de la Unión Temporal Centros Poblados, cuyo objeto era la expansión del internet a zonas rurales, pero la firma recibió $70.000 millones de anticipo y no adelantó las obras.

La funcionaria, de las más cercanas al presidente Iván Duque, enfrentará esta semana una moción de censura en su contra, una decisión compleja para el Legislativo porque el país tiene sus ojos puestos en uno de los escándalos más sonados de las últimas semanas.

El problema para la ministra es que ni siquiera los partidos cercanos al Gobierno parecen estar de su lado. En Cambio Radical, por ejemplo, la línea de Vargas Lleras –uno de los políticos más críticos– no está de su lado y lo más probable es que voten para que Abudinen se vaya del Gobierno.

Y en el Centro Democrático, partido del presidente Iván Duque, tampoco existe un consenso entre toda la clase parlamentaria. Por ejemplo, el congresista Gabriel Santos ya lanzó fuertes críticas contra la funcionaria. “Hay posiciones que cuestan, y esta puede ser una de ellas, pero mi convicción de exigir responsabilidad política y defender el dinero de los contribuyentes es más importante que las palmadas en la espalda entre políticos. La ministra debe renunciar”, dijo en su momento.

Su posición la volvió a validar este fin de semana cuando pidió a sus seguidores en Twitter tomarse el tiempo de leer la columna del exvicepresidente Germán Vargas Lleras. “Es insostenible que la ministra continúe en su cargo. Debe renunciar”. Y citó el título del escrito de opinión: “Nadie revisó, ni se enteró ni le importó”.

Pero la decisión de Gabriel va por la misma línea de su padre, el exembajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, también uribista. El exvicepresidente escuchó este lunes una entrevista en Blu Radio con Karen Abudinen y concluyó dos cosas: “La ministra no contestó nada y le van a dar el contrato a la ETB que no sé si está en capacidad. Acabarán subcontratando con quienes sí pueden entregar el servicio. Por entregar contrató a empresas de garaje”, expresó.

Aunque Abudinen dedicó este lunes a defenderse de las críticas ante la prensa, no parece convencer. Los argumentos de ella son válidos, pero los $70.000 millones a escasos cuatro días de la moción de censura siguen sin aparecer, pese a todas las decisiones del MinTIC.

Este escenario complica aún más su situación porque las elecciones legislativas están a la vuelta de la esquina y los congresistas saben que la opinión pública tiene el ojo puesto en la decisión que tomen frente a uno de los escándalos más mediáticos del momento. Del lobby político, las movidas de la ministra y las decisiones judiciales que puedan surgir durante la semana, dependerá que la funcionaria se sostenga en el cargo. De lo contrario, y en el peor de los casos, Abudinen podría renunciar antes de someterse a un escenario político del que no saldría bien librada.