¿Frita algunos alimentos y bota la grasa que queda en el lavaplatos? Cuidado: esto puede estar pasando en su casa

A millones de colombianos no les puede faltar entre los productos de la canasta familiar, el aceite vegetal, la mantequilla o algún tipo de grasa que le de ese toque criollo a la gastronomía de nuestro país. Los patacones, las empanadas, la mojarra frita, son algunos de los infaltables platos que necesitan de bastante aceite, solo por nombrar algunos.

Lo mismo sucede con los alimentos que se cocinan en sus mismas grasas, como la tocineta, un buen chicharrón o el churrasco. El problema viene después, a la hora de lavar los platos y las ollas: lo que hace la mayoría de las familias es agregar agua caliente al recipiente y dejar que la grasa se deslice por el desagüe del lavaplatos.

Durante generaciones se ha hecho mal esa tarea. La grasa no desaparece y al igual que sucede en el cuerpo humano –debido a que puede taponar las arterias– este material también puede solidificarse y tapar las cañerías de un apartamento o de la ciudad.

Si a esto se le suma que por el camino la grasa encuentra otros residuos, como pañitos húmedos todo genera una gran masa que tapa los ductos. Por eso, cuando menos se espera, las aguas se rebosan en la ciudad causando graves inundaciones.

El Acueducto de Bogotá inició una campaña para mitigar esta problemática, aseguran que al año los operarios de la empresa realizan 9.300 mantenimientos por emergencias para retirar estas bolas de grasa. Juana Camacho Otero, asesora del acueducto en la gerencia corporativa ambiental indica que solo una hora de alquiler de un camión con sistema de succión que es empleado cuando se presentan las emergencias le cuesta al distrito $700.000 pesos, lo que está generando gastos elevados que podrían ser direccionados para la ampliación de la red y otras necesidades que ayudarían al desarrollo del sistema de alcantarillado de la ciudad.

Esa grasa también afecta el ecosistema

Pero el taponamiento del alcantarillado no es el único problema que genera el eliminar el aceite y las grasas por los sifones. Esta grasa también está contaminado el ecosistema y generando que algunos animales y plantas mueran. Eso se da debido a que existen conexiones de agua lluvia y residual que llegan a ríos y quebradas.

Desde el acueducto explican que la liberación de aceites y grasas al medio ambiente y a los humedales generan contaminantes como la elevada Demanda Química de Oxígeno (DQO) que afectan el intercambio gaseoso, por lo que estas sustancias, una vez entran en el medio acuático, se difunden por la superficie reduciendo la oxigenación del agua y su calidad físico-química.

Así, una capa grasosa cubra las plantas y afecta su proceso de fotosíntesis lo cual automáticamente tiene repercusión en la fauna que interactúa con esta vida vegetal.

Según especialistas en el saneamiento de agua, una sola gota de aceite pude ser muy contaminante, “Un litro de aceite vegetal usado puede contaminar hasta 1.000 litros de agua, lo que representa la cantidad de agua que toma una persona promedio durante un año”, dice un documento de soporte Técnico Preliminar del Ministerio de Ambiente de Colombia que toma como referencia la estadística del Instituto Nacional de Tecnología Industrial de Argentina.

¿Cómo deshacerse de las grasas?

Lo ideal es que cada vez que tenga ese tipo de grasas la vierta en una botella plástica, que luego se puede disponer en puntos de acopio de este tipo de sustancias que están ubicados en centros comerciales, algunos conjuntos cerrados o barrios. En Bogotá, por ejemplo, el acueducto también esta instalando espacios de recolección.

Si aún no identifica los espacios donde dejar las grasas utilizadas, podría verterlo en la botella platica y dejarlo en la bolsa de residuos negros, aunque no sería lo ideal porque iría directamente a los basureros.

Por ese aceite, utilizado muchas empresas en el exterior, están pagando grandes sumas debido que es utilizable para la producción de biodiesel.