criminalidad
Frontera entre Colombia y Ecuador, bajo el azote de las mafias
Narcotráfico, minería ilegal, tráfico de armas y de migrantes, contrabando, alianzas entre carteles mexicanos, bolivianos y de Brasil están al orden del día en la frontera con Ecuador. SEMANA revela el más reciente informe de inteligencia de las Fuerzas Militares que prendió las alarmas entre las autoridades de ambos países.
La compleja relación con el régimen de Venezuela por cobijar a ilegales en su territorio y el impacto de estas organizaciones en esa frontera, en especial en la región del Catatumbo, hace que las miradas, cuando de crimen transnacional se trata, se dirijan a esa región. Ello ha eclipsado la bomba social que se vive en el límite con Ecuador, en la zona del Pacífico, donde confluyen carteles de Brasil, Bolivia y México, todos alrededor del negocio de las drogas, que ya no es exclusivo de Colombia.
Así quedó en evidencia con el más reciente caso de narcotráfico descubierto por las autoridades y que hoy tiene supuestamente en el ojo del huracán al papá de una reconocida actriz e influenciadora colombiana, que, según la Policía Antinarcóticos, sería el dueño del millonario cargamento decomisado en el puerto de Buenaventura, Valle del Cauca. Se trataba de una tonelada de cocaína lista para ser enviada a España, en donde el valor del cargamento superaría los 50 millones de dólares.
Lo particular del caso es que la droga provenía del puerto de Guayaquil, en Ecuador, e hizo tránsito hasta el puerto de Buenaventura. De no ser porque el cargamento fue delatado por una fuente, hubiera subido por vía marítima hasta España, y los narcos habrían coronado el millonario viaje.
Este caso puso al descubierto lo que viene pasando en la frontera entre Colombia y Ecuador, que se convirtió en una cloaca del crimen organizado. SEMANA conoció detalles del más reciente informe de inteligencia de las Fuerzas Militares y de Policía de ambos países en el que la radiografía de la situación en zona de frontera es poco alentadora.
Se detectaron entre 300 y 800 hombres de las estructuras armadas que allí controlan la criminalidad. El vacío de autoridad en algunas zonas ha permitido alianzas entre emisarios de los carteles mexicanos, como Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, representantes de la Segunda Marquetalia bajo el mando de Iván Márquez y el grupo de las disidencias de las Farc de Iván Mordisco, la guerrilla del ELN y hombres de los comandos de Brasil que delinquen con fuerza en Manaos.
El informe al que tuvo acceso SEMANA señala que por parte de Ecuador no se tienen identificadas grandes estructuras de crimen organizado; por el contrario, a diferencia de Colombia, en la zona de frontera hay auxiliadores, es decir, encargados de poner la logística para que los grupos ilegales puedan desarrollar sus operaciones clandestinas.
“Esos auxiliadores permiten que los criminales crucen de un lado al otro la frontera, les ponen logística, les permiten zonas de aprovisionamiento y entrenamiento para burlar a las autoridades”, señala el informe de seguridad nacional que conoció SEMANA.
Criminalidad al rojo vivo
Aunque la frontera con Ecuador es una de las más pequeñas en extensión (586 kilómetros si se compara con los más de 2.200 de Venezuela), los fenómenos criminales son igual de graves. El informe de inteligencia revela que se detectó que en la zona hay narcotráfico, minería ilegal, contrabando, tráfico de armas y de migrantes, explotación sexual, trata de personas, pistas clandestinas de aterrizaje de aviones y demás negocios que se desprenden de esta cadena criminal.
Se ha encontrado, por ejemplo, que los narcos controlan las vías fluviales. El río Putumayo y sus afluentes se convirtieron en los mejores aliados para el crimen organizado, pues atraviesan tres países convirtiéndolos en una ruta perfecta para el movimiento de toda clase de mercado ilegal sin ser detectados. Las autoridades reconocen que es imposible monitorear lo que se transporta en las embarcaciones que se mueven por los serpenteados afluentes de la zona.
Mar adentro, las autoridades de los dos países hallaron buques pesqueros que están sirviendo como abastecedores de combustible y logística para las embarcaciones cargadas con alcaloides con destino a Centroamérica, Estados Unidos y Europa. En tierra, el alto volumen de estaciones de gasolina en zonas donde no hay tránsito de vehículos indica que sirven para almacenar grandes cantidades de combustible, usado luego para la producción de cocaína.
Nueva ruta
SEMANA conoció la ruta utilizada para mover la tonelada de cocaína de la que hoy se habla. Fue camuflada en 34 tulas negras dentro de un cargamento de cacao, desde Tumaco, Nariño, una región con cerca de 10.000 hectáreas de cultivos de uso ilícito. De allí es trasladada en lanchas rápidas hasta el puerto de Guayaquil, sobre el cual ahora hay vigilancia especial de las autoridades debido a que desde hace un año y medio aproximadamente se ha evidenciado que sale la droga que llega por vía marítima a Buenaventura, Cartagena y Barranquilla.
En el ámbito internacional, los puertos que ya están bajo la lupa de las agencias de seguridad de otros países por el arribo de droga enviada desde ese enclave en la frontera con Ecuador son Amberes (Bélgica), Róterdam (Países Bajos), Valencia (España) y otros en Lituania, Francia y Alemania.
Para el envío de cocaína a estos países, según los informes de inteligencia, se señala que se estarían conformando alianzas en Guayaquil entre mafias albanesas, mexicanas, peruanas, colombianas y ecuatorianas.
Según el director de la Policía Antinarcóticos, general Ricardo Alarcón, desde hace más de un año se viene presentando ese fenómeno en Guayaquil y se está analizando el nuevo panorama, luego de que se detectara que la droga cargada en Ecuador proviene de Colombia, Perú y Bolivia.
Otras actividades criminales en zona de frontera con Ecuador, como tráfico de migrantes y de armas, minería ilegal y contrabando, entre otras, son temas de preocupación de la reciente cumbre de inteligencia Combifron (Comisión Binacional de Fronteras) entre Colombia y Ecuador, en la que los servicios de inteligencia de ambos países acordaron desarrollar actividades investigativas conjuntas para combatir estos fenómenos violentos que se están comiendo los más de 500 kilómetros de frontera.
Luego de sostener las reuniones durante dos años de manera virtual por los efectos de la pandemia, la semana pasada en Colombia se encontraron los organismos de inteligencia de ambas naciones en Bogotá, en donde se destaparon los problemas en la frontera.
Se acordó, según conoció SEMANA, que las Fuerzas Militares les apostarán a los equipos de tecnología de punta, como aeronaves no tripuladas y la inteligencia geoespacial. “El propósito es optimizar los hombres de la fuerza pública en tierra para no generar desgaste haciendo presencia en zonas donde se puede hacer uso de la tecnología”, indicó una fuente de inteligencia militar.