VALLE DEL CAUCA
“Fue una jornada de horror”: el triste panorama del día después de las protestas en Cali
La Alcaldía hace un recuento de lo que ellos llaman “el peor balance de orden público de los últimos años en la ciudad”.
“Es el peor balance en los últimos años en cuanto a orden público”, dice el secretario de Seguridad de Cali, Carlos Rojas, en medio de una rueda de prensa. Nadie lo refuta, porque basta caminar la ciudad de sur a norte para saber que tiene razón: el día después de las manifestaciones del 28 de abril, la capital del Valle parece que hubiera albergado una batalla campal con un gran nivel de destrucción.
Las estaciones del Masivo Integrado de Occidente, MIO, principal medio de transporte público de la ciudad, quedaron casi inservibles. Sobre la carrilera del bus único aún reposan los esqueletos de nueve articulados incinerados completamente. Cada uno cuesta alrededor de 1.500 millones de pesos.
Más adelante están los establecimiento comerciales. Todos con las fachadas destruidas, vidrios destruidos y mercancía saqueada. Grandes almacenes como Éxito, SuperInter, D1 y Justo y Bueno registraron las mayores pérdidas. Pero el caos también se trasladó a los barrios, a las comunas, donde pequeños comerciantes vieron cómo hordas de saqueadores se llevaba su trabajo y sus sueños. “Fue una jornada de horror”, insiste el secretario Rojas.
En las vías principales hay ríos de piedras, palos y barricadas, especialmente en inmediaciones de la Universidad del Valle, sur de la ciudad, donde se concentraron los principales enfrentamientos entre manifestantes y fuerza pública.
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Mientras eso ocurría, en la ciudad marchaban miles de personas en contra de la reforma tributaria. La mayoría de ellas pacíficamente. A pesar de los desmanes y saqueos que empañaron la jornada, Cali vivió este 28 de abril una de las movilizaciones más grandes de su historia.
Sin embargo, las buenas intenciones quedaron eclipsadas por el vandalismos, que asegura el alcalde Jorge Iván Ospina, no hay duda de que fue organizado y planeado por estructuras de las que aún no se tiene información. “No hay otra razón para lo que ocurrió ayer, los ataques casi eran paralelos en diferentes puntos de la ciudad”, dijo el mandatario.
En total, confirma la Alcaldía, fueron más de 80 establecimientos comerciales atacados, al menos tres bancos y cajeros quemados, instalaciones de la Gobernación, la Alcaldía y la DIAN destruidas, así como veinte cámaras de fotomultas derribadas y dañadas en su totalidad. “Terminamos en la noche con un balance muy triste, una ciudad vandalizada y horrorizada por todo lo que pasó”, sostiene Rojas.
La oficina de Catastro Municipal fue destruida en un 90 %, según el jefe de ese dependencia Fulvio Leonardo Soto. “Lo acaecido en el complejo CAM (Centro Administrativo Municipal) por donde se le mire es una afrenta a la democracia caleña y un mensaje al Gobierno nacional que debe pronunciarse ante estos hechos dolorosos y que debe tener en cuenta, que en muchas ocasiones las entidades territoriales no tienen la capacidad para controlar unos desmanes como los que se registraron en Cali”, dijo el funcionario.
Por su parte, Rojas agrega: “Sin lugar a dudas que hubo marchas que se comportaron a la altura de las circunstancias, pero hubo una intervención gigantesca de vándalos y delincuentes que terminaron atacando en la Gobernación, la Alcaldía de Cali, la DIAN, el sistema de transporte masivo con más de veinte buses vandalizados y gran parte de las estaciones quemadas. Es el peor balance en los últimos años en cuanto a orden público en nuestra ciudad generado por personas que, seguramente, diseñaron una estrategia para hacer de ayer una jornada de horror”.
El alcalde Ospina denuncia la presencia de grupos de extranjeros que participaron activamente en los saqueos e incluso señaló que varios de ellos fueron capturados y están en proceso de ser deportados.
Refuerzan seguridad
Como respuesta a los actos de indisciplina social derivados de las manifestaciones adelantadas durante el miércoles, más de 1.300 efectivos de la fuerza pública arribarán en las próximas horas a la capital del Valle del Cauca con el objetivo de reforzar los sistemas de seguridad, proteger las entidades públicas y garantizar la tranquilidad ciudadana, anunció el ministro de Defensa, Diego Molano.
Los refuerzos que llegarán a la ciudad (854 policías motorizados, 300 integrantes del Esmad y 450 soldados) se concentrarán en actividades de vigilancia y control en puntos críticos como Puerto Rellena, Sameco y la estación de Universidades para salvaguardar el patrimonio y la vida de los caleños.
Asimismo, ante los desórdenes registrados en varios puntos de la ciudad durante las movilizaciones convocadas por el Comité del Paro Nacional, el alcalde Jorge Iván Ospina decretó restricción en la movilidad y la ley seca a partir de las 3:00 p. m. del miércoles 28 de abril, hasta las 5:00 a. m. del próximo 2 de mayo.