“Fueron las noches más largas de mi vida”: el relato de la madre del patrullero liberado en Nariño

La Navidad no fue una fecha de celebración para la familia Blanco Rolong. Un día antes de la Nochebuena, el patrullero de la Policía Nacional Tomás Andrés Blanco Rolong había sido secuestrado por las disidencias de las Farc en el norte de Nariño, lo que, claramente, afectó a su madre, la señora Clara Rolong, quien rogaba por su liberación desde su casa en el municipio de Tubará (Atlántico).

La celebración vino tres días después, cuando la llamada que todos esperaban por fin sucedió: Tomás estaba libre. El uniformado fue entregado a una comisión de la Cruz Roja Internacional en zona rural del municipio de El Rosario. En un video grabado por uno de los asistentes de la liberación se ve a dos delegados del organismo internacional encontrarse con los hombres armados vestidos de camuflaje que tenían en su poder al patrullero.

Y aunque la liberación del uniformado no tardó demasiado, los días y las noches para su madre, la señora Clara Rolong, fueron eternos. En una entrevista con el diario El Tiempo, relató cómo fueron los últimos momentos que vio a su hijo antes de que partiera rumbo a Nariño, donde un peligro desconocido estaba esperando por él.

Según contó la señora Clara, de 49 años, Tomás se encontraba de visita en su pueblo natal (Tubará, Atlántico), sin embargo, fue llamado para reportarse a la Policía en el departamento de Nariño para la víspera de Navidad.

“Yo lo despedí en el aeropuerto de Barranquilla el 22 de diciembre (un día antes del secuestro) y seguimos en conversación hasta que me extrañó, porque él es cumplido: ‘mami, estoy por aquí’, ‘mami, mira el GPS’“, recordó la señora Clara.

La tranquilidad de la madre fue desapareciendo conforme avanzaron las horas en que no supo nada de su hijo. “Esa vez fue la noche más larga. Todas estas tres noches fueron las noches más largas de mi vida. Fue un tiempo oscuro, pero siempre con la fe y la esperanza puesta en Jehová que la luz iba resplandecer, como finalmente me lo cumplió”, agregó.

Aunque al principio intentó pensar positivo y atribuir la “desaparición” de su hijo a la escasa señal, el sentimiento cambió para mal cuando se enteró de que, en realidad, había sido secuestrado.

El momento de la liberación

La zozobra y el miedo duraron apenas tres días. Aunque parece poco, para su madre y demás familiares se trató de una eternidad. Durante este periodo, el drama por el secuestro de Tomás se había extendido por las calles de Tubará, donde sus habitantes fueron convocados para una velatón programada para la noche del domingo en la Plaza de las Madres.

Fue entonces cuando las plegarias se elevaron al cielo, cuando todos, en un mismo deseo, rogaban por la liberación del patrullero Tomás Blanco.

“Mi general se comunicó ya cuando lo tenían en su poder y ellos son los que me dan la razón. Nace en una llamada telefónica, fue la llamada más esperada y la más maravillosa que he recibido en toda mi vida. Agradezco a todo el pueblo de Tubará por ese gran apoyo”, recordó Clara Rolong.

“Mi general me lo pasó por una videollamada. Lo pude ver, lo pude escuchar. ¡Sí! Fue un momento muy emocionante. Yo lo vi y está bien, está muy bien, gracias a Jehová y gracias a todas las personas que hoy me dan esa felicidad. La institución, la Policía Nacional nunca me dejó sola…”, destacó la madre durante la entrevista con El Tiempo.

Tras un estrechón de manos con los hombres de la columna móvil Franco Benavides de las disidencias de las Farc, el patrullero fue entregado a los dos funcionarios en medio de un fuerte aplauso de 1.500 campesinos que hicieron una labor de garantes en el proceso de licitación.

De igual forma, el defensor del pueblo, Carlos Camargo, agregó que “las liberaciones en las cuales nuestros funcionarios han servido como garantes nos llenan de satisfacción. A la celebración por liberación del coronel Pérez en Arauca y de cuatro mujeres en Cauca, hoy se suma la del patrullero Blanco”.

Tubará prepara el recibimiento de Tomás

Después de las noches de drama, los habitantes de Tubará, Atlántico, se preparan para la alegría, por lo que ultiman los detalles para su recibimiento.

“Fue lo primero que le dije al general: ‘¡Yo quiero tenerlo aquí!’ Ya se está demorando. Puede estar llegando en la tarde (del lunes 27 de diciembre), la comunidad le está organizando la bienvenida y nosotros le tenemos su sancochito de zaragoza, ya se están ablandando, porque esas hay que darles candelita”, detalló la señora Clara.

“Mi amor, eres un guerrero, un valiente, aquí tus familiares te esperamos”, agregó la madre del patrullero, quien no pudo ocultar la información tras ser contactada por la Policía. Por su parte, Tomás Pastor Blanco, padre del uniformado señaló que no hay en sus corazones ni odio ni rencor en contra de los captores.