Nación
Fuertes operativos militares en Caquetá tras secuestro de un soldado, su esposa y su hija; el uniformado estaba de permiso
De acuerdo con el informe militar, el soldado se había graduado recientemente como soldado profesional.
A las disidencias de las Farc de Iván Mordisco le atribuyeron las Fuerzas Militares el secuestro de un soldado profesional, su esposa y su hija, ocurrido en el departamento del Caquetá. El uniformado, según fuentes militares, se encontraba de permiso cuando fue abordado por hombres armados que los obligaron a bajarse de la embarcación en la que se movilizaba.
El militar y su familia se movilizaban por el río Caquetá en una embarcación comercial en la ruta Puerto Arango y La Tagua, Putumayo. Según la información militar, el uniformado fue interceptado a la altura de Solano, Caquetá.
Fuentes militares indicaron que se desplegaron varios operativos para hacerles un cerco a los secuestradores del soldado Fabián Melo, quien hace poco se había graduado como soldado profesional y por dicho mérito se le había otorgado el permiso para que estuviera con su familia.
El secuestro de Melo revivió el caso de la sargento Karina Ramírez, quien fue secuestrada en el departamento de Arauca el año pasado por guerrilleros del ELN. La sargento viajaba a dicho departamento tras recibir la orden de traslado por sus superiores. La suboficial fue plagiada cuando se movilizaba con sus dos hijos menores de 10 años.
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En diálogo con SEMANA, la sargento Ramírez denunció que luego del secuestro ha sentido que el Ejército le dio la espalda y que en vez de apoyarla la han tratado como si ella fuera la responsable del plagio perpetrado por el ELN.
Además, criticó la actitud del ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien en su momento responsabilizó a la militar por el secuestro al decir que había sido imprudente. “Nunca me llamó (ministro de Defensa), ni siquiera el comandante del Ejército (general Luis Ospina). Ellos piensan que yo soy la culpable, ellos piensan que de pronto yo, pues no sé, me ofrecí o quién sabe. En ese momento me cuestionaba, pues me hacía esa pregunta y yo decía, pues no era mi culpa. Inclusive a la psicóloga le decía, doctora no entiendo qué es lo que en realidad está pasando”.
Agregó la uniformada que “me da mucha tristeza porque me han tratado tan mal la verdad y yo en algún momento le decía a la doctora, a la psicóloga, le decía: ¿qué diferencia hay entre las personas que me secuestraron y las personas que portan el mismo uniforme que yo porto? Cuando me han tratado tan mal, cuando no hacen sino humillarme, culparme”.
“Empecé a llorar, corrían lágrimas por mi rostro y me sentí impotente, juzgada nuevamente. Yo decía: ¿cuál fue mi culpa?, ¿cumplir una orden? Pues que digan que fue un acto imprudente”, dijo al referirse a las declaraciones del ministro Velásquez.
Frente al secuestro, dijo: ”No era fácil para mí que a mis hijos les pusieran una pistola en su cabeza y me dijeran, sargento, si usted no hace esto, ya inmediatamente le ponían a mis hijos la pistola en su cabeza o me la colocaban a mí.
Sobre por qué viajó por tierra a Arauca, explicó: “A la hora de la verdad todos los militares nos transportamos por nuestros propios recursos, el que tiene carro se va en carro y yo no tenía plata para los tiquetes aéreos, cada uno me costaba 800.000 pesos y eran por tres”.