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Fuerzas Militares reorganizan el funcionamiento de Comandos Conjuntos para atacar a grupos ilegales
Lo que buscan es fortalecer las operaciones militares contra los grupos al margen de la ley.
Este sábado 24 de agosto, desde el Comando General de las Fuerzas Militares, dieron a conocer que con el objetivo de fortalecer de manera más contundente las operaciones en favor de la defensa y seguridad de los colombianos, ha realizado un riguroso análisis de la misionalidad de los cinco Comandos Conjuntos.
Dicho análisis les permitirá optimizar las capacidades operacionales del Ejército Nacional, la Armada Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, lo que contribuirá a contrarrestar de manera más efectiva las amenazas que afectan el bienestar y el desarrollo de todos los ciudadanos.
Estas unidades militares conjuntas siguen siendo fundamentales en la estructura de las Fuerzas Militares y concentrarán sus esfuerzos en la defensa y seguridad del país a través del planeamiento y la evaluación del ambiente y contexto estratégico en cada una de sus áreas geográficas asignadas. Asimismo, brindarán apoyo esencial en la coordinación y sincronización de las capacidades de las fuerzas.
Este enfoque, basado en el contexto estratégico y en las atribuciones legalmente conferidas al Comando General de las Fuerzas Militares, les permitirá integrar las capacidades diferenciales de cada fuerza, facilitando una respuesta más eficaz ante las amenazas y desafíos en sus respectivos dominios.
El objetivo del mando es que las operaciones se conduzcan manteniendo la autonomía y los roles específicos de cada fuerza, sin perder la sinergia que exige un entorno operacional dinámico.
Aunque la responsabilidad operacional se asigna a los comandantes de cada fuerza según sus respectivos dominios, se continuarán realizando operaciones conjuntas, integrando las fortalezas y capacidades distintivas de cada una. Por su parte, el comandante general de las Fuerzas Militares mantendrá la responsabilidad de la estrategia militar, enfocada en la seguridad y la defensa nacional.
“Estos cambios también fortalecerán la capacidad de respuesta de nuestras Fuerzas Militares, asegurando que cada una pueda cumplir con su misión constitucional de manera óptima. Se mantendrán las líneas de operación definidas en el Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho, logrando un equilibrio entre la autonomía operacional y la integración de capacidades, lo cual siempre ha sido prioritario para el éxito de las operaciones conjuntas”, dieron a conocer por medio de un comunicado de prensa.
Los perros de las Fuerzas Militares
Narcotraficantes y disidentes de las Farc pusieron la lupa sobre el ejército de cuatro patas que está frustrando operaciones criminales en Colombia. Solo con el olfato, los animales han descubierto abundantes explosivos y toneladas de cocaína.
Las Fuerzas Militares tienen 1.966 soldados caninos expertos en antiexplosivos, antinarcóticos, rastreo, agilidad, desminado humanitario, búsqueda y rescate. En los enfilados hay pastor belga, pastor alemán, labrador retriever y golden retriever.
Para portar las insignias de la institución, la mascota debe superar doce meses de formación y estar activo siete años consecutivos. Durante ese tiempo, es custodiado de manera permanente por un uniformado, quien se convierte en su guía. Cuando el perro detecta un elemento peligroso, emite una señal que debe ser interpretada por la persona de compañía. Si se trata de una droga ilícita o material de guerra, está educado para acomodarse fijamente a un lado del hallazgo.
Su éxito depende del juego y la disciplina: “Si lo castigas porque no se quiso sentar sobre el explosivo, ahí empieza el daño. La formación es muy natural, pero responsable”, dijo el mayor Andrés Silva, director de Caninos del Ejército.
La efectividad de sus operaciones los ha puesto en el ojo de los delincuentes, pues han acabado con millonarios negocios de la mafia. Así lo han podido probar las unidades de inteligencia militar a través de interceptaciones telefónicas.
En medio de conversaciones entre criminales, han expresado la voluntad de pagar altas cantidades de dinero a cambio de asesinar a los animales que tengan mayores capacidades para encontrar armamento y cocaína. En los casos de mayor riesgo, la institución les ha puesto un escolta mientras duermen para evitar incidentes y ha ordenado modificar sus rutinas diarias para no quedar en evidencia ante las personas que quieren atacarlos.
Una de ellas es Canela, una poderosa perra que se ha convertido en el terror de las disidencias de las Farc en el Putumayo. Ella evitó un ataque aéreo que planeaban los delincuentes y ahora fue declarada objetivo de la guerrilla. Mientras que el olfato de París atormenta a los narcotraficantes que operan entre Colombia, Brasil y Perú. Con su presencia, las autoridades han descubierto más de 14 toneladas de marihuana y cocaína. Hoy ofrecen dinero por su muerte.
Los grupos armados ilegales han dedicado tiempo y dinero a aprender técnicas para despistar a estos animales, también con el propósito de usar sus habilidades para la defensa personal y la detección de minas antipersonales. “Ninguna tecnología ha podido reemplazar el nivel de olfato de un canino, y eso genera un impacto psicológico en el enemigo”, reconoció el mayor Andrés Silva, quien tiene la responsabilidad de los 1.966 caninos de la institución.