POLÍTICA
Fusiles, ametralladoras, misiles y morteros: el arsenal que las disidencias de las FARC le piden a Maduro
Aunque Márquez y Duarte están enfrentados por el control del narcotráfico, en esa pelea no entró Nicolás Maduro. Según la información revelada por SEMANA, el líder bolivariano juega con ambos bandos.
Las relaciones entre Nicolás Maduro y las disidencias de las FARC no solo son estrechas, sino cada vez más evidentes. Así lo deja al descubierto la información encontrada por las Fuerzas Armadas y la Policía en el computador personal de alias ‘Gentil Duarte’, uno de los más temidos jefes de esa guerrilla, y cuyo contenido reveló en su actual edición SEMANA.
Aunque al principio se especuló que Maduro era más afín a las disidencias de ‘Iván Márquez’, parece que juega a ambos bandos, es decir, que también tiene contactos con los hombres de ‘Gentil Duarte’.
A juzgar por el material encontrado, las disidencias de las FARC serían un ejército irregular al servicio del presidente de Venezuela.
Una comunicación del 3 de diciembre de 2020 informa que las disidencias han hecho un gran esfuerzo por mantenerse vigentes en el mundo, como lo hacían en tiempos de ‘Tirofijo’, ‘Alfonso Cano’, ‘Raúl Reyes’ y ‘Timochenko’. El documento se titula “Informe general, comisión internacional”. Allí, las disidencias de las FARC confiesan que han establecido “relaciones diplomáticas con Venezuela, Corea del Norte, Irán y Bolivia”.
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En lo financiero, es “fundamental fortalecer y priorizar el trabajo de Venezuela, ya que se logra un enlace directo con sectores de confianza con el actual presidente”.
En materia militar, la revelación es explosiva, pues hay “operaciones conjuntas de carácter estratégico” con Venezuela y los datos son específicos. Las disidencias de las FARC le solicitan al Gobierno venezolano permitirles la permanencia y el tránsito por el territorio de frontera de los estados Zulia, Táchira, Páez, Apure, Bolívar y Amazonas, “cumpliendo con los protocolos, rutas y mecanismos que se acuerden entre las partes, preservando los principios de clandestinidad y de seguridad nacional para el desarrollo conjunto de operaciones”.
Hablan de intercambiar información para “neutralizar operaciones de inteligencia y contrainteligencia de la inteligencia colombiana y norteamericana, grupos paramilitares, y de sectores contrarrevolucionarios venezolanos”. Sin embargo, lo más escandaloso es que de manera puntual le piden armamento al régimen de Maduro: “5.000 fusiles, 500 ametralladoras punto 30 o punto 50, morteros de 60 milímetros, sistemas antitanques, sistemas nocturnos, armas cortas, municiones para estas armas, granadas de manos, sistemas antiaéreos tierra-aire portátiles o de infantería, y lo relacionado con dotaciones de combustible (intendencia)”.
Los correos mencionan que las disidencias cuentan con 7.000 hombres y que esperan “triplicar” su fuerza en todo el territorio nacional. Se habla de una agenda pendiente, que incluye un relacionamiento con un general del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), así como de “gestionar y tramitar salidas de las cárceles”.
También dicen que está pendiente una comunicación con Bolivia. Además, proponen crear el Frente Internacional Raúl Reyes, en cabeza de Arturo Ruiz, el hombre que, según los investigadores, maneja las relaciones directas con el régimen de Maduro.
Las relaciones entre el líder bolivariano y las FARC no son nuevas. Sin embargo, no dejan de sorprender a una fuerza pública que deberá redoblar los esfuerzos para evitar que estos grupos armados no terminen afectando la seguridad de los colombianos.