Gastrobares
Gastrobares alzan la voz por nuevo decreto que les obliga a suspender su actividad en Bogotá
Son muchos los establecimientos que irán a la quiebra. Alexánder Amaya, dueño de Dynasty Galeria Bar, opina sobre los problemas que trae consigo la nueva decisión de la Alcaldía tras suspender la actividad de gastrobares.
La implementación del Decreto 055 de 2021 pone en jaque a más de un gastrobar. Son muchos los establecimientos de este gremio que están descontentos con la medida e incluso planean alzar su voz de protesta. La nueva norma establece que los únicos establecimientos gastronómicos que pueden funcionar son aquellos que expenden licor como complemento de platos principales servidos a la mesa.
“Es una medida que no nos ayuda en nada. El año pasado duramos nueve meses cerrados y el cuento de todo el mundo era el de reinventarse. Entonces nosotros pasamos de tener un bar de rock a un gastrobar que nos permitiera seguir en funcionamiento, pero aun así nos toca cerrar”, afirmó Alexánder Amaya, dueño de Dynasty Galeria Bar.
La noticia impactó drásticamente a los establecimientos que lograron cumplir con todos los protocolos de bioseguridad y que empezaron a funcionar tras el piloto de ‘Bogotá a cielo abierto’, una iniciativa de reactivación económica que buscaba la reapertura gradual de restaurantes y gastrobares al aire libre.
Según cifras de la Secretaría de Desarrollo Económico, la iniciativa iba a beneficiar a cerca de 8.600 negocios en más de 50 puntos de la ciudad. No obstante, el plan no dio los frutos esperados: “Hemos tenido muchos impactos fuertes. Justo cuando teníamos otra vez el aval de abrir, empezaron los toques de queda, la ley seca, las cuarentenas, y ahora esto”, mencionó Amaya para SEMANA.
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La nueva norma indica que únicamente los restaurantes están autorizados para funcionar y vender bebidas embriagantes solo si estas funcionan como complemento a platos principales servidos a la mesa.
Según Alexánder, su bar, que funciona desde el año 2006, está en la cuerda floja. Asegura que le ha tocado hacer trabajos externos para sostener su establecimiento. Además, afirmó que “para los arrendatarios también es malo porque ellos al principio estaban siendo muy flexibles y daban una comodidad de pago, pero este año dijeron que ya no podían más, que tenían que pagar impuestos y, tras del hecho, una sobrevaloración por el Metro”.
La nueva medida se implementó porque muchos de los establecimientos que tenían vía libre para funcionar estaban operando más como bares que como gastrobares. De hecho, se presentaron varios reportes de instalaciones que incumplieron la norma y decidieron vender licor al público sin ofrecer comida a la mesa.
“No todos los negocios incumplimos con la norma. Nosotros implementamos todo lo que nos exigía la Alcaldía y respetamos los protocolos de bioseguridad”, afirmó el dueño de Dynasty como llamado de atención para que no generalicen el incumplimiento de las normas por parte de los gastrobares.
“Más de 2.000 establecimientos habían hecho su adaptación y transformación a gastrobares. Eso requirió inversiones en distintos aspectos, como el montaje de las cocinas y la contratación de personal extra para cumplir la normatividad en Bogotá”, mencionó el presidente de Asobares, Camilo Ospina, quien le pedirá a la Alcaldía de Bogotá las nuevas exigencias para que los establecimientos puedan operar con normalidad.
Finalmente, varios miembros del gremio ya realizan manifestaciones en la capital para que la alcaldesa Claudia López extienda un auxilio para aquellos establecimientos que están al borde de la quiebra. “El Distrito no se ha comunicado con nosotros para buscar una solución o para saber cómo estamos. Solo he escuchado que ayudan a microempresas, y ningún gastrobar entra en ese beneficio”, dijo Alexánder Amaya.