JUSTICIA

Giro en la Corte Suprema, ¿por qué?

Tres magistrados terminan su periodo, entre ellos los dos que abrieron el expediente contra Álvaro Uribe. En la pelea por reemplazarlos hay mucho en juego, incluido el sucesor del fiscal general.

6 de enero de 2019
El magistrado José Luis Barceló y el senador Uribe han sostenido una dura pelea por cuenta del proceso contra el expresidente. Este año, el jurista termina su periodo. | Foto: Prensa corte suprema

El cambio de magistrados en las altas cortes suele siempre producir gran interés, pero en la Corte Suprema hace mucho no se veía una elección tan clave como la actual. En pocos días terminarán su periodo dos magistrados de la Sala Penal: José Luis Barceló Camacho y Fernando Castro Caballero, y dentro de poco se sumará otro más, Luis Guillermo Salazar Otero. Hasta el momento el proceso de selección avanza sin mucho ruido en el Palacio de Justicia. Sin embargo, tres circunstancias hacen que esta elección sea fundamental para el país.

La primera es el proceso contra Álvaro Uribe. Los dos magistrados salientes (Barceló y Castro) firmaron el auto que llamó a indagatoria al expresidente por presunta manipulación de testigos. Esta decisión produjo un terremoto judicial. Uribe ofreció su renuncia al Senado y durante meses el rumor de su detención estuvo latente. La pelea entre el uribismo y los magistrados evocaba los peores días del choque de trenes del gobierno de la Seguridad Democrática.

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En una salida inusual, la pelea entre Barceló y Uribe se trasladó a los medios y a Twitter. El magistrado acusó al expresidente de “utilizar todo un camino de desprestigio” y dijo que “se iba a poner en tela de juicio nuestro buen nombre”. En el mismo tono, el exmandatario afirmó en un trino que sabía que Barceló decía que “mientras Álvaro Uribe no esté en la cárcel no habrá reforma a la justicia”. El magistrado lo negó y aseguró: “No entiendo cómo ni para qué el senador se inventa semejante afirmación… Nunca he hecho ese comentario ni en público ni en privado. A palabras necias, oídos sordos”.

La salida de Barceló pondrá fin a esas tensiones y le quitará peso al argumento de Uribe según el cual existe una persecución judicial en su contra. Como el Congreso reformó la corte para garantizar la doble instancia, su proceso estará ahora en manos de Cristina Lombana, una nueva magistrada que viene de la Justicia Penal Militar. Por cuenta de esa reforma, la Sala de Instrucción a la que pertenece Lombana deberá investigar primero al expresidente y luego, si lo acusa, tendría que asumir su proceso la nueva Sala de Juzgamiento.

La elección de nuevos magistrados tiene un alto interés, pues el año entrante ellos elegirán el reemplazo de Néstor Humberto Martínez. 

Un segundo tema en juego tiene que ver con el escándalo que más ha afectado los cimientos de ese organismo: el carrusel de la toga. El Senado suspendió al magistrado Gustavo Malo y así redujo temporalmente la composición de la sala penal de ese organismo a 8 magistrados, mientras define la situación, lo cual podría tardar varios años. En ese contexto, aumenta la relevancia del voto de cada uno de ellos frente a los casos en juego como el de Uribe, la extradición de Santrich, el escándalo de Odebrecht y la mermelada, entre muchos otros.

Pero otro elemento despierta aún más interés en la cúpula de la justicia y en la Casa de Nariño. La salida de los magistrados tiene impacto en un tema fundamental. El próximo año la Corte Suprema de Justicia deberá elegir al nuevo fiscal general de la Nación. Por la coyuntura de Odebrecht y por el enorme poder que tiene ese cargo, la silla que hoy ocupa Néstor Humberto Martínez es la más codiciada.

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En ese frente, el gobierno no la tiene fácil. Al presidente le corresponde nominar a los tres candidatos para que la Corte Suprema elija a uno de ellos. Sin embargo, como el uribismo y las cortes tienen una relación tan mala, el temor de que devuelvan la terna está sobre la mesa. Hay que recordar que los magistrados se la devolvieron a Uribe en 2009 y dejaron al país con fiscal interino por casi un año. Desde ese momento la corte dejó de ser un convidado de piedra en esa elección. Si bien falta más de un año, muchos empiezan a hacer predicciones de quiénes podrían estar entre los candidatos y la elección de estos magistrados será clave para esa decisión.

Por eso, los tres puestos en juego producirán una pelea de titanes. Hasta el momento ya han avanzado las primeras fases de la elección y a comienzos de diciembre los magistrados escucharon a 55 candidatos en la ronda final. Si se tiene en cuenta todo lo que hay en juego, la elección está de ataque.