NACIÓN

Global Witness: Colombia es el país con más ambientalistas asesinados en el mundo

En Colombia se reportaron 65 víctimas fatales el año pasado, según la ONG Global Witness.

13 de septiembre de 2021
El ecosistema es bosque alto andino y allí es posible encontrar especies como zorros, zarigüeyas o armadillos.
Medio ambiente. | Foto: Stiven Londoño

De acuerdo con un informe de la ONG Global Witness, en 2020 hubo un total de 227 ambientalistas asesinados en el mundo, una cifra récord que tiene a Colombia como protagonista, ya que fue el país del mundo en donde más casos de este tipo se presentaron.

Según el informe de este lunes, casi tres de cada cuatro casos ocurrieron en América Central y América del Sur. Solo en Colombia se reportaron 65 de estos asesinatos, lo que convierte al país, por segundo año consecutivo, en el más letal para los ambientalistas.

Otros países como México (30), Filipinas (29), Brasil (20), Honduras (17) y otra decena de estados le siguen en el listado. Los centroamericanos Guatemala (13), Nicaragua (12) y Costa Rica (1) también figuran en el conteo, al igual que Argentina (1).

El informe destaca que las víctimas comparten varias características, entre ellas, que el 70 % trabajan para frenar la deforestación y que todas (excepto una persona) vivían en países en vía de desarrollo. Otro punto en común es que la tercera parte de los ambientalistas asesinados pertenecía a pueblos originarios.

En México, según el documento, los ataques aumentaron un 67 % frente a 2019. Uno de los casos más sonados fue el asesinato de Oscar Eyraud, uno de los líderes del pueblo Kumiai, que denunció por varios meses que una cervecera estaba acaparando el agua potable de su región. En septiembre de 2020 el hombre fue asesinado.

El informe señala que muchos gobiernos “no están protegiendo a los defensores ambientales: en muchos casos perpetran violencia contra ellos directamente y en otros podrían ser cómplices de empresas interesadas en silenciar a activistas”.

La organización se ha encargado de documentar estas estadísticas de 2012 y ha evidenciado que en los últimos tres años se han reportado más muertes que en las versiones anteriores del informe, pues mientras que en 2018 fueron 167 casos, en 2019 ya eran 212 y el año pasado, 227. Este año, el informe pone el foco en “las industrias que están causando la crisis climática y los ataques contra defensores ambientales”, como se titula el informe.

La ONG advirtió que la extracción de madera (23), la construcción de represas (20), la agroindustria (17) y la minería (17) son los sectores vinculados a la mayoría de los crímenes. “La exigencia de tener las mayores ganancias (...) al menor costo posible parece traducirse eventualmente en la idea de que quienes obstaculizan el proyecto deben desaparecer”, explicó en el documento el ambientalista estadounidense Bill Mckibben.

Costos del calentamiento global

Un estudio publicado en Environmental Research Letters advierte que los modelos económicos del cambio climático pueden haber subestimado sustancialmente los costos del calentamiento global.

Este tipo de proyecciones podría ayudar a los gobiernos a calcular los costos y beneficios relacionados con las políticas que se adelanten frente a las emisiones de gases de efecto invernadero.

El estudio que fue realizado por un equipo internacional de científicos encontró que el daño económico podría ser seis veces mayor para finales de este siglo frente a lo que se había estimado anteriormente.

De acuerdo con un comunicado del UCL (University College London), que participó en el estudio, los modelos utilizados anteriormente pudieron haber ignorado riesgos importantes y, por lo tanto, subestimar los costos.

El nuevo análisis señaló que la mayoría de los modelos usados se enfocó en daños a corto plazo, por lo que se concluyó que el cambio climático no tiene un efecto duradero sobre el crecimiento económico, a pesar de la creciente evidencia de lo contrario.

Sin embargo, los autores del estudio señalaron que es probable que los eventos extremos como sequías, incendios, olas de calor y tormentas causen daños económicos a largo plazo debido a su impacto en la salud, los ahorros y la productividad laboral.