Nación
Golpe a la ‘paz total’ de Petro: “El ELN no comparte esa visión”, asegura Antonio García, jefe de esa guerrilla
Antonio García habló de las negociaciones entre el gobierno de Gustavo Petro y la guerrilla del ELN.
El comandante máximo del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Antonio García, aseguró que es sumamente peligroso establecer plazos para alcanzar un acuerdo de paz y ha enfatizado que lo que el ELN busca es un gran pacto nacional. En entrevista con SEMANA, García abordó varios temas relacionados con las negociaciones de paz y la posición del ELN.
Sobre la visión de ‘paz total’ que tiene el ELN, García afirmó que su organización no comparte esa visión y no se siente vinculada con ese propósito. Explicó que el ELN es una organización alzada en armas por motivaciones políticas y sociales, y que los diálogos con el Gobierno tienen como objetivo construir un acuerdo político.
“El ELN no comparte la visión de ‘paz total’ y tampoco está ni se siente vinculada a ningún grupo con ese propósito. El ELN es una organización alzada en armas por motivaciones políticas y sociales; por eso, los diálogos con el Gobierno tienen el propósito de construir un acuerdo político en el cual la sociedad participe en el diseño de los cambios que el país requiere”, aseguró a SEMANA.
Respecto al tiempo que podría llevar firmar un proceso de paz con el ELN, García señaló que la “variable tiempo es una de tantas en un proceso de solución política. Las más importantes están referidas a la creación de las nuevas condiciones que se requiere construir para que los problemas largamente aplazados de Colombia puedan ser atendidos”.
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Afirmó que las condiciones necesarias para abordar los problemas pendientes en Colombia, como la democracia, la equidad y la justicia social, requieren de un tiempo considerable. “El gobierno de (Juan Manuel) Santos y el actual han dicho que construir transformaciones requiere mucho tiempo. Ojalá no sea tanto”, dijo alias Antonio García.
El máximo cabecilla del ELN también se refirió a la promesa del gobierno de Gustavo Petro de poner fin al ELN en tres meses después de asumir la Presidencia. Respondiendo a esto, García dijo que “No fue idea nuestra, como tampoco resultó de intercambio alguno. Ya estamos en el octavo mes de gobierno y apenas estamos en las primeras de cambio en los diálogos”.
En cuanto a la conveniencia de negociar en medio del conflicto o bajo un cese bilateral del fuego, García mencionó que esa fue la idea propuesta por el expresidente Juan Manuel Santos, pero luego hubo cambios en esa postura. Afirmó que en el tercer ciclo de negociaciones, que se llevará a cabo en Cuba, se discutirán temas como la participación de la sociedad y el cese bilateral, y esperan llegar a acuerdos al respecto.
Sobre la negociación con un gobierno de izquierda, García destacó que para el ELN no se trata solo de negociar con el Gobierno, sino también con el régimen político en general. En ese sentido, esperan encontrar disposición para abordar cambios más profundos que satisfagan las demandas de la población, especialmente de los desposeídos.
“No solo es una negociación con el Gobierno, sino con el régimen político; en ese sentido, esperamos encontrar disposición para buscar cambios más de fondo para que la gente no tenga que estar movilizándose cada mes porque no le cumplen lo acordado, que no se use la violencia por parte del Estado para tratar los conflictos sociales, que se acaben la privación de la libertad, la persecución y los asesinatos de dirigentes sociales. Una apertura a tratar estos temas facilitaría encontrar solución a otros problemas que son la razón de las luchas de la gente, sobre todo de los desposeídos y, a la vez, el fondo del alzamiento armado”, aseguró a SEMANA.
En relación con los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc en algunas zonas del país, García sostuvo que hubo un momento, entre 2009 y 2010, en el que lograron detener la confrontación con las antiguas Farc, pero luego, según García, surgieron alianzas con bandas paramilitares y grupos narcotraficantes. También mencionó la colaboración de algunos mandos desertados o desmovilizados que estaban trabajando con las fuerzas de seguridad del Estado.
“Luego vino la diáspora de ese proceso y alianzas que ya existían de estructuras de ellos con bandas de paramilitares y narcos; tomaron fuerza para intentar a sangre y fuego recuperar áreas que abandonaron en su desmovilización, volvió la imposición contra las comunidades, donde los intereses no son los de la causa popular. A este tipo de agresiones, en algunas regiones del país, nuestras estructuras han tenido que enfrentarse. De otro lado, varios de sus ‘mandos’, unos desertados o presos y otros desmovilizados en años anteriores, ya estaban trabajando con la inteligencia del Ejército y la Policía, hechos documentados en expedientes judiciales y de la Fiscalía”, dijo.
Por último, al ser preguntado sobre lo que les gusta y disgusta del gobierno de Gustavo Petro, García prefirió hablar de lo que le gustaría: “Que impulse los cambios para el bien de todos los colombianos, para hacer una Colombia más democrática, más equitativa y más justa”.