JUSTICIA
La conversación secreta en el caso de Julio Manzur
Testigo graba una reunión en la que un judicante del despacho de Gustavo Malo le dice que si se hace un pronunciamiento más en el proceso se despertaría un escándalo contra de la Corte. Para José Reyes Rodríguez el mensaje fue claro: "pasito con el señor Manzur".
Aunque la Corte Suprema de Justicia admitió que el escándalo que salpica a dos de sus expresidentes y a un magistrado en activo son la peor manifestación de corrupción que se conoce al interior del alto tribunal. A pesar de los cuestionamientos y las nuevas evidencias que engrosan los expedientes, el magistrado Gustavo Malo se sostiene en que no renunciará, lo que deja a la Corte sin otra alternativa que pedirle, por lo pronto, hacerse a un costado en los procesos que adelanta su despacho contra el excongresista conservador Julio Manzur y del senador de la U Musa Besaile.
SEMANA revela una nueva grabación dentro de las investigaciones que adelanta la Corte. Se trata de un audio secreto, grabado por el testigo José Reyes Rodríguez, a un judicante que le generaba serias sospechas. El joven en cuestión era el sanandresano Osbaldo Madariago, quien llegó a trabajar al despacho por la influencia del magistrado Gustavo Malo.
En contexto: "Me sacaron para que no se abriera investigación contra Musa Besaile”
En la grabación, que ya fue entregada a la Corte, queda en evidencia que el judicante buscó al magistrado auxiliar para recomendarle que revisara cada prueba, cada testimonio practicado en la investigación contra Manzur, ya que se venía supuestamente una intención de desacreditar a la comisión de investigación por irregularidades muy graves.
La información del escándalo en contra de la Corte la consiguió en una supuesta reunión familiar que tuvo lugar en la casa de su novia en Cartagena. Entre los asistentes estaban Wadith Manzur, hijo de Julio Manzur, y una señora llamada Ibeth Magali Manzur, hermana del procesado. También habrían participado una prima de Francisco Ricaurte. Ninguno se habría percatado que entre los asistentes estaba Madariago.
"Esto se va a caer porque esta injusticia va a acabarse. La Corte no va a cometer esa injusticia con nosotros. A mi se me hizo, es como para pararme, pero dije aquí nadie sabe... Comienzan a decir, tenemos datos específicos porque si esas personas en realidad hacen algo y no hacen lo que de verdad deben hacer, que se arme lo que se tenga que armar en esa comisión. Comienzan a decir que tenían grabaciones, fotos de lugares, que había plena conciencia de que habían dado una plata o habían hecho un tráfico de influencias para que se aportaran unas pruebas en el proceso para que condenaran a esa persona. La otra persona lloraba, una señora de nombre Ibeth Magali", se escucha en el audio.
Para este momento, el exparlamentario ya estaba detenido por parapolítica, y se avanzaba en la investigación para llevarlo a juicio. En uno de los apartes de la conversación, Madariago aseguró que bastaba con un pronunciamiento más para que comenzara a caer mucha gente.
"Gracias a Dios que tenemos las personas que van a apretar y van a sacar a la luz en el minuto que haya un pronunciamiento más en contra de eso, porque si eso trasciende más de lo que ha trascendido, se va a caer mucha gente. Así que podemos estar tranquilos, tenemos que estar con tranquilidad porque es solamente que den un paso en falso".
En su declaración ante una fiscal delegada ante la Corte, José Reyes Rodríguez explicó que desconfiaba del judicante. Explica que en varias ocasiones se le acercó hablando del nombramiento de Alfonso Bula en Fonade, y que incluso decía que tenía un cargo asegurado allá. Cuando Madariago le pide tiempo para comentarle un asunto, de inmediato toma la decisión de ponerle la grabadora.
Sin embargo, el tema a tratar fue el de Manzur. Y la conclusión que le dejó al exauxiliar es que el judicante venía a traer un mensaje claro: “pasito con el señor Manzur. Porque sino andaba pasito podía estallar un escándalo de enormes proporciones, algo que no iban a tolerar los magistrados del grupo”. Así llama Reyes Rodriguez a Leonidas Bustos, Francisco Ricaurte y a Gustavo Malo.
Osbaldo: Esté pendiente doctor porque allí hay gato encerrado. Ese gato encerrado que es... Yo se qué es lo que van a hacer, porque esa gente acostumbra a ser esa gente muy diplomática.
José Reyes: Qué es lo que acostumbran hacer?
Osbaldo: No tienen una forma de llegar al doctor Malo, al doctor Francisco y al doctor Leonidas? ombe
José Reyes: ...se ponen a hablar delante suyo para que usted traiga el cuento?
Osbaldo: Simple y sencillamente alguna persona van a encontrar, háganme el favor vaya donde Leonidas vaya a donde Malo y esto qué está pasando.
José Reyes: Van a dar quejas de alguien que está haciendo mal su trabajo?
Osbaldo: no serían quejas, serían acusaciones. Quejas puede tener cualquiera y sin pruebas, pero según lo que yo entendí ellos tenían.. el contexto en que se dio que era el momento como cuando una persona trae una noticia crimen nueva. Ojalá, ya tenemos todo, porque apenas se van en contra actuando de mala fe o se retractan de las malas impresiones y hacen que eso termine pronto o ahí se arma una tempestad porque esto no se va a quedar así".
Las declaraciones del exinvestigador de la Corte se convirtieron en pieza clave del escándalo que se adelanta por los supuestos pagos de excongresistas para frenar procesos en la Corte Suprema de Justicia. Sus sospechas alrededor del equipo que se fue conformando en el despacho de Gustavo Malo y su intempestiva salida de la Corte, son detalles que aparecen para hacer más fuertes las sospechas en contra de los implicados.
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"Revise las pruebas doctor y si es verdad, no puedo contaminarlo a usted porque hace parte de un cuerpo investigador, pero lo que percibí es una familia sufriendo, alegando que es una injusticia. Y es una injusticia, es que uno reconoce cuando las cosas están mal".
Aunque en medio del diálogo, José Ruíz Rodríguez le manifiesta de manera reiterada que todo lo que está diciendo carece de sustento y que parece basado en información muy "gaseosa", se oye la forma en que el judicante le insiste en que se trata de un escándalo serio que requiere que revise sus actuaciones. Incluso, cuestiona la labor que hubieran podido hacer los investigadores a su cargo dentro del caso.
Una vez estalló el escándalo de los sobornos, Julio Manzur y su hijo se presentaron ante la Corte Suprema de Justicia para asegurar que nunca intentaron torcer el proceso. Y que los únicos ofrecimientos que recibió de Gustavo Moreno, abogado que espera su extradición en la Corte Suprema de Justicia, fue la de prestarles sus servicios con honorarios superiores a los $2.000 millones. En varias ocasiones -explican- Moreno se acercó a través de Wadith Manzur para decirles que tenían una defensa muy débil. La conversación secreta pone en aprietos al exsenador Manzur.