Nación
“Gracias a Dios no hay muertos”: el conmovedor testimonio del gobernador de San Andrés
Everth Hawkins contó cómo se vivió el paso del huracán Julia y señaló que “todo pudo ser peor”.
La fuerza con la que llegó el huracán Julia hizo pensar lo peor. Los pronósticos de los especialistas eran el presagio de que podría ocurrir una verdadera tragedia por la fuerza de la naturaleza.
Sin embargo, Julia no se llevó todo y los habitantes de San Andrés y Providencia pueden contar con tranquilidad lo que ocurrió. Hay daños, pero todos con solución. El gobierno del presidente Gustavo Petro ya está al frente de la situación y se dará solución a quienes resultaron afectados.
En medio de todo este torbellino que duró un poco más de 48 horas, el gobernador de San Andrés, Everth Hawkins, se desahogó porque vivió horas de tensión previendo lo peor. “Tengo que darle gracias a Dios porque no fue grave, no hay muertos y eso debemos agradecerlo. Los pronósticos mostraban que este asunto sería grave y no ocurrió. Son cosas de Dios”, dijo el gobernador con voz entrecortada.
Sin duda, su devoción por el Arcángel Gabriel, mensajero del Señor, sirvió porque este domingo, 9 de octubre, solo se habla de afectaciones materiales y no hay pérdidas humanas. “Tenemos afectaciones en fluido eléctrico, cables que se cayeron, antenas de comunicación y árboles que no soportaron la velocidad del viento”, relató el gobernador.
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Sin embargo, con el paso de las horas, tiene un poco de molestia con algunos turistas que tomaron el paso del huracán como un juego y pusieron en riesgo sus vidas al intentar tener registros de la situación en la isla. “En la articulación con las autoridades se pudo coordinar el trabajo para evitar mayores afectaciones, se implementó el toque de queda y la población cumplió. Hubo indisciplinados por parte de turistas que lo tomaron en chiste”.
Pero esos indisciplinados finalmente fueron llamados al orden y resultaron acatando el toque de queda que se decretó para evitar, justamente, saldos trágicos por el paso del huracán. “Es que estamos sorprendidos porque lo que pasó es poco para todo lo que se esperaba, nuestra suerte hubiera podido ser peor”, dice el gobernador con un poco de alivio.
La normalidad se irá retomando poco a poco. El toque de queda se levantará, se abrirán los supermercados y las ferreterías para que los isleños solucionen sus principales problemas: el abastecimiento y algunas tejas y herramientas para arreglar las viviendas. “En el caso de las afectaciones graves tendrán un apoyo del Gobierno nacional por lo que se hará una caracterización”.
Para ello se instalará un Puesto de Mando Unificado con la presencia del presidente Gustavo Petro y varios de sus ministros, quienes llegaron a mediodía de este domingo para hacer una evaluación y recorrer la isla para verificar personalmente lo ocurrido.
El paso del huracán por San Andrés dejo daños leves. Dos lesionados, dos viviendas destruidas, 101 averiadas. Su paso por Providencia fue más leve.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) October 9, 2022
Apenas se restablezcan las operaciones aéreas llegarán las ayudas.
“Lo que sucedió es extraordinario, son cosas de Dios porque el ojo del huracán estuvo encima de San Andrés. Hubo mucho viento y brisa. En Providencia no hubo afectaciones, excepto techos y tejas que se corrieron”, revela Hawkins.
Sobre Providencia quedó claro que el paso del huracán fue a unos 170 kilómetros, lo que evitó una tragedia y el coletazo se alejó rápidamente. Este lunes, la normalidad a las islas volverá poco a poco, con algunas prevenciones y con el ánimo de tener todo listo para la semana de receso y aprovechas los turistas.
Al finalizar el día, el presidente Petro entregará un balance sobre su recorrido en San Andrés y se dará un censo sobre los daños materiales y cómo se ayudará a la comunidad.