NACIÓN
Greenpeace habla del día sin carne en Bogotá
La organización se refirió a la polémica propuesta que nació en el Concejo Bogotá, la cual busca declarar un día sin carne en la capital colombiana.
SEMANA conversó con Greenpeace Colombia sobre lo que piensan de la posibilidad de que en Bogotá se lleve a cabo una jornada denominada como el día sin carne. Precisamente, la discusión se centró en saber qué tan conveniente sería una jornada así, las ventajas y los beneficios para la salud de esta iniciativa, todo en el marco de la emergencia climática declarada y las acciones que llevarían a mitigar su impacto.
Silvia Gómez, directora de Greenpeace, habló con SEMANA y señaló que “los problemas ambientales no son solo ambientales”. En diálogo con este medio, señaló: “Yo creo que efectivamente es importante entender que los problemas ambientales no son solo ambientales. Es que la producción de carne como la venimos conociendo, la producción industrial de carne libera tantos gases de efecto invernadero en la atmósfera como los automóviles, como los aviones, trenes, los barcos, todas aquellas formas de transporte que funcionan bajo combustibles fósiles. Está comprobado que insta a la destrucción o tala de bosques que son también ecosistemas que atraen gases co2 y que tienen la capacidad de que el planeta se regule. En la medida en la que talamos bosques para poner pastizales y producir carnes a unas escalas inmensas le quitamos las posibilidades al planeta de absorber ese co2. Las cosas van cambiando. Si 42 millones de colombianos y otras personas adoptan eso, generaría un impacto importante. Es una medida pedagógica porque la emergencia climática ya no es una hipótesis, es una realidad. Hay sequías. hay inundaciones”.
Sobre este tema habló el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, quien expresó que iniciativas como un día sin carne forman parte de una estrategia demagógica que además pone en riesgo derechos como la libertad.
“A mí me parece que aquí lo primero que hay es una restricción de libertad; y segundo, una clara violación de los derechos que tienen los carniceros, los que trabajan en la ciudad de Bogotá, por el costo de la carne para poder trabajar, simplemente por politiquería, por demagogia que obviamente no conduce a nada, ni mucho menos a atenuar los gases de efecto invernadero, porque ni siquiera ese tema lo entienden bien los mamertos ambientalistas que usan el tema como ariete, como instrumento para golpear a otros sectores de la sociedad colombiana”, señaló Lafaurie.
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Silvia Gómez, directora de Greenpeace en Colombia también señaló que los efectos de los que habla es para la ganadería extensiva. Dijo que hay modelos de pequeña escala que no son nocivos sino regenerativos. “Sí tiene que ver con el modelo de producción. Tiene que ver con la industrialización, con la devastación de grandes extensiones de pastizales, de bosques. El 26% de la tierra en todo el mundo se usa para pastoreo de ganado. Y más del 33% para la producción de alimento de este ganado. Podríamos tener sistemas de menor escala, con menos impacto que ayuden a regenerar los bosques y la diversidad que estamos perdiendo en volúmenes tan grandes. En Colombia se produjeron, por ejemplo, 933 mil toneladas de carne en el país. En promedio un colombiano se comió en el 2019, 18.6 kgs de carne. Si un Colombiano se come esa cantidad y hace ahora una ligera modificación, pues le da una capacidad al planeta de regenerarse", expresó Gómez.
“Nadie dice que la forma en la que se produce la carne es mala. Hay que diferenciar una cosa de la otra. Hay modelos que sin duda contribuyen y que siguen abasteciendo la sociedad. El problema es que la promoción y el desarrollo de mas ganadería industrializada es lo que tenemos que frenar. Estamos yendo a una tendencia de aumento”.