ELECCIONES 2018

Petro sigue creciendo, pero ya no es el primero

El exalcalde de Bogotá ya no lidera la intención de voto, pero se mantiene como favorito a clasificar a la segunda vuelta. ¿Llegó a su techo?

25 de marzo de 2018
| Foto: fotomontaje SEMANA

Gustavo Petro ha sido uno de los más controvertidos alcaldes que ha tenido Bogotá. Hace dos años, cuando abandonó el Palacio de Liévano, lo hizo entre críticas y con un 60 por ciento de imagen desfavorable. En aquel entonces pocos le daban verdaderos chances de que pudiera llegar a la presidencia, incluso el fantasma de las presuntas inhabilidades se había posado sobre su aspiración presidencial.

El panorama, sin embargo, ha cambiado en cuestión de 24 meses. Ahora es uno de los candidatos presidenciales con mayores posibilidades de pasar a la segunda vuelta, tal como lo demuestran los principales termómetros de la campaña política.

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Por un lado, Petro ha crecido en las encuestas a tal punto que no solo llegó a liderarlas (fue primero en la medición de Invamer de febrero de 2018), sino que le saca una ventaja considerable al tercero en la contienda, en este caso Sergio Fajardo, con quien muchos quieren que se una antes de la primera vuelta.

De otro lado, su presencia en la plaza pública lo ha posicionado como el fenómeno de la campaña. Llena plazas y parques en las ciudades donde se anuncia, como si fuera una estrella de rock.

Vea la Gran Encuesta de marzo 2018

Cuestionario Gran Encuesta 15-03-2018 by Semana on Scribd

Entre otras porque su discurso le declara la guerra al establecimiento, a las mafias, a la clase política que siempre ha gobernado, al clientelismo. Aunque la bandera de la lucha contra la corrupción no es de su propiedad exclusiva, también la ha empuñado con fuerza.

La candidatura de Petro sigue creciendo en las encuestas, aunque no de la forma como hace un mes se advertía. Según la reciente medición de la Gran Encuesta Invamer para la alianza revista SEMANA, Caracol Noticias y Blu Radio, el exalcalde de Bogotá ocupa el segundo lugar en intención de voto (detrás de Iván Duque) con el 26,7 %. Creció tres puntos porcentuales más frente a la medición de febrero, en la que se ubicó primero.

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Entre una medición y otra, Petro ha sido protagonista frecuente de los titulares de prensa. No solo los llenos en Cali, Valledupar, Popayán o Pasto, sino que en una manifestación que lideraba en Cúcuta fue agredido en la camioneta en que se movilizaba. El candidato denunció los hechos ante la OEA y se presentó en Estados Unidos como el candidato contra el establecimiento, al que le querían impedir su ascenso a la vicepresidencia.

Petro, además, fue uno de los candidatos que midió su fuerza en las urnas. Participó en la consulta por la candidatura única de la izquierda contra Carlos Caicedo al que aplastó en votación. Sacó 2,8 millones de votos, la mayor votación de un dirigente de izquierda en toda la historia.

Una victoria a medias, pues Petro indirectamente se medía contra la consulta en la que estaba el candidato del uribismo, Iván Duque, que sacó 4,1 millones de votos.

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El capital político de Petro, tal como lo advierte la encuesta de Invamer, parece concentrarse en Bogotá, donde fue alcalde, y la costa Caribe, donde nació.

Entre los que respondieron que votarían por Petro si las elecciones fueran mañana, el 39,8 % se concentra en Bogotá, siendo el candidato con mayor respaldo en la capital. En la costa Caribe obtuvo un 34,9 %, aunque en esta región el ganador es Iván Duque (30,0 %).

Esto demuestra que los electores de Petro se concentran en Bogotá a pesar de su cuestionada administración, y varios sectores de la población capitalina hayan comenzado a valorar su gestión en distintos frentes, más allá de los que generaron controversia.

El hecho de que el botín electoral de Petro se concentre en Bogotá no es un asunto menor, y puede ser una ventaja con la que afronte las nueve semanas y media que restan para la primera vuelta.

Entre las tesis electorales hay una que ha cobrado relevancia en los últimos tiempos, y es que nadie llega a la presidencia de la república sin haber tenido la bendición del electorado capitalino. Aunque Petro no tiene el apoyo mayoritario, parte de primero en una plaza donde el voto de opinión es el que impera. Allí Petro tiene terreno abonado.

Pese a que su discurso contra el establecimiento, contra la clase política, en el que promete oportunidades a los que llama “excluidos”, Petro no se impone en las clases populares. Según la encuesta Invamer de marzo los estratos 1 y 2 favorecen a Iván Duque, pero es allí donde Petro saca mayor rédito, pues en la clase media y alta hasta pierde frente a Sergio Fajardo, por ejemplo.

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Más allá de la discusión de si estas fueron populistas o irresponsables fiscalmente, los subsidios o las iniciativas para lograr la cobertura total en educación, llegaron a las poblaciones más necesitadas. Incluso en mediciones objetivas, como la que busca determinar los avances en la reducción de pobreza multidimensional, se considera que la administración de Petro dio un paso importante. Según el proyecto independiente Bogotá Cómo Vamos, por ejemplo, en la administración Petro la infraestructura y la movilidad fueron dos grandes talones de Aquiles, en contraste con las políticas de disminución de pobreza. En los últimos años esta cifra se mantuvo en 8,7 por ciento y fue extraordinaria, pues en la historia reciente de la ciudad no había logrado bajar de dos dígitos.

En cuanto a la filiación partidista, los electores de Petro se concentran principalmente entre los de su movimiento que apoyó la lista de la decencia, donde el 87,6 % de los consultados ratificó su intención de votar por Petro.

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Pero también tiene capital en el Polo Democrático, partido del que fue candidato presidencial en 2010 pero al que abandonó tras el escándalo del carrusel de la contratación en Bogotá durante la administración de Petro. Según la medición de Invamer, el 63,5% de los que votarían por Petro pertenecen a la colectividad amarilla.

Petro también cuenta con un porcentaje de su potencial de electores en la Alianza Verde, pues según la encuesta el 24,3 % de los encuestados que declaró su filiación a este partido manifestó su intención de votar por Petro en la primera vuelta.

Esta circunstancia es significativa pues el Polo Democrático y la Alianza Verde tienen otro candidato presidencial, Sergio Fajardo, quien se impone entre la mayoría de los electores del Verde, pero que no tiene el respaldo entre el Polo.

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Pero donde la candidatura de Petro se fortalece es entre los jóvenes. El exalcalde de Bogotá le gana a los demás candidatos en la franja de ciudadanos entre 18 y 24 años con el 40,9 %, lo que significa que en el universo de los primivotantes, que según cálculos pueden estar entre el millón y medio de votos, Petro llevaría la delantera.

Eso podría explicarse en que su campaña está orientada a temas que no se relacionan con grandes relatos, sino que se deben a causas contemporáneas: los animales, el agua, las minorías, el cambio climático, entre otros.

Para Petro, el espacio para crecer en lo que resta de campaña está entre el sector de los indecisos, que según la encuesta se ubica en aproximadamente un 17,4 % de la población. Allí es donde pretende cautivar con un discurso contra la clase política tradicional y atraer a quienes históricamente se han abstenido de participar en las decisiones electorales.

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El crecimiento de Petro en las encuestas ya es tendencia, sin embargo la gran pregunta que surge es si alcanzó su techo tras la consulta del 11 de marzo, donde obtuvo la mayor votación de un dirigente de izquierda en toda la historia, o tendrá espacio para crecer.

Si bien esa tendencia lo ubica como el segundo cupo para la segunda vuelta, no le da mayores posibilidades de ganar la presidencia en la primera vuelta, a diferencia de Iván Duque, quien se perfila como su mayor contradictor.

Sin embargo, Petro es de odios y amores, parece que no admite tintas medias. Según la medición de Invamer es, después de Piedad Córdoba (63,6 %), el candidato presidencial con mayor imagen desfavorable, 43,6%, casi igual que su imagen favorable, 42,9 %.

En nueve semanas y media que faltan para la primera vuelta es probable que Petro siga llenando plazas y a la hora de los debates pueda descollar gracias a su amplia experiencia como parlamentario, sin embargo cualquier nuevo despunte del candidato de la Colombia Humana pueda generar reacciones en contra que puedan favorecer al candidato del uribismo.

Aunque la encuesta Invamer ubica a Petro en la segunda vuelta, no lo da ganador frente a Duque ni frente a Fajardo (ver artículo), por el contrario solo registra apretadas victorias frente a Vargas Lleras y De la Calle, según los escenarios planteados.

Petro sigue creciendo, pero ya no es el primero de las enucestas ¿alcanzó su techo?

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