Gustavo Petro: mujeres, política y disputas

La carta de renuncia de quien fuera la fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, Ángela María Robledo, a la Colombia Humana, por violencia machista y política, puso en evidencia las divisiones en ese movimiento y sacó a la luz las diferencias que en el pasado ha tenido ese líder político con las mujeres.

La pregunta que muchos se hacen es hasta dónde el senador, que buscará la Presidencia de nuevo en 2022, respeta el feminismo. Robledo se quedó sin espacio en la colectividad y dijo que, por su condición de feminista, fue duramente atacada desde algunos sectores de la Colombia Humana.

Su renuncia fue un golpe bajo para el petrismo. La representante a la Cámara habló de ciertas fisuras, de cómo se organizaban reuniones sin invitarla y cómo la terminaron apartando. Las agresiones se dieron mediante redes sociales por parte de activistas que apoyan a Petro y que conforman lo que muchos califican como ‘bodega’. Pese a sus diferencias con el excandidato a la Alcaldía Hollman Morris y con Armando Benedetti, Robledo aseguró que ellos no son los protagonistas de la violencia ejercida en su contra. “Si fuera así, los hubiera denunciado con nombre propio”, explicó.

Los ataques a la segunda figura más importante de la Colombia Humana no son nuevos. Desde tiempo atrás ella venía recibiendo maltratos y esperando que fueran rechazados con contundencia por parte de Petro, pero no fue así. Las agresiones iniciaron en la pasada campaña a la Alcaldía, cuando rechazó ser la candidata del petrismo y decidió respaldar la candidatura de Claudia López. Petro le dio su respaldo a Morris, y Robledo se apartó de dicha decisión debido a las denuncias contra el entonces candidato Morris por presunta violencia intrafamiliar hacia su exesposa Patricia Casas. “Ella saltó a los verdes, pero su retorno fue difícil, al menos entre las bases”, contó la concejala Susana Muhamad, cercana a Petro. Solo hasta esta semana Petro fue realmente contundente en exigir respeto por Robledo, quien ahora seguramente será precandidata presidencial en la Alianza Verde, movimiento donde militó en el pasado.

Su salida dio origen a una fuerte controversia debido a las diferencias que ha tenido Petro con otras mujeres que lo han respaldado durante su carrera y que terminaron distanciadas de él. Claudia López es una de ellas. Aunque lo apoyó en la segunda vuelta presidencial frente a Iván Duque, hoy es su más férreo opositor.

Petro también se distanció de María Mercedes Maldonado, quien fue su secretaria de Hábitat en la Alcaldía. Maldonado no le perdonó que le hubiera dado el aval a Morris, en medio de las denuncias por presunto maltrato. Ella consideró que eso era incoherente. “Petro no estuvo dispuesto a compartir el control político del movimiento con ella [Ángela María Robledo], y creo que no lo hará con nadie. Para mí, ahí está el problema de fondo”, dice Maldonado, quien no obstante destaca que en la Alcaldía de Petro se creó la Secretaría de la Mujer.

Maldonado protagonizó un enfrentamiento público con Petro tras renunciar a la asesoría que tenía con Claudia López para el nuevo POT. “Lo único que hoy mantenía puentes de comunicación con la Alcaldía de Claudia era el tema ambiental. La renuncia de María Mercedes Maldonado parece mostrar que este puente también lo levantan…”, dijo el exalcalde de Bogotá. De inmediato, María Mercedes le respondió: “¿Cuáles puentes? Yo no tengo ninguna comunicación con usted desde que renuncié a la Colombia Humana. Sin oportunismos, por favor”.

Diana Otavo, asesora de comunicaciones de Gustavo Petro desde la campaña a la Alcaldía de Bogotá, se hizo igualmente a un lado de la Colombia Humana en 2016. Fueron cercanos, pero tomó distancia porque no apoyó el proceso de paz y por su contradicción frente al aval político a Morris sin ningún tipo de consulta.

“Nuestros últimos encuentros fueron muy fuertes en Twitter hasta que decidí bloquearlo y continuar mi camino…”, narró la activista. Recordó Otavo cómo Ángela María Robledo aguantó, como ella, una andanada de ataques virtuales porque con un grupo de mujeres se opusieron a la decisión de Petro de apoyar a Morris a la Alcaldía de Bogotá. “La posición fue bastante fuerte por miembros muy cercanos a la Colombia Humana…”, añadió.

Lo cierto es que este tipo de diferencias han llevado a Petro a un desgaste innecesario con un sector de feministas que lo ha respaldado. Mar Candela, ideóloga del llamado feminismo artesanal en el país, ya no confía en lo que promulga el dirigente. “No creo en el feminismo de Petro. Me da la sensación de que solo es de oídos abiertos cuando le interesa mover la fuerza política para los votos; él solo escucha a las mujeres cuando le dicen lo que él quiere escuchar. Y si le dicen lo contrario, no les sirve”, dijo.

Quienes han trabajado con Petro lo definen como una persona difícil, compleja, distante, egocéntrica; “pero no es misógino”, afirmó la senadora Aída Avella, quien reconoció que en la Colombia Humana, como en todos los partidos, también pueden darse brotes de machismo. Es más, en una plaza pública, Petro goza de una habilidad para conectarse con las personas; sin embargo, la comunicación interna con su gente no fluye de la misma manera. No tiene teléfono celular y el puente para ubicarlo es su secretaria, confesó el senador Gustavo Bolívar. “Uno puede durar días, semanas, sin hablar con él”, añadió.

En defensa de Petro, algunos dicen que es importante revisar su lista al Concejo, conformada por Ana Teresa Bernal, Susana Muhamad, Ati Quigua y Heidy Sánchez.

En la Colombia Humana hay inconformidad por la forma en que Robledo dejó el movimiento. “No era la manera, y más con mentiras”, aseguró Bolívar. Si la razón fue por los ataques en redes, según él, más de uno habría renunciado. “La paradoja es que se va a donde Claudia López, que sí la trató mal”, dijo Bolívar, al recordar los choques de la hoy alcaldesa con Ángela María hace unos años.

Aunque Bolívar asegura que la salida de Robledo no deja un vacío electoral enorme en el petrismo, Susana Muhamad cree lo contrario. La carta de Robledo despertó una solidaridad generalizada en un sector del país y en el ambiente quedó la sensación de que en la Colombia Humana no hay espacio para el feminismo. Sin embargo, tampoco se puede desconocer que al lado de Petro trabajan mujeres valiosas, como la senadora Aída Avella, la concejala Susana Muhamad o la representante María José Pizarro, y muchas otras, que sin duda entrarán a llenar el vacío que dejó Ángela María Robledo.