Elecciones
¿Gustavo Petro o Fico Gutiérrez? Así está la pelea por la Presidencia entre los dos candidatos favoritos
Gustavo Petro y Federico Gutiérrez se consolidaron como los dos candidatos de mayor votación y con más opciones de llegar a la presidencia. El uno es el opuesto del otro. Las alianzas serán claves para la primera vuelta. Cualquier error puede salir muy caro.
Cuando faltan apenas 71 días para que los colombianos asistan a las urnas a la primera vuelta presidencial, el país se debate entre Gustavo Petro y Federico Gutiérrez. Uno de los dos podría ser el próximo presidente de Colombia. El resultado de las consultas, el domingo pasado, los consolidó como los dos candidatos más votados y con mayor opción electoral.
El Pacto Histórico, de Petro, obtuvo 5.573.894 votos, mientras que el Equipo por Colombia, de Fico, llegó a 3.987.120 votos. Mientras tanto, Sergio Fajardo, quien ganó la candidatura de la centroizquierda, se desplomó y solo obtuvo, a su nombre, 723.084 votos. El golpe fue tan fuerte que Francia Márquez lo sobrepasó con 783.160 votos. La Coalición de la Esperanza tuvo apenas poco más de 2 millones de votos, convirtiéndose en un verdadero fracaso para Juan Manuel Santos, su principal padrino.
Ingrid Betancourt y Rodolfo Hernández no participaron en las consultas. Sin embargo, Ingrid ha estado muy activa en los debates y se ha proclamado la representante del verdadero centro. Hernández, por su parte, frenó en seco su campaña, fue a visitar al papa Francisco, decidió alejarse de los medios y no recorrer el país. Hoy su candidatura luce un poco desinflada. Tendrá que hacer mucho más que videos en TikTok.
A partir de ahora se librará una intensa batalla por el voto de opinión, los apoyos en la centroizquierda y las alianzas. De hecho, tanto Petro como Fico anunciaron una jornada de reuniones para buscar apoyos en partidos políticos, expresidentes, organizaciones sociales, gremios, sindicatos y maestros. Por ejemplo, los dos candidatos ya se reunieron esta semana con el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, jefe de Cambio Radical, quien a propósito declinó participar en la contienda ante los contundentes resultados de Fico Gutiérrez y su coalición.
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Fueron reuniones extensas y en las que Vargas Lleras los escuchó y les expresó lo que espera su colectividad del nuevo presidente de Colombia.
Aunque no hay decisiones tomadas, se espera que Vargas Lleras apoye al exalcalde de Medellín, dado los reparos que siempre ha tenido frente a Petro y el modelo de país que propone. En 2018, Vargas Lleras fue un opositor frontal de Petro en la campaña presidencial y, desde su columna dominical en El Tiempo, viene criticando las propuestas del líder del Pacto Histórico.
Por los lados de César Gaviria y el Partido Liberal hay una división. Algunos líderes y congresistas ya están con Petro. Pero otros han hecho sentir su voz argumentando que la colectividad debe apoyar a Fico Gutiérrez, pues desde hace muchos años no se identifican con lo que representa el líder del Pacto Histórico. Fico se reunirá el próximo miércoles con el expresidente Gaviria.
El jefe del Partido Liberal ya tuvo un encuentro con Petro antes de las elecciones del domingo pasado. Gaviria vive hoy un verdadero dilema, pues Petro propone todo lo opuesto a lo que ha significado su legado. Las ideas del candidato sobre eliminar las EPS, la independencia del Banco de la República, los fondos de pensiones, las concesiones petroleras, los tratados de libre comercio y la apertura económica van en contravía de las tesis que Gaviria siempre ha defendido desde que fue elegido presidente en los años noventa.
Para apoyar a Fico Gutiérrez, el expresidente y su partido tendrían que llegar a unos compromisos programáticos con garantías de cumplimiento. Al fin y al cabo, por más diferencias que haya, no debería existir, por lo menos ideológicamente hablando, ninguna que sea irreconciliable.
Gaviria y los liberales tendrán que tomar una decisión. La jugada con Alejandro Gaviria les salió mal, pues de ser su candidato pasaron a chocar públicamente y su reconciliación pocos días antes de las elecciones no fue suficiente.
La maquinaria no les caminó a los Gaviria y el exrector de la Universidad de los Andes quedó de penúltimo en la coalición Centro Esperanza, con solo 336.385 votos. Además, salió golpeado y señalado por todos sus compañeros de coalición por sus alianzas no solo con los liberales, sino con otros políticos tradicionales. Íngrid Betancourt incluso le dio un portazo a la Centro Esperanza luego de dejar en evidencia públicamente lo que estaba haciendo Alejandro Gaviria. Ahí empezó la debacle de la centroizquierda en esta elección.
El caudal electoral del Partido Liberal será fundamental para definir quién será el nuevo presidente, así como ocurrió en 2018 con Iván Duque en la segunda vuelta. Después del domingo, esa colectividad se consolidó como la tercera fuerza política más grande en el Senado y la segunda en la Cámara. Es innegable que quieren incidir en la elección del nuevo presidente. ¿Petro o Fico? Esa es la pregunta que ronda en el liberalismo.
Otra colectividad que será decisiva será el Centro Democrático, absolutamente opuesta a las tesis de Gustavo Petro, y que consultará a su militancia sobre cuál candidato se debe apoyar. Aunque los críticos y opositores de Fico Gutiérrez lo quieren encasillar como el candidato de Duque y Uribe para mostrarlo como el continuismo, los argumentos de que esto es una falsedad saltan a la vista.
Fico se inscribió por firmas y participó en la consulta donde no estuvo Óscar Iván Zuluaga. Hoy no tiene ningún puesto en el Gobierno Duque e incluso el presidente le ofreció, al terminar su alcaldía con altos niveles de popularidad, ser su ministro de Defensa, y él no lo aceptó.
Sobre Zuluaga, otra evidencia a favor de Fico es que renunció a su candidatura el pasado lunes y anunció su apoyo al candidato de la coalición Equipo por Colombia, pero el Centro Democrático aclaró en un comunicado que esa decisión fue personal y no compromete a la colectividad.
Pese a todo esto, es claro que el uribismo podría apoyar, y solo en el marco de una gran alianza de partidos, a Fico, quien ha sido un defensor de la seguridad, las libertades y la democracia.
En todo caso, el Centro Democrático estaría dispuesto a respaldar a cualquier candidato que sea viable para derrotar a Petro en las urnas. Después de las elecciones del domingo y el debate de la gran alianza de SEMANA y El Tiempo, Fico se perfiló como la carta más fuerte para lograr ese objetivo. En el uribismo saben que el exalcalde de Medellín no es propiamente un uribista, pero respeta al expresidente Álvaro Uribe y a su partido.
De hecho, Fico ha anunciado que, de llegar a la presidencia, haría todo lo posible por no inmiscuirse en las peleas de los expresidentes y por dejar atrás la polarización y los odios.
También se da por descontado que el exalcalde de Medellín, quien es reconocido por no ser sectario en sus posiciones, no está dispuesto a ser matriculado con ningún partido o movimiento en específico, sino que busca la unidad y confluencia de sectores de distinta procedencia ideológica.
¿Y Petro?
Gustavo Petro, quien siempre ha ejercido la oposición y ahora quiere ser Gobierno, ha tenido las encuestas a su favor y durante toda la campaña, en el último año ha sido el favorito. Su propuesta ha logrado posicionarse entre millones de colombianos que quieren un cambio. Su caudal electoral, que quedó al descubierto el domingo pasado, demuestra que, pese a ser el puntero en la intención de voto, también tendrá que trabajar fuertemente en alianzas porque hoy lo único que tiene fijo entre sus manos es el tiquete a una segunda vuelta.
Asimismo, cuenta con una fuerza política sólida, aglutinada en el Pacto Histórico, que dio la sorpresa al obtener el primer lugar en Senado y una gran votación en Cámara. Aunque no tendrán aseguradas las mayorías de manera automática, a nadie le cabe duda de que el Pacto Histórico será un gran protagonista en el próximo Congreso. Si Petro no es el presidente, al que resulte elegido le espera una oposición feroz.
Así como Fico Gutiérrez ganó la Alcaldía de Medellín de manera independiente, llegó a esta campaña presidencial. Sin embargo, en su coalición tiene fuerzas políticas determinantes y con fuerza electoral como el Partido Conservador, el Partido de la U, la mayoría del voto cristiano y los votos de opinión de Enrique Peñalosa, además de la fuerza Char en la costa Caribe, la única capaz de hacerle contrapeso a Petro en esa región del país. Todos ya cerraron filas en torno a su candidato presidencial.
Petro, por su parte, se la está jugando con el Pacto Histórico, una amalgama de fuerzas de izquierda en la que confluyen el Polo Democrático, la Unión Patriótica y el Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais). Las bases de la Alianza Verde están fracturadas y hoy no es claro cuántos congresistas y militantes están con Fajardo y cuántos con Petro. O incluso si algunos de ellos ya se subieron al bus de Fico.
Es la primera vez que el candidato del Equipo por Colombia aspira a la presidencia, fue concejal y alcalde de Medellín. Mientras que Petro ha sido concejal, congresista, alcalde de Bogotá y lleva tres campañas presidenciales. Fico es paisa, y Petro nació en Ciénaga de Oro (Córdoba) y se crio en Zipaquirá.
Las historias de vida de ambos candidatos, hoy favoritos a la presidencia, son diametralmente opuestas. Mientras Fico surgió de los movimientos juveniles en Antioquia, Petro perteneció al M-19 y se acogió al proceso de paz. Como exalcalde de Medellín, Gutiérrez se destacó por sus resultados en seguridad y fue uno de los mandatarios locales con mayor aprobación en el país. El líder de la Colombia Humana fue un congresista brillante, autor de debates inolvidables sobre la parapolítica. Su gestión en la Alcaldía de Bogotá fue polémica y aún hoy divide las opiniones.
Ambos han sufrido amenazas de muerte muy serias por lo que han hecho como servidores públicos. Fico vive una ola de apoyo a su favor, teniendo un reconocimiento muy inferior al de Petro. Según la más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría para SEMANA, publicada el 5 de febrero, Petro tiene 95 por ciento de reconocimiento, mientras Fico registra 52 por ciento, casi la mitad de su contendor. Eso quiere decir que el candidato del Equipo por Colombia tiene un amplio margen para crecer y, sin duda, ese indicador debió moverse hacia su favor esta semana después de conocerse los resultados de las elecciones que lo convirtieron en el principal rival de Petro. Falta ver cómo incide esto en su favorabilidad, ya que el candidato del Pacto Histórico tiene uno de los desfavorables más altos (44 por ciento). Fico tiene el 23 por ciento de desfavorabilidad.
El gran fortín electoral de Petro se concentra en la costa Caribe, el Pacífico y Bogotá, donde la mala gestión de la alcaldesa Claudia López le ha entregado muchos votos, ya que Petro, antes de hacer las paces con la mandataria, era su mayor crítico. Fico tiene su gran fortín en Antioquia y el Eje Cafetero, pero en su coalición hay grandes electores como Peñalosa en Bogotá; Char y Barguil en la costa Caribe y Dilian Francisca Toro en el suroccidente del país. Además, Aydeé Lizarazo le garantiza una votación cristiana significativa. En todas las elecciones, uno de los sectores que recibe más coqueteos es precisamente el voto de las comunidades religiosas.
En todo caso, habrá que esperar qué dicen las encuestas tras los resultados del domingo, porque el tablero electoral se volvió a barajar y hoy lo único seguro es que Petro y Fico son los que más emocionan a los colombianos. Ambos tendrán que jugar bien, con cuidado y cálculo, y ordenar sus fichas. Hay que evitar al máximo los errores porque en esta etapa de la contienda pueden salir caros.
Cada vez queda más claro que Petro y Fico son antagónicos. Mientras el líder del Pacto Histórico propone acabar con las EPS para cambiar el sistema de salud, Fico plantea sacar del juego con sanciones a las empresas prestadores que no cumplan y no presten un buen servicio. Pero ha manifestado que el sistema debe mantenerse, buscando evitar la corrupción y logrando una mayor eficacia que beneficie a los ciudadanos.
En el campo de los hidrocarburos, los dos favoritos son muy diferentes. Petro anunció hace varios meses que, si es presidente, el primer día de su Gobierno no firmará más contratos de exploración petrolera. En contraste, Fico considera que, si bien hay que buscar energías limpias, esto debe ser de manera gradual y señala que Ecopetrol es la joya de la corona y que no puede desaparecer ahora bajo ninguna circunstancia ni ponerse en riesgo.
En cuanto al tema pensional, Petro busca nacionalizar las pensiones y volver marginales los fondos privados, que hoy tienen un capital de ahorros de los colombianos que suman casi 350 billones de pesos. Fico se convirtió en el más arduo crítico de esta propuesta de Petro e incluso la ha calificado como “peligrosa” y ha asegurado que se trata de un “robo” o de una “expropiación del ahorro” de los trabajadores. Sin embargo, ha anunciado que mejorará los aspectos que así lo requieren del sistema pensional con el fin de que las personas puedan tener mayores beneficios y puedan acceder a una pensión digna en la vejez.
En materia de seguridad, también hay diferencias profundas. Para Fico, este es un tema crucial y ha prometido que en su Gobierno habrá exigencia con la fuerza pública para que preste un servicio de calidad, apegado a los derechos humanos. También se ha mostrado como un defensor de las Fuerzas Armadas. Petro, quien ha hablado de profesionalizar al Ejército y a la Policía, también ha anunciado que acabará con el Esmad si llega a la presidencia.
En cuanto a las relaciones internacionales, hay distancias evidentes. Petro asegura que replantearía las relaciones con Estados Unidos, especialmente en torno al TLC y a la figura de la extradición. Además, ha dejado claro que buscará acercamientos para restablecer relaciones con el régimen de Nicolás Maduro. Fico, en cambio, ha asegurado que jamás reconocerá a Maduro como presidente, ya que está probado, según él, que ha sido un aliado natural de los terroristas y narcotraficantes de la Segunda Marquetalia, las disidencias de las Farc y el ELN. Sobre Washington, lo que ha dicho Fico es que buscará fortalecer la relación bipartidista, la cooperación judicial y la lucha contra el narcotráfico, así como el apoyo para mantener las puertas abiertas del país a los migrantes venezolanos que huyen del régimen.
Mientras Gustavo Petro habla de la necesidad de “sincerarse” en la discusión e ir caminando hacia una legalización de las drogas, Fico Gutiérrez es de mano dura en la lucha contra el narcotráfico y busca una verdadera política de atención en salud al adicto y de apoyo al campesino.
Desde ya, ambos candidatos han puesto en marcha una estrategia para minar a su contendor. Petro dice que Fico es la versión Duque 2.0, y Fico ha señalado a Petro de ser “otro Chávez” que quiere quebrar a Colombia como lo hizo el excomandante con Venezuela.
A esta altura de la campaña electoral está más que claro que ni Petro ni Fico tienen los votos suficientes para ganar en primera vuelta. Hoy, la segunda vuelta se considera prácticamente un hecho, a menos que uno de los dos logre una movida política tan drástica que lo lleve a un triunfo el próximo 29 de mayo. Aunque hay seis candidatos, la pelea será entre Petro y Fico. Colombia escogerá entre dos visiones de país completamente opuestas. La campaña se polarizó.