Entrevista
La molestia de Armando Benedetti con el embajador de Estados Unidos: “Se está metiendo en los asuntos internos de Colombia”; ¿qué pasó?
En entrevista con SEMANA, el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, reveló detalles del encuentro entre Gustavo Petro y Nicolás Maduro. Además, le lanzó pullas al embajador de Estados Unidos en Colombia.
SEMANA: ¿Cómo se pudo concretar el encuentro entre el presidente Gustavo Petro y Nicolás Maduro?
Armando Benedetti: Estaba previsto desde mediados de agosto cuando se anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas a raíz de mi designación como embajador. Siempre contesté que a finales de octubre se daría la cita y fue así. Ambos presidentes ya mantienen unas vías de comunicación directa. Busqué que ese canal se abriera cuando presenté las credenciales y, desde entonces, ellos comparten y hablan bastante. A partir de ese diálogo, se dio este gran encuentro, que salió muy bien e impecable.
SEMANA: Con Venezuela, ¿qué busca Petro?
A.B.: Restablecer las relaciones diplomáticas, que cumplirán 191 años el próximo 23 de noviembre. Más allá de la ideología, hay unas relaciones de Estado a Estado. No nos acercamos a Venezuela por ideología, sino por una historia diplomática. Los derechos humanos también son sociales y culturales. Unos 5 millones de colombianos fueron dejados tirados en Venezuela y acabaron con los negocios de 5 millones de familias en la frontera. ¿No hay derechos humanos para ellos basados en lo económico y lo social? Es innegable que Petro tendrá una preponderancia y un liderazgo regional.
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SEMANA: Es decir, ¿el presidente busca un protagonismo internacional?
A.B.: No es protagonismo, sino liderazgo. Petro no es que quisiera salir en televisión en todo el mundo, en CNN, diciendo que él es un líder. Claro que no. En la región se ha dado un péndulo ideológico y hoy él es el más habilitado para liderar y volvernos a unir en varios temas, entre ellos la lucha contra el narcotráfico. En la lucha antidrogas, siempre nos han hecho pelear una guerra que no es nuestra. Ese es un punto en el que Petro unirá a Suramérica para buscar unas relaciones diferentes con Estados Unidos: que no solo sea basada en la lucha contra las drogas, sino en materia de derechos humanos, seguridad alimentaria, relaciones con la banca internacional, entre otras. Con la llegada de Lula en Brasil se refuerza el tema.
SEMANA: ¿Petro podría convertirse en un líder que una a Suramérica, según su análisis?
A.B.: Sí. Tiene todo para hacerlo y en eso estamos.
SEMANA: Cuéntenos detalles de cómo fue ese encuentro de Petro y Maduro.
A.B.: Apenas llegamos, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, recibió al presidente. Hubo honores militares y después nos desplazamos al Palacio de Miraflores. Allí la bienvenida también fue con honores. Luego, entramos a una sala donde fue el almuerzo. Estaba el presidente Maduro, quien nos recibió cordialmente. El saludo entre ambos fue muy amable, con expresiones como “qué hubo” y “cómo está”. A mí el presidente de Venezuela siempre me da duro y me toma el pelo. En esa oportunidad me preguntó: “¿Usted va a hablar como senador o como embajador?”. Yo solo le respondí: “Estoy aprendiendo”. Eso generó risas entre ambos presidentes. Las conclusiones más importantes del encuentro fueron dos: en primer lugar, hay que quitarles la frontera a las mafias, porque reabrimos los pasos y siguen controlando un sector de la zona. El intercambio comercial va en más de 500 millones de dólares, un 13 por ciento más que el año pasado en materia de exportaciones. En segundo lugar, hay que buscar que Maduro regrese a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Por ese motivo, en el viaje estuvo presente el embajador de Colombia en la OEA, Luis Ernesto Vargas, quien le mostró las bondades y lo importante de estar en esa instancia.
SEMANA: ¿Usted cree que Maduro volverá a ser parte del sistema de la CIDH?
A.B.: Claro. Él no llegará solo, como en otras épocas. Toda Suramérica estará pendiente de lo que suceda en Venezuela. El aislamiento de ellos es bárbaro. La gente no se va de Venezuela porque le guste o no Maduro, sino por el hambre debido a las drásticas sanciones económicas que tienen por parte de Estados Unidos.
SEMANA: ¿Por qué está tan seguro de que Maduro volverá a la CIDH?
A.B.: En esta oportunidad es un pedido de un presidente como Petro, con un apoyo regional. También queremos que Venezuela llegue a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y buscamos el fin del aislamiento de Venezuela. Maduro dijo que revisará el tema y hay que creerle. Hay que tener presente que la intervención del presidente de Colombia fue la de todo un estadista en temas de democracia y derechos humanos en América Latina.
SEMANA: ¿Hablar de democracia delante de Maduro fue un mensaje indirecto de Petro?
A.B.: No creo. Petro es un hombre directo, sincero, sin tapujos. Él no es de los que se pone a hablarle a Santander para que entienda Bolívar. Él habló de lo que piensa que es una democracia y lo que se debe hacer con los derechos humanos. Nos dio cátedra.
SEMANA: ¿Qué viene después de este encuentro en Caracas?
A.B.: Hemos hecho todo vertiginosamente rápido. Viene la búsqueda de la confianza para que el comercio se desarrolle y más ahora que necesitamos exportaciones por el dólar. Ahora es cuando más importante resulta estar en Venezuela. Estuve en una reunión con empresarios de Medellín que quieren ir a Caracas. Lo mismo ocurre con dirigentes empresariales de Barranquilla, el Eje Cafetero, Antioquia, etcétera.
SEMANA: ¿En la reunión entre Petro y Maduro se habló de la posibilidad de que Venezuela sea sede de los diálogos de paz con el ELN?
A.B.: Esas son conversaciones que se vienen dando, pero no estoy autorizado para hablar.
SEMANA: ¿Pero cree que Venezuela debería ser sede?
A.B.: Como embajador creería que sí porque el problema del ELN es de los dos países, esa guerrilla está en la frontera. Lo que uno sabe es que ellos están armados militarmente hasta los dientes y tienen capacidad de responderle al Ejército de Colombia. Si los guerrilleros están en la frontera, ¿pues qué mejor que Venezuela? Más allá de que el vecino país sea o no sede de los diálogos de paz, lo importante es que sea garante porque el ELN está en la frontera.
SEMANA: ¿Petro y Maduro hablaron de Iván Márquez y de las disidencias de las Farc?
A.B.: No. Delante de mí, no. Tampoco he hablado de ese tema con la gente que me he reunido en Caracas.
SEMANA: El país observó a un Petro parco frente a Maduro. ¿Presencialmente ocurrió lo mismo?
A.B.: La reunión fue cordial. Lo que pasa es que Petro es un hombre serio, en ocasiones tímido. Ese es el presidente. Lo que la gente no sabe es que a él también le gusta y sabe mamar gallo.
SEMANA: En la reunión se habló de Monómeros. ¿El Gobierno de Colombia comprará la empresa?
A.B.: Hay una propuesta que hice el 28 de julio, se la trasladamos al presidente Maduro y él dijo que sí. Esa es una conversación que le toca al ministro de Industria y Comercio.
SEMANA: Estados Unidos se mostró inquieto por esa cita de Petro con Maduro. ¿Qué opina?
A.B.: El embajador encargado de Estados Unidos no ha debido opinar en esa entrevista que le dio a SEMANA. Opinó demasiado. No ha debido hacerlo. Se está metiendo en los asuntos internos de Colombia. Además, habló como si fuera un analista, no como el embajador de Estados Unidos. Nunca dijo cuáles eran las políticas públicas que iba a hacer Estados Unidos con Venezuela. Nos quedamos sin saber eso, que era lo importante.
SEMANA: Usted le dijo a SEMANA en su momento que Estados Unidos siempre ha estado al tanto de las conversaciones de Colombia y Venezuela.
A.B.: Siempre hablo con el embajador designado de Estados Unidos en Venezuela, James ‘Jimmy’ Story. Desde el primer día que me senté con él, le dije que nunca lo iba a tomar por sorpresa. Si esto no se hace de la mano con Estados Unidos, no se puede. Tengo conversaciones con Story y, constantemente, le comento lo que va sucediendo.