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Reunión entre Gaviria y Petro en Italia.
Según detalló el Partido Liberal, el encuentro entre el mandatario electo y el expresidente Gaviria se centró en los acuerdos para hacer alianzas con el nuevo Gobierno. | Foto: Twitter: @PartidoLiberal

POLÍTICA

Gustavo Petro y el Partido Liberal: un ‘matrimonio’ por conveniencia

Más allá de los asuntos programáticos, la verdad es que Petro y los liberales se necesitan mutuamente. ¿Por qué?

11 de julio de 2022

Si bien la mayoría de los partidos tradicionales le han expresado su apoyo a Gustavo Petro y han anunciado que no le harán oposición, los mayores coqueteos del presidente electo han sido con el Partido Liberal.

El presidente electo y el expresidente César Gaviria, líder del Partido Liberal, se reunieron este fin de semana en Impruneta, una región de Florencia, Italia, donde conversaron sobre el acuerdo nacional, que tiene como uno de los principales objetivos garantizar el apoyo de los proyectos y reformas que presentará el nuevo Gobierno ante el Congreso.

Hasta el momento se sabe que este primer encuentro duró cuatro horas. Almorzaron en la Toscana italiana, en una casa cerca de Florencia. Luego de la reunión, concluyeron que habrá más encuentros para seguir conversando y terminar de definir la alianza política.

En el camino de reconciliación entre Petro y los liberales se han tenido que tragar sapos de lado y lado.

Gaviria, por ejemplo, tuvo que dejar atrás las duras críticas que le lanzaba Petro hace algunos años, como aquella vez que dijo que “el Partido Liberal se ha convertido en un saloncito de té de la casa de César Gaviria. Este dueño y señor del otrora mayor partido popular de Colombia, impone a su hijo, vinculado a Odebrecht, como su candidato presidencial”.

Mientras que Petro tuvo que volver a golpear las puertas de la casa roja, semanas después de que el propio Gaviria le hubiera dado un portazo en la cara, durante la campaña presidencial, cuando el expresidente dijo que el diálogo con el líder el Pacto Histórico era “inviable”.

“Las declaraciones groseras, falsas y malintencionadas que hizo la señora Francia Márquez, candidata a la Vicepresidencia del Pacto, en presencia del candidato Gustavo Petro, constituyen una ofensa inaceptable y hacen inviable cualquier diálogo en ese sector político”, dice una comunicación de Gaviria emitida a finales de marzo.

Sin embargo, a pesar de las desavenencias, los liberales y Petro están nuevamente de guiño en guiño.

El Partido Liberal, por ejemplo, anunció su interés de estar dentro de la coalición de gobierno: “Sobre una eventual participación en la coalición de gobierno, estamos en disposición de esperar la posición referente a nuestra participación y representación política del presidente electo. Esto nos permitirá tomar una decisión sobre la manera como vamos a colaborar con el gobierno Petro. En todo caso, no es nuestra intención dificultar el trámite de la agenda legislativa gubernamental. No seremos un partido de oposición”, dijo el expresidente Gaviria.

Mientras tanto, Petro no solo ha estado abierto a reuniones con Gaviria, sino que ha enviado a emisarios suyos a hablar con congresistas de la bancada liberal. Además, dio el guiño para que el Partido Liberal tenga la presidencia de la Cámara a partir de este 20 de julio.

Desde el Partido Liberal quieren que haya una armonía con el Gobierno para trabajar en conjunto y sacar adelante las reformas que consideran necesita el país. Pero más allá de los asuntos programáticos y de “pensar primero en el país”, la verdad es que Petro y los liberales se necesitan mutuamente. Casi que podrían firmar un ‘matrimonio’ por conveniencia.

El Partido Liberal tiene la bancada más grande en la Cámara de Representantes y la tercera con más curules en el Senado.

Si Petro logra conquistar del todo a esta colectividad, se estaría asegurando, de entrada, la mitad del Congreso a su favor, algo que era impensable hace menos de un mes. En Senado, por ejemplo, los sectores de centroizquierda, que son la base de la coalición petrista, suman 41 curules de 108 en esta corporación. Si se logra el apoyo liberal, llegaría a 54, es decir justo la mitad, con lo que estaría realmente muy cerca de las mayorías.

Además, contrario a los demás partidos de centro y centroderecha que han anunciado que no le harán oposición, los liberales ya dijeron de manera expresa que quieren estar en la coalición de gobierno, por lo que para Petro es más fácil conquistar a esta bancada que a la otras.

Pero este, además, podría ser un ‘amor’ correspondido, pues el Partido Liberal también necesita a Petro. La colectividad está interesada en tener la presidencia de la Cámara durante el primer año del Congreso, quiere tener representación en el gabinete y algunos sectores del partido están detrás de la idea de poner contralor. Y en todos estos propósitos resulta fundamental tener de su lado al presidente electo.

De esta manera, estamos ante un inminente matrimonio que, más allá de lo que se dice en público, tiene mucho de conveniencia. Los liberales, después de cuatro años con poca representación en el gobierno de Iván Duque, quieren volver a probar las mieles del poder, mientras que Petro está frente a su gran oportunidad de sellar de una vez por todas una coalición que le permita dormir tranquilo.