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Desde Uribe hasta Robledo: así lamenta el mundo político la salida de Mockus

La indignación y los reparos por la inhabilidad del senador radican en la huella que ha dejado Antanas por su forma de hacer política. El fallo del Consejo de Estado sorprendió por igual a sus más fieles seguidores y a los detractores políticos más radicales del profesor.

12 de abril de 2019
Antanas Mockus tuvo 540 mil votos, la segunda mejor votación de la historia.

La salida de Antanas Mockus del Senado dejó helado a más de uno en la tarde del jueves. La decisión de la Sala Quinta, que reafirma la inhabilidad que tenía Mockus para presentarse como candidato de los verdes, conmocionó a la opinión pública no solo por la agilidad con que se dio respuesta a la demanda, sino por el vacío que dejará en la política, donde es apreciado por su particular manera de ejercerla.

Quitarle la curul al segundo senador más votado de toda la historia, hizo que las reacciones de los colombianos afloraron como espuma en redes sociales. Sin importar a qué instancias jurídicas llegue la situación del pedagogo —teniendo en el radar que el abogado José Manuel Abuchaibe pretende seguir con el proceso hasta verlo fuera de la arena política— la mayoría de comentarios sobre el caso están llenos de halagos para Antanas por la forma en la que respondió al fallo y, sobretodo, por su manera de ejercer en la política desde una filosofía de cultura ciudadana.

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Con la inhabilidad a puertas de radicarse en el Congreso, hasta Álvaro Uribe se pronunció a favor de Mockus y reconoció su trayectoria en más de 25 años en la política. El dr Antanas Mockus ha sido un contradictor noble, un pedagogo cívico, las diferencias que podamos tener no me impiden manifestarle mi aprecio y admiración, hace falta en el Senado”.

El paso por la academia incitó a Mockus a educar a los capitalinos con los mismos principios de clase que aplicaba en la Universidad Nacional, hasta que una bajada de pantalones le costó el puesto en 1993. Desde ese entonces, muchos colombianos lo toman como referente del civismo y Uribe compagina con esta idea, al resaltar la faceta educativa que Mockus ha ejercido desde que ganó la Alcaldía bogotana en 1995.

Ruby Chagüi, también senadora del Centro Democrático, expresó que si bien las diferencias ideológicas la distancian de Antanas, para ella el respeto con el que ha defendido sus ideales merece toda la admiración.

Si algo ha enseñado Mockus, quien responde con altura hasta a los insultos que le hacen, como cuando se burlaron del parkinson que padece y dijo “estamos en un momento que hasta los insultos los recibimos como una bendición. Gracias por tanto cariño”; es que las ideas no pelean con la decencia. Justamente el respeto ha precedido sus intervenciones más controversiales y recordadas, aunque hay que decir que muchos han criticado las dos veces que ha descubierto sus nalgas “de manera pedagógica”.  

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Cuando era rector de la Nacional, su decisión de mostrar el trasero obedeció a la falta de atención del estudiantado que no escuchaba, y cuando repitió el acto, el 20 de julio de 2018, señaló que “las costumbres se cambian a veces con intervenciones puntuales, que tratan de ser pedagógicas”. Porque de nuevo, en el auditorio del Capitolio no había respeto a la intervención de Efraín Cepeda, presidente de esa corporación.

Mockus se ha definido como un defensor de la democracia que trata de actuar acorde con lo que diga la ley y por ende, que acatara el fallo del Consejo y dijera que acoge “los dictámenes jurídicos sin titubeos”; fue visto como una reacción coherente por los colombianos.

Entre sus más recordadas políticas ciudadanas está la “hora zanahoria”, que buscaba generar conciencia sobre el cierre de los establecimientos nocturnos, y para compenetrarse con la ciudadanía y generar recordación, el mismo alcalde se lanzaba a las calles metido en un disfraz de zanahoria. En las últimas horas también se han recordado a los mimos que sacaban tarjetas rojas por no acatar las señales de tránsito en Bogotá, haciendo así una campaña de cultura ciudadana que luego fue copiada en ciudades como Medellín, donde se instauró un superhéroe que cazaba infractores.

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Viendo el asunto desde otro ángulo, algunos colombianos se indignaron por la rapidez con que la justicia obró en la demanda hacia Mockus. En ocho meses el Consejo de Estado se refirió en su caso y lo hizo precisamente cuando el Partido Alianza Verde estaba en la cima de la esfera política por el triunfo de Claudia López como candidata a la Alcaldía. Razón por la que muchos cuestionan el golpe anímico que se le dio a la bancada.

Para María José Pizarro, de la lista de la Decencia y Jorge Robledo, del Polo, la demanda interpuesta por el abogado José Manuel Abuchaibe a Mockus es otro caso de persecución a los partidos de la oposición, solo que esta vez sí se logró el cometido. Y es que hay que recordar que el mismo Gustavo Petro, líder natural de la Colombia Humana, ha dicho en varias oportunidades que él y su estructura política están siendo perseguidos para dejarlos sin chance en futuros comicios, lo que ha sido apoyado por varios analistas. El caso de Antanas toma relevancia por la gran votación que logró recaudar en las legislativas del año pasado, además porque es una de las figuras con más fuerza entre los verdes.

Si Antanas no logra apelar la decisión del Consejo de Estado, los 540 mil votos que recibió para ser senador tendrían que devolverse a los candidatos que no alcanzaron el umbral para llegar al Congreso. Con los votos del representante del Partido Alianza Verde se abrió espacio a cuatro congresistas más, por el mecanismo de la cifra repartidora, y por lo tanto la bancada verde perdería cuatro curules de las nueve que tiene actualmente, lo que sería una gran pérdida para los movimientos independientes y la coalición de oposición. Es en este punto cuando cobra sentido la persecución que algunas figuras ven en la celeridad que se le aplicó al caso de Mockus y que en otros, donde hay denuncias graves de corrupción, no aparece porque la justicia ni siquiera cojea.