HABLA IVAN MARINO OSPINA

23 de enero de 1984

La semana pasada tuvo lugar una entrevista entre Iván Marino Ospina, comandante general del M-19, el director de esta revista y el periodista Juan Guillermo Ríos. Transcribimos los principales apartes de esta reunión.
SEMANA: ¿Qué alcance tiene el comunicado publicado recientemente en el cual se informa que el M-19 y las FARC han unificado criterios sobre la paz?
IVAN MARINO OSPINA: El M-19 es un proyecto político para las mayorías nacionales que anhelan paz con trabajo, techo, salubridad, etc. Al asumir la dirección del M-19 , ante la desaparición del Comandante Bateman, nada cambia en el movimiento. Nuestras propuestas, como la paz, diálogo, tregua y democracia representan el clamor del pueblo colombiano. Hemos establecido, desde nuestro nacimiento, diálogo con todos los sectores revolucionarios: ELN,EPL, ADO, etc., iniciativa que se concretiza hoy con pasos firmes hacia la unidad con los compañeros de las FARC; llegando a posiciones conjuntas frente a cuestiones como la paz, diálogo y cese a las hostilidades.
S.: ¿ Qué significa concretamente el cese de fuego?
I.M.O.: Para realizar un gran diálogo nacional frente al pueblo y con participación de todos los estamentos sociales, es necesario que se silencien los fusiles, tanto el Ejército como los grupos guerrilleros detendrían las operaciones ofensivas, creando así un clima favorable para transitar un paso más por los caminos de la paz. Que la autoridad en Colombia sea ejercida por quienes manda la Constitución Nacional. Que el Ejército no asuma funciones que no le corresponden, pero que se desmilitarice la vida nacional, aunque ello necesariamente no signifique el retiro de las tropas de las diferentes zonas. Que vuelva a tener autoridad el inspector de policía, el corregidor, el alcalde, etc.
S.: Ustedes mencionaron que existían iniciativas de los gobiernos de Francia y España para actuar como mediadores en el conflicto. Sin embargo, el gobierno francés ya desautorizó esta versión y el español se ha mantenido callado. ¿Cuáles son los ofrecimientos concretos que se han hecho al respecto?
I.M.O.: España al permitir la entrevista del M-19 con Belisario, asumió una actitud positiva. Dicha actitud, dicho gesto, es la mejor expresión de que sirvió como garante.
S.: Pero una actitud no es una iniciativa y un acto de hospitalidad durante una visita presidencial no puede interpretarse como una mediación oficial a nivel internacional. Además no mencionó usted, para nada al gobierno de francés. ¿Cuál sería la iniciativa o actitud en cuanto a éste se refiere? I.M.O.: En cuanto a Francia, el interés demostrado para que se resuelvan los conflictos en el área de América Central y la posición que siempre ha mantenido Regis Debray en los conflictos latinoamericanos demuestran que podría considerarse lógica la mediación de Francia.
S.: Sin embargo, ustedes no pueden citar ningún pronunciamiento oficial...
I.M.O.: La única mediación posible no es de gobierno a gobierno y tanto en Francia como en España, como en toda Europa, existen entidades como la Cruz Roja, Amnistía internacional, etc., que, sin representar oficialmente a un gobierno, deben jugar un papel importante en este proceso.
S: ¿No creen ustedes que el tono agresivo de sus últimas declaraciones ha sido contraproducente? ¿Particularmente dado el sentimiento adverso al terrorismo que reina desde el secuestro del hermano del Presidente?
I.M.O.: Así las cosas, es necesario decirlas. De lo contrario, caeríamos en la Patria Boba, aunque al decirlas se hieran algunas susceptibilidades. El hecho de la liberación del hermano del Presidente, afortunada por cierto, no desdice de otros hechos como el regocijo de la opinión pública al realizarse esa gran entrevista por la paz en España. Optimismo y regocijo frustrado por sectores de las Fuerzas Armadas que obstaculizan el proceso de la paz.
S.: Ustedes critican a los "sectores reaccionarios " del Ejército. ¿No consideran que el general Landazábal es un hombre con presiones por ambos flancos, que ha jugado un papel de equilibrio en todo este proceso?
I.M.O.: No podemos, eso sí, aceptar que Landazábal y otros generales jueguen el papel de árbitros en esta situación. El equilibrio en el proceso de paz lo tiene que representar las mayorías nacionales. Así entendemos la democracia.
S.: ¿Pero no parece contribuir mucho al proceso de la paz la posición asumida por ustedes en los últimos días, donde anuncian su decisión de recurrir al secuestro si consideran que las condiciones lo imponen?
I.M.O.: La lucha en Colombia va a seguir y si el proceso de paz que ahora discutimos no se hace realidad; la financiacion de los combates por venir, guste o no guste, tienen que provenir de los saqueadores de nuestro pueblo: monopolios y multinacionales.
S.: Pero parecen ustedes tener una doble moral frente al secuestro. Hace un momento consideraban "afortunada" la liberación del hermano del Presidente y ahora vuelven a reivindicar la validez del secuestro como método, como si hubiera secuestros buenos y secuestros malos...
I.M.O.: Siempre hemos tratado de que nuestras operaciones se realicen en un contexto histórico y no es lo mismo el momento político de hoy que la nefasta época del binomio Turbay-Camacho Leyva. Además, la operación Mercado, la operación Embajada, la operación Ferreira Neira tuvieron eco y apoyo en grandes sectores nacionales.
S.: Pero fuera del vínculo familiar se ven muy pocas diferencias entre el secuestro del hermano del Presidente y el de José Raquel Mercado. ¿Moralmente no es lo mismo chantajear por medio de un hermano que por medio de un representante sindical inocente?
I.M.O.: Si bien no nos pronunciamos en cuanto al hecho del secuestro del hermano del Presidente, sí celebramos que la culminación de ese episodio ha sido favorable a la patria. Este caso no es comparable con los anteriores, porque son momentos y circunstancias políticas completamente diferentes.
S.: Eso es una interpretación muy subjetiva... Pero bueno, ¿si se lleva a cabo el cese de fuego, sería éste el único requisito para que eventualmente hubiera paz en Colombia?
I.M.O.: De llevarse a cabo el cese al fuego este no sería el único requisito para la paz en Colombia. Pero tampoco somos utópicos, no creemos que se realizarán cambios revolucionarios profundos a corto plazo. Aspiramos a cambios mínimos para la vida nacional.
S.: ¿Cuáles concretamente serán esos cambios mínimos?
I.M.O.: Además de los 10 puntos de la reforma política, nacionalización de la banca, congelación de las tarifas de los servicios públicos, reforma agraria en función de los sectores menos favorecidos. Somos un movimiento nacionalista que quiere soluciones nacionales para los problemas de Colombia. El M-19 es lo suficientemente realista para darse cuenta de cuáles y cómo son los cambios que se pueden hacer en esta etapa de nuestro desarrollo histórico. Colombia necesita democratizarse económica, política y socialmente.
S.: ¿No consideran ustedes que la nacionalización de la banca sería una petición explosiva dentro de lo que ustedes llaman esta fase del proceso histórico?
I.M.O.: La nacionalización de la banca de ninguna manera podrá considerarse una petición explosiva. Es una exigencia nacional y, más aún, el propio Turbay amenazó con realizarla. También Betancur cuando los banqueros se negaban a bajar las tasas de interés. Para que los recursos se canalicen en función del desarrollo del país es necesario la nacionalización. Grandemente se beneficiarían la pequeña y mediana industria tan discriminadas en los préstamos bancarios. Por sí misma, la nacionalización no es una medida revolucionaria. La han realizado México y España, por ejemplo.
S.: ¿Entonces ustedes creen que en Colombia puede haber paz sin revolución. ?
I.M.O.: En Colombia sí puede haber paz. Todo el pueblo lo quiere, pero Belisario debe cumplir las promesas hechas de democratizar al país.
S.: ¿Qué opinan de la actitud de Fidel Castro en relación con el secuestro del hermano del Presidente.
I.M.O.: La opinión de Fidel es su propia opinión y no conocemos realmente el papel jugado por él en el episodio del hermano del Presidente. En definitiva lo que pesa son las grandes decisiones de los colombianos. Nuestros problemas los resolvemos nosotros y como nacionalistas, como patriotas, hemos aprendido a no tocar en las puertas del poder revolucionario llámese, Cuba o Albania, Moscú o Pekín.
S.: ¿Es verdad que ustedes fijaron un plazo perentorio para las negociaciones de paz después del cual quedaría cerrada toda posibilidad de diálogo?.
I.M.O.: Para los cambios que exige el país, uno de ellos la paz, el plazo lo ha fijado el pueblo que no aguanta más. De resto, comunicados aparecidos con nuestra firma no son más que un intento de la calculada propaganda del Ejército para desprestigiar al M-19.