CAUCA

Habla Rossana Mejía, la lideresa afro a la que intentaron matar en el norte del Cauca

En conversación con SEMANA dijo que el atentado en su contra tiene un origen político.

24 de agosto de 2022
Rossana Mejía Caicedo es consejera mayor de la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca (ACONC).
Rossana Mejía Caicedo es consejera mayor de la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca (ACONC). | Foto: Tomada de Facebook

La lideresa Rossana Mejía Caicedo, consejera mayor de la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca (ACONC), se fue del municipio de Caloto hace cinco años pero regresa cada que puede a visitar a su familia. Llevaba quince días yendo a esta localidad luego de terminar su jornada de trabajo para recuperarse de algunos quebrantos de salud con el apoyo de sus allegados, cuando en la noche del domingo sujetos armados abrieron fuego contra la casa en la que se encontraba en compañía de su hermana y su sobrino en la vereda Santa Rosa.

“Escuché el ruido de los disparos y me tiré de la cama, luego siguió una ráfaga. Me arrastré hasta salir del cuarto. Junto a mi familia nos refugiamos en la cocina de la casa. Todo ocurrió hacia las 11:15 p. m.”, recordó Mejía en conversación con SEMANA los momentos en que violentos quisieron acabar con su vida. Por fortuna, los disparos no la alcanzaron a ella ni a sus allegados.

Por razones de seguridad y recomendación de las autoridades, salió de Caloto inmediatamente para ponerse a salvo. Es consciente de que liderazgos como el suyo incomodan y desatan, lamentablemente, este tipo de actos violentos, y asegura que aunque físicamente ya no está en esta convulsionada zona del país, su mente y energía siguen presentes en ese territorio.

“Desde el momento en que recibí la primera amenaza estar en una situación así había sido mi temor, creo que me había librado de muchas. Todos los días que salgo de la casa a ponerle la cara a las diferentes situaciones lo que hago es aferrarme a la creencia superior que tengo y rogar por poder volver a la casa y verle nuevamente los rostros a mis hijos. Ese es un riesgo al que estamos expuestos en esta región del país, así que era consciente de que en algún momento podía pasar”, dijo. En lo corrido de este año 120 líderes han sido asesinados en Colombia, de acuerdo con cifras del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).

La lideresa había rechazado recientemente las invasiones que indígenas vienen adelantando en terrenos sembrados con caña de azúcar en el Cauca reclamando tener un derecho ancestral sobre la tierra y las disputas que esto ha generado entre dichas comunidades y los trabajadores afros de los ingenios. Sin embargo, asevera que sería irresponsable relacionar su atentado con la posición que adoptó, pero aceptó que detrás de estos disparos habría intereses políticos.

“Todo es por intereses políticos. Hoy el norte del Cauca tiene muchas complejidades, estamos pasando por un escenario violento que lo activan la presencia de múltiples actores en el territorio. Está todo el tema que como organización (ACONC) tenemos frente a las disputas territoriales y los diversos temas en la región. En ACONC nos movemos en la defensa de los derechos humanos y los derechos étnico territoriales en nuestras comunidades. Esa es la labor que hacemos, no hago otra diferente a esa lucha. Ese es el escenario en que me muevo y sería irresponsable señalar este (las invasiones de los indígenas) u otro actor”, argumentó.

Siente impotencia y frustración por este atentado que puso en riesgo su vida y la de su familia, pero dice sentir el apoyo de las comunidades, lo cual la motiva a mantenerse fuerte en medio de la incertidumbre. Su liderazgo no se apagará, afirma. “Las autoridades han estado pendientes y están acompañándome a visibilizar esta situación. En su debido momento serán ellos los que me digan el paso a seguir. Mientras Dios no decida otra cosa, seguiré adelante con lo que he venido haciendo, promoviendo la defensa de mi territorio. Seguiré trabajando desde el lugar donde me encuentre”, enfatizó.

El atentado contra Mejía es la prueba de que, pese a la llegada del nuevo gobierno, que prometió combatir la violencia contra los líderes y la ejecución de masacres, se siguen presentando estos actos criminales. No obstante, confía en que esta situación pueda revertirse y que la “deuda histórica” con el departamento del Cauca sea saldada. “Apostamos por un cambio y estamos esperando que se cambio se materialice”, puntualizó.

Rechazo y repudio han generado desde diferentes sectores sociales y políticos los disparos contra la lideresa. Se ha pedido que no quede impune y que se investigue a quienes están detrás del atentado. “No permitiremos que se sigan presentando actos criminales que atenten contra nuestros líderes y lideresas sociales”, prometió el Ministerio del Interior.