JUSTICIA

Hallan un cadáver con un letrero cerca de donde encontraron a la pareja de esposos asesinados en Palomino

La situación está tensa en la Troncal del Caribe, eje donde operan los Pachenca, una organización paramilitar que domina el narcotráfico en las estribaciones de la Sierra Nevada.

27 de diciembre de 2019
“No alcahueteamos cosas mal hechas en la región, el que venga a dañar la tranquilidad será dado de baja HP”, dice un letrero que dejaron sobre el cuerpo. | Foto: Esteban Vega

La escena es cruda y tiene atemorizada a la comunidad. En horas de la mañana de este viernes fue hallado un cadáver en un pequeño poblado llamado Buritaca, esto es a pocos minutos del lugar donde encontraron los cuerpos de los ambientalistas Nathalia Jiménez y Rodrigo Monsalve.

Estos últimos fueron secuestrados, asesinados y dejados en un paraje llamado Perico Aguado, cerca a la Troncal del Caribe.

“No alcahueteamos cosas mal hechas en la región, el que venga a dañar la tranquilidad será dado de baja HP”, dice un letrero que dejaron sobre el cuerpo.

La persona asesinada fue inicialmente identificada como Freddy Jose García, y vivía en la región.

Días atrás, una organización paramilitar que se hace llamar Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada -conocidos como los Pachenca- hizo circular un comunicado en el que se lavaban las manos frente al crimen de los esposos Nathalia y Rodrigo y advertían que pondrían en marcha un “despliegue” para dar con el paradero de los asesinos y ladrones en la zona.

El comunicado, de ser verídico, deja en el aire varios hechos preocupantes. Uno, que estos mismos paramilitares están tratando de desviar la atención sobre la responsabilidad del asesinato de los ambientalistas. Y dos, que la organización también está mostrando su poderío por encima de las mismas autoridades.

Este mismo viernes, en Santa Marta, se estaba llevando la audiencia de legalización de captura de tres jóvenes a los que la Fiscalía acusa de haber participado del crimen de Nathalia y Rodrigo.

Ellos son Jaider Groelfi Lozano Jaramillo, nacido en Santa Marta; Luis Alfonso Rodríguez Tovar y Andrés Felipe García Socarrás, oriundo de Ciénaga. La Fiscalía Les imputó los delitos de homicidio agravado, secuestro, hurto agravado y porte ilegal de armas.

Un día antes había sido enviado a la cárcel Giovanni Abelardo Ortiz Calderón, imputado por los mismos delitos. Este hombre, pese a que se había entregado a las autoridades, no aceptó los cargos.

SEMANA intentó comunicarse con el coronel Gustavo Berdugo, comandante de la Policía del Magdalena para hablar de la situación de orden público de la región, pero no hubo respuesta.

A la salida del palacio de Justicia de Santa Marta, uno de los imputados, específicamente Andrés Felipe García Socarrás dijo que era inocente: “Investiguen bien a fondo el caso”, dijo mientras era escoltado en medio de una romería.