"Hay que revisar la presencia del Ejército en términos de efectividad": defensor de Chocó

SEMANA: ¿Qué información tiene la Defensoría de lo que ocurrió el 31 de diciembre en Pogue? 

Luis Enrique Murillo: El 31 de diciembre se vivió una incursión de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia en esta población afro de casi 600 personas. El grupo los confinó, es decir, impidió que pudieran movilizarse hacia otras comunidades y comunicarse vías telefónicas. No se sabía cuál era la intención del grupo pero sí hay una alta zozobra en esa zona derivada de que están en plena confrontación (entre el ELN y las AGC) y que podría presentarse un enfrentamiento con interposición a la población civil, situación similar a la que se presentó en Bellavista cuando la masacre del año 2002.

Estas comunidades han sido victimizadas, todas han visto el homicidio de su comunidad, masacres y han sido desplazadas. En el escenario actual de avanzada y disputa de grupos criminales hay una alta probabilidad de confinamiento. Si no se han desplazado es probable que terminen confinados. No saben si moverse por las trochas porque esto podría generar el encuentro con grupos criminales o con explosivos en el territorio, que es algo que se ha denunciado desde la Defensoría: el aumento de la instalación de explosivos.

Nosotros salimos hace 10 días de esa zona; en los últimos dos años hemos venido emitiendo sucesivas alertas tempranas. La más reciente fue la de abril de 2019, pero posteriormente se han emitido varios informes de consumación del riesgo. Varias situaciones de las que hemos advertido en las alertas tempranas han ocurrido. Cada que sucede eso emitimos un informe al Ministerio del Interior para decirle al Gobierno que advertimos situaciones para que se previnieran, pero no, sucedieron. La respuesta no ha sido suficiente.

SEMANA: ¿Cuál es la cantidad de tropa de los gaitanistas que se está movilizando en esta zona?

L.E.M.: Nosotros no podemos confirmar la cifra porque no estábamos allí y no hemos tenido confirmación directa de las comunidades por las circunstancias de comunicación. Sin embargo, sabemos que la avanzada es grande porque es múltiple. Existen avanzadas al tiempo en diferentes partes de Bojayá: en el río de Opagadó, en el río de Napipí y ahora en el río de Bojayá. Podría ser esa cifra o mayor, pero no podemos confirmarla porque hay que ser muy rigurosos.

La ONG dice que son 300 hombres, nosotros no lo desmentimos ni lo confirmamos, pero creemos que es un número grande en la medida en la que el ELN ya está posicionado en la zona y está esperando para reprimir la avanzada de los gaitanistas. Entonces tiene que ser un grupo importante para poder romper la resistencia del ELN.

SEMANA: Uno de los capítulos más graves que denuncia la ONG tiene que ver con una supuesta connivencia de este grupo ilegal con miembros del Ejército. ¿Qué información tiene al respecto?

L.E.M.: No tenemos alertas sobre ello pero hemos denunciado la gravedad que representa el hecho de que habiendo tropa de la Fuerza Pública en la zona continúe esta avanzada y la confrontación sin que hayan unas acciones que permitan disuadir las amenazas. La presencia (del Ejército), en términos de efectividad, hay que revisarla.

SEMANA: La situación de riesgo, como usted lo dice, viene de tiempo atrás. ¿Qué fue lo que hizo que el 31 de diciembre se dispararan las alertas? 

L.E.M.: Creo que también la fecha. Generalmente en diciembre y fechas especiales hay una especie de alto al fuego, no es algo acordado pero se da. En esta ocasión, que se haya presentado el 31 de diciembre quiere decir que la intensidad de la avanzada se ha sostenido a pesar de las fechas especiales. En este caso, llegan a una comunidad en la que nunca han estado, en la que hay un alto miedo de que lleguen estos grupos neoparamilitares ya que la comunidad rural de Bojayá ha estado muy estigmatizada en el pasado de ser cercanos a las Farc.

En esa zona no había ni ELN ni otros grupos de autodefensas. Las autodefensas gaitanistas de Córdoba y Urabá nunca pudieron llegar hasta ese río de Bojayá. Siempre hasta el río Napipí, que es un afluente que está más distante de esa zona. Que hayan llegado hasta el río Bojayá y hasta el río Pogue, demuestra que es un avanzada que tiene la capacidad para llegar mucho más allá de donde llegaron los anteriores paramilitares.

SEMANA: ¿Quiénes son las Autodefensas Gaitanistas de Colombia?

L.E.M.: Estos son grupos posdesmovilización de los paramilitares, las AGC tienen unos antecedentes que los unen a las autodefensas de Córdoba y Urabá. De hecho, estos surgen por el hermano de El Alemán (Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario) y con intenciones muy similares que tienen que ver con el despojo del bajo Atrato y frenar el proceso de restitución de tierra en el Carmen del Darién y Riosucio, por ejemplo. Otro escenario de ellos es la disputa por el territorio en zonas donde ha migrado el ELN después del proceso con las Farc.

SEMANA: ¿Ustedes han tenido acceso a la comunidad?

L.E.M.: Yo hablé con algunos líderes que se encuentran en Bellavista, que es la cabecera municipal ubicada a unas tres horas de Pogue. Hablé también con autoridades administrativas y me comentaron la situación. En términos generales hablaron del miedo de la comunidad. La gente no se ha desplazado porque tienen ese miedo de encontrarse con explosivos o con miembros de los grupos armados.

SEMANA: ¿Se descarta que haya combate?

L.E.M.: Hasta ahora no hemos tenido reporte de combates, solo la incursión en la población. Sí hubo combate la semana pasada en otra comunidad que se llama Cuía, entre el ELN y las AGC. También hubo homicidios a mediados de diciembre de pobladores de Bojayá y de la Fuerza Pública se reportaron varios heridos por explosivos.

SEMANA: En algún momento la ONG denunció que ellos habían llegado con regalos para la gente, ¿ustedes tienen documentado que esta situación se dio?

L.E.M.: Sería muy raro porque los gaitanistas van llegando a combatir. Llegan de manera muy fuerte con la comunidad, irrespetando las reglas comunitarias y a las autoridades étnicas. Sería muy raro que llegaran con regalos. Con la salida de las Farc del territorio, ambos grupos empiezan a migrar hacia el medio Atrato para tomar el control territorial.