Un mural de Falcao es la sensación en Ciudad Bolívar: ¿de qué se trata?

Entre Bogotá y Madrid hay más de 8.000 kilómetros de distancia, pero dos de los barrios más populares de ambas capitales hoy están unidos como si fueran vecinos. En El Paraíso, localidad de Ciudad Bolívar, la casa de Célico Medina, ubicada en la calle 71 I con carrera 27 H, se ha convertido en la casa de Radamel Falcao García en Colombia, el Tigre que con sus rugidos de gol está dando una nueva ilusión a los habitantes de Vallecas, uno de los barrios más conflictivos de la Comunidad de Madrid. El oscuro túnel de la drogadicción, los robos y las fronteras invisibles se han instalado en las calles de ambos barrios.

En el de Bogotá, el color de aerosoles y pinturas de la propuesta artística Bogotá Colors le ha dado una nueva cara al lugar, con el talento y creatividad de May Rojas, quien plasmó en las paredes un modelo no solo del fútbol, sino de la vida. “Como artista dije: a esto le hace falta color, vida; y desarrollamos un proceso involucrando a los vecinos. Quise hacer que los jóvenes que son consumidores y supuestamente malos vieran en el arte la confianza de salir adelante. Falcao ha sido la base para que todo el mundo conozca nuestro talento”, contó el autor del mural.

Célico Medina aprobó el retrato del goleador de la selección Colombia y alimentó la idea y a sus autores. Refrigerios, espacio para guardar las herramientas y la constante supervisión fueron los mejores insumos para que May, apoyado por Luisa Sabogal, Jack Corredor y otros jóvenes, retratara al ídolo, que parece eterno.

Y es precisamente desde la eternidad donde el hincha número uno del proyecto Bogotá Colors disfruta de la transformación de la fachada de su casa. Un infarto, un día antes de terminar la pared, le impidió al señor Medina ver cómo el mismo futbolista le mostró al mundo, a través de sus redes, su hogar, hecho una obra de arte urbana.Culturas distantes, historias comunes “Cuando a Falcao le vinieron las lesiones, muchos dejaron de creer en él y pensaron que su carrera había terminado. Así es Ciudad Bolívar, anteriormente nadie creía en este lugar”, dijo May Rojas.

El autor del mural del Tigre se inició en el graffiti vandal a la misma edad del debut de Falcao en Lanceros de Boyacá: 13 años. Mientras Falcao daba alegrías con sus primeros goles, May les causaba dolores de cabeza a sus padres, pues se escapaba por las noches a dejar su huella en las paredes de la ciudad.El delantero colombiano encontró en la red contraria el lienzo de un verdadero artista del área. Para May Rojas, en cambio, las paredes fueron cómplices de su talento, apoyado por su novia, Luisa Sabogal, e inspirado en el nombre de su barrio, el Paraíso. “Estas calles eran zonas de miedo. Por eso decidimos crear Bogotá Colors y embellecerlas, cambiar la imagen de robo y drogadicción”, dijo Luisa Sabogal.

Son los integrantes de Bogotá Colors los que han gestionado la transformación social logrando patrocinios como el de Transmicable desde 2018. Diseñaron una marca de ropa urbana, impulsaron la adopción de mascotas abandonadas, y dieron vida a la conocida Calle del Color, donde los habitantes del barrio encontraron un impulso económico gracias a la creación de los tours por el corredor artístico de 4,4 kilómetros y 20 murales. También se ha convertido en el mejor espacio deportivo para la práctica del parkour, el BMX freestyle y el skateboarding, que les ha arrebatado jóvenes a los malos hábitos. “Recorremos esos murales con nuestras piruetas y habilidades, porque vemos que con el deporte podemos darnos a conocer y cumplir nuestros sueños, como lo ha hecho Falcao”, afirmó Jack Corredor, profesor de parkour en el barrio.

En España, un gol de Falcao le dio al Rayo Vallecano, el orgullo del barrio Vallecas, el triunfo más importante de lo que va de temporada. Después de 19 años, el tercer equipo de Madrid venció al todopoderoso Barcelona, y el gol del colombiano provocó la destitución de Ronald Koeman y agudizó la crisis del histórico club catalán. A más de 8.000 kilómetros de distancia, en El Paraíso de Ciudad Bolívar, en Bogotá, el Tigre le dio con un simple trino el reconocimiento internacional a un grupo de jóvenes que hasta hace poco trabajaron en silencio por cambiar la oscura realidad de su barrio.