¿Hay un ‘nuevo Bronx’? Alcaldesa de Kennedy en Bogotá se refirió a la situación del barrio María Paz

El llamado de la Alcaldía Local de Kennedy es que referirse al barrio María Paz como el ‘nuevo Bronx’ es una estigmatización que no representa al sector, el cual se caracteriza por ser un importante punto de comercio.

Recientemente, los habitantes de este barrio aseguraron estar inconformes por el estado del sector, afirmando que se encuentran secuestrados en sus propias casas y sosteniendo que la venta de drogas se ha incrementado.

Los ciudadanos instalaron, hace algunos años, una reja amarilla que divide la zona residencial con el área donde se ubican los coteros y recicladores, cerca a la central de Corabastos.

Para conocer más de la situación, SEMANA contactó a Carolina Agudelo, alcaldesa local de Kennedy, quien explicó las dinámicas que ocurren allí; la funcionaria aseguró que el barrio María Paz no es el ‘nuevo Bronx’, como algunos ciudadanos lo han catalogado.

En primer lugar, Agudelo afirma que cuando los vecinos del sector se refieren a la llegada de recicladores, en realidad no están teniendo en cuenta que estos han estado en el lugar hace más de 40 años, tiempo que lleva operando la central de Corabastos; asegura que están en esa zona porque la central es uno de los puntos más importantes en la ciudad en donde trabajan con materiales orgánicos y reutilizables.

Por otro lado, la alcaldesa local detalla que en el sector se llevan a cabo ciertas dinámicas complejas, pues además del comercio de alimentos, hay un intercambio de elementos reciclados, los cuales provienen de los recorridos que hacen los recicladores en sus jornadas por la ciudad y los entregan en la central. Los comerciantes reciben estos elementos para reutilizarlos y crear canastos, paquetes u otro tipo de cosas que formen parte del comercio.

“No todos son malos, hay algunos que tienen carretilla y otro venían de tracción animal”, afirma Agudelo al indicar que es una estigmatización decir que los recicladores presentes son todos delincuentes. Sin embargo, explicó que en varios operativos, con la participación de la Policía y la Alcaldía, sí han encontrado criminales y vendedores de droga que se camuflan para hacerse pasar como trabajadores del reciclaje.

Frente a las dinámicas comerciales que se presentan en el territorio, Agudelo detalló que en el barrio “conviven una pobreza y una riqueza extrema”. Por un lado, al referirse a pobreza extrema habla que el sector de alimentos y reciclaje son economías populares, debido a que competen a personas que tienen estas actividades como un modo de sobrevivencia. Cabe resaltar que la central recibe a 300 recicladores, en un margen de ocho manzanas (el sector dedicado al comercio), debido a que las otras 34 manzanas del sector corresponden a zonas residenciales.

En medio del negocio de comida, hay intermediarios, comerciantes y campesinos que se ganan el sustento del día a día con esta actividad, por lo que no son una clase privilegiada. Sin embargo, ese comercio a nivel macro, el cual mantiene dotada de alimentos a la ciudad y al país, genera retribuciones económicas importantes; esto ha permitido que en María Paz hayan avances en infraestructura, como en la calidad de las casas y fábricas.

“Alrededor de la comida se teje la vida”, puntualiza Agudelo al señalar que la actividad del comercio, entre la cual está contemplada la del reciclaje, ha permitido que el sector se mejore y que la economía siga andando. “La gente va por comida. En Corabastos se consigue comida. Se aprovechan los recursos desde todas las otras localidades. Hay una gran riqueza de procesos de reconversión de reactivación económica”, explica.

Adicionalmente, comentó que la dinámica comercial trae servicios adicionales. Por ejemplo, en la bodega se producen canastillas y canastas para el transporte de alimentos. La forma en la que las producen es mediante la recepción de material de reciclaje. “Actualmente, Corabastos tiene el 80 % de las bodegas de reciclaje concentradas. No es una actividad (la de los recicladores) negativa. Por el contrario, hay ejercicios con plásticos, maderas, es otra dinámica comercial originaria de los alimentos en la que son las buenos que malos los que trabajan ahí”, señaló.

Por otro lado, Agudelo ahondó en el tema de los criminales que se camuflan como recicladores para llevar a cabo sus actividades ilícitas. En primer lugar, afirma que quienes hacen esto, no hacen parte del sector, sino que provienen de sitios externos: “A partir de operativos con el apoyo de Fiscalía, Policía y Secretaría de Seguridad, hemos logrado desarticular bandas criminales como el Tren de Aragua, Las Amarillas, Los Camilos; grupos que tenían sus redes allí”.

La tarea no está completa, sino que ellos siguen trabajando en esos casos, para que no peligren el comercio y la seguridad de los habitantes. Si bien María Paz no es un barrio perfecto, tampoco es la estigmatización que creen que le han impuesto al sector. Asimismo, explicó que, junto con las autoridades, los mismos recicladores y comerciantes han estado contribuyendo para sacar de allí a los criminales camuflados.

“Seguiremos recuperando el ambiente. Desde la Alcaldía creemos que no es el Nuevo Bronx, esta es una estigmatización. Por ejemplo, los residentes han arrendado sus casas para bodegas, por lo que aporta a la actividad económica. Seguiremos trabajando conjuntamente para encontrar a los camuflados”, concluyó Agudelo.