VALLE DEL CAUCA

¿Hay un plan para quebrar el transporte público masivo en Cali?

Veedores ciudadanos aseguran que tienen documentos que probarían la intención de una alianza público-privada para meter un quinto operador al MIO.

29 de septiembre de 2020
Buses del MIO en la estación Versalles, norte de Cali. | Foto: Cortesía

El Masivo Integrado de Occidente (MIO) en Cali, sin duda, pasa por sus peores días. Los operadores Git Masivo, Unimetro, Blanco y Negro y ETM advierten que de no llegar un salvavidas por más de 90.000 millones de pesos este año, habría un descalabro del sistema que llevaría a la disolución de Metrocali -entidad gestora del MIO-.

Según las cuentas de los operadores, no tienen plata para sacar la totalidad de la flota al servicio, tampoco hay recursos para pagar a empleados y conductores, y no hay caja ni para tanquear los buses articulados; esperan que la Alcaldía de Cali tramite ante Findeter un alivio financiero, en el marco de los préstamos anunciados para paliar la crisis en Colombia derivada de la covid-19.

Sin embargo, algunas voces alertan sobre un posible plan de la alcaldía de Jorge Iván Ospina para terminar de quebrar a los operadores y obligar a Git Masivo a renunciar a la exclusividad -este es el único operador que aún la conserva del contrato inicial- para meter un quinto operador con inversión público-privada, que llegaría como un supuesto salvavidas y mejoraría considerablemente la operación del MIO.

Veedores ciudadanos aseguran tener en sus manos documentos que mostrarían una posible alianza entre funcionarios de Ospina y un concesionario extranjero para comprar a buen precio cien buses, los cuales entrarían en la presentación del quinto operador.

Óscar Javier Ortiz, presidente de Metrocali, al ser consultado por SEMANA, no negó que desde la administración municipal se haya pensado en algún momento en la introducción del quinto operador al sistema, porque hay una deficiencia de 370 buses para suplir toda la operación. “Tenemos una gran posibilidad con la Ley 1955, nuevo Plan de Desarrollo, que permite convertirnos en operador público y permite la cofinanciación; esto quiere decir que en el convenio 7030 la nación y el municipio podrían suplir esa necesidad de flota y supliendo esa necesidad de flota podría licitar un nuevo operario”, dijo.

Y frente a las denuncias de los operadores de querer asfixiarlos económicamente, precisó que todo se trata de desinformaciones y acusaciones que no tienen fundamento. “Los señores operadores son empresarios, a ellos lo único que les interesa es lucrarse. Todo lo que ellos han venido manifestando no tiene fundamento, no es cierto, ellos desinforman a la comunidad. No es cierto que queremos asfixiarlos, lo único cierto es que la situación por la pandemia nos asfixia a todos. Hemos cumplido y honrado los compromisos con ellos”, agregó.

Para Ortiz, aunque el MIO ya arrastraba una crisis económica, la covid-19 ahondó esa situación adversa. Asegura que para no parar por completo la operación tuvieron que echar mano de recursos ya destinados para infraestructura. Por ejemplo, 50.900 millones de pesos de una nueva minisede para Metrocali fueron redirigidos a pagos para los operadores.

No obstante, los operadores se mantienen en su posición en que están quebrados porque Metrocali ha incumplido por más de diez años con sus obligaciones contractuales. “Llevamos once años de incumplimiento reiterado de Metrocali, sin que se cumpla lo pactado, ni con decisiones judiciales de por medio, lo cual ha afectado drásticamente la ejecución del contrato y el cumplimiento de las obligaciones que hemos adquirido con la entidad, con los acreedores, con los casi 1.000 empleados que trabajan con nosotros y con los usuarios del Sistema”, dijo Enrique Wolff Marulanda, gerente de Git Masivo.

Para José Guillermo Ramírez, representante legal de Unimetro, la situación es igual de crítica. “Nuestros 445 accionistas que son transportadores tradicionales de la ciudad perdieron el patrimonio de toda su vida por los incumplimientos de Metrocali, ahora los nuevos incumplimientos van a dejar en la calle a nuestros 600 colaboradores”.

Sufren los usuarios

La imagen es cada vez más frecuente en estaciones y paradas del MIO: decenas de usuarios aglomerados esperando -en algunas ocasiones hasta 50 minutos- por una ruta. La frecuencia, reconoce Metrocali, de los buses bajó en el marco de la pandemia y por un par de meses se suspendieron 21 rutas, que han sido restauradas paulatinamente.

En estaciones como Universidades, Torre de Cali, Unidad Deportiva, San Pedro y Ermita, dicen los usuarios, es donde se presentan aglomeraciones frecuentes que impiden mantener la distancia de dos metros que recomienda el Ministerio de Salud. Muchos usuarios optan por recurrir a transportes piratas para llegar a sus destinos.