Deportes extremos
Hazaña: la equilibrista Susana Castilla cruzó en una cuerda el cañón del Chicamocha
La deportista extrema dejó impactados a muchos que la vieron cruzar en cuerda floja una parte del segundo cañón más grande del mundo.
Una nueva hazaña de la deportista santandereana, Susana Castilla, divulgada por redes sociales, fue suficiente para que todo el país conociera su nombre. Y no es para menos, pues atravesó el cañón del Chicamocha, sobre el abismo de Pila Onda.
Con este logro, la colombiana se está preparando para hacer historia en el high line (deporte extremo), que tiene como objetivo cruzar el temido Salto del Duende, ubicado en el mismo cañón del Chicamocha.
Como si de desafiar la gravedad se hubiese tratado, la atleta extrema, Susana Castilla, logró llevar a cabo uno de sus sueños más grandes: atravesar a pie en una cuerda floja que se extendía sobre el vertiginoso abismo de Pila Honda, una de las zonas más sobrecogedoras del cañón del Chicamocha.
La cuerda que la condujo de un lado a otro de la cascada medía alrededor de 320 metros, en los que la santandereana estuvo suspendida, con tan solo un arnés de seguridad, a 300 metros de altura.
En el video, que se hizo viral en redes sociales, se logra apreciar como Susana Castilla se ve diminuta, caminando por el aire entre dos montañas en medio del imponente cañón del Chicamocha. Su determinación fue su única compañía. Castilla, descalza y con un vestido largo, danzando en el aire, como si fuera una bailarina confiada en su propio escenario, enfrentó los caprichos del viento que amenazaban con desequilibrarla en cualquier instante; y a pesar de las condiciones climáticas adversas, la deportista logró mantener el equilibrio y avanzar a lo largo de la cuerda, cautivando la atención de todos los espectadores, hasta conseguir su objetivo.
El sorprendente acto fue llevado a cabo en el municipio de Los Santos, en el departamento de Santander, y se ha convertido en un fenómeno viral gracias al video compartido en las redes sociales de la deportista colombiana. En su publicación de Instagram, Castilla manifestó su gratitud por los mensajes de apoyo y felicitaciones que ha recibido por su proeza, demostrando que con determinación y valentía, es posible superar incluso los desafíos más extremos.
Luego de ejecutar su impactante hazaña, la atleta aprovechó la oportunidad para invitar a los turistas a descubrir esta maravilla santandereana y dijo, “vengan a conocer el cañón del Chicamocha, una joya natural que nos regala Colombia”.
¿Quién es Susana Castilla?
Susana Castilla nació en Bucaramanga y es profesional en Diseño Industrial de la Universidad Industrial de Santander, quien adquirió una irrevocable pasión por los deportes extremos.
Esta pasión surgió hace ya varios años, cuando mientras estudiaba su carrera se cuestionó si de eso iba a vivir el resto de su vida, así que en medio de los muchos planes que puede llegar a tener una joven universitaria, que además es amante de la fotografía, se encontró con unos jóvenes que estaban haciendo Slackline, la versión del deporte en el que la línea se pone a una altura menor a 20 metros y se interesó bastante por ello.
Después de tomarles fotos, se acercó con el único propósito de aprender. El dueño de la línea aceptó con gusto, creyendo que Susana también tenía un interés por él, sin embargo, cuando ella le hizo caer en cuenta del error, él recogió la línea, se fue, y no la volvió a dejar practicar.
Fue entonces cuando, en su interior, se despertaron las ansias por practicar un deporte desconocido y la rabia del momento vivido, lo que la llevaron a buscar por cielo y tierra cómo hacerlo por su cuenta. Y la vida le sonrió, pues un amigo suyo tenía una cinta. Juntos, fueron a la finca del papá del amigo, y allá la extendieron en medio de dos árboles.
Aprendió rápido, como si hubiera nacido para ello. Junto a su pareja del momento, compraron una cinta y siguió practicando. Terminaron, pero ella compró otra cinta más y la fiebre la continuó con su nueva pareja. De ahí en adelante, se forjó una especie de red en la que cada uno, por aparte y por placer, invitaba a otros a disfrutar del deporte.
“En octavo semestre quería dejarlo todo e irme a un semáforo a vivir del slackline”, recuerda, burlándose de ella misma por ese pensamiento ingenuo que le provocó su amor por caminar en la línea. Pero no lo hizo y se graduó como diseñadora, según lo señaló el medio, Radio Nacional.
En 2019 fue capaz de dar sus primeros pasos sobre la línea a 90 metros de altura. Lo logró en Suesca, Cundinamarca, dejando en el retrovisor cuatro años de miles de intentos, caídas por doquier y una infinidad de moretones en sus piernas.
Desde entonces, su escenario ha sido cualquier peñasco en América del Sur que cumpla las condiciones mínimas de seguridad para extender una línea. En el 2022, recorrió la vía Panamericana. Luego fue en camioneta hasta la Patagonia y subiendo hacia Colombia, también extendió y caminó sobre líneas en Argentina, Chile, Perú y Ecuador. A grandes rasgos, Castilla recorrió toda la cordillera de Los Andes, hasta llegar a su natal Santander.
“Regresé enamoradísima del Cañón del Chicamocha. Amé todo lo que viví, pero escenarios como el Cañón, no hay ni siquiera en Colombia”, dijo al medio citado con gran emoción.
Ese reconocimiento a la montaña más importante en Santander le avivó el sueño que traía desde hace tres años: cruzar en línea El salto del duende.