Ana María Castañeda
Ana María Castañeda, senadora de Cambio Radical. | Foto: CORTESÍA

POLÍTICA

“Hicimos historia y tendremos paridad de género en las listas”: Ana María Castañeda

La senadora fue una de las autoras de una proposición que quedó establecida en el nuevo Código Electoral y que marca un hito en la historia de la lucha de los derechos de las mujeres en la participación política. En entrevista con SEMANA dio detalles de este logro.

17 de diciembre de 2020

Hace unas semanas el Congreso dio un paso histórico: en medio de los debates de la reforma al Código Electoral se aprobó que el 50 % de las listas de los partidos queden conformadas por mujeres, con el fin de que más candidatas puedan llegar a ser elegidas e incrementar este porcentaje. Actualmente solo el 19,7 % del Congreso son mujeres.

Sin embargo, en las últimas horas la discusión se alcanzó a enredar y se revivió el debate por algunas proposiciones en el mismo sentido. Finalmente, el nuevo Código Electoral fue aprobado y con ello las listas paritarias de mínimo el 50 % para cargos de elección popular y el 30 % en corporaciones que cuenten con menos de cinco curules.

Este logro fue impulsado por la senadora Ana María Castañeda y el representante César Lorduy, ambos de Cambio Radical. En entrevista con SEMANA, Castañeda habló de este avance que tuvo en el Congreso y lo que falta para tener una verdadera igualdad entre hombres y mujeres en la política.

SEMANA: ¿Cómo se siente con la aprobación del proyecto y con ello la de la paridad del 50 % en las listas?

Ana María Castañeda (A.C.): La verdad es que fue emocionante el momento, vivirlo, no te imaginas. Después de la ley de cuotas en 2011 hasta hoy se habían hecho innumerables intentos por alcanzar esto que logramos ayer. Entonces te puedes imaginar la felicidad, la emoción. Definitivamente es una conquista en temas de derechos sin precedentes en la historia de nuestro país. Por supuesto que nos toca seguir trabajando para poder lograr la equidad y la paridad real en temas de elegibilidad, pero ya esto marca un hito, y el objetivo también es que los partidos políticos puedan actuar de manera diferente con los liderazgos femeninos, que le inviertan, porque hay presupuesto, pero siempre es subvalorado el papel de la mujer y toca todo a la fuerza. Estas acciones van a hacer que los partidos sí o sí inviertan lo que han dejado de invertir durante todo este tiempo en estos momentos para que pueda llegar a las bases, a los territorios, para tener mayor capacitación en todas estas mujeres lideresas, de comunidades y que empiecen a hacer esos ejercicios políticos que a diario lo realizan en sus comunidades.

SEMANA: ¿Qué tipo de leyes cree que faltarían en ese sentido? ¿Cuál sería el siguiente paso?

A.C.: Tendremos que trabajar para una reforma electoral que debe tener un contenido muy profundo, un debate más extenso sobre lo que viene y que toca un tema más interno de partidos. A partir de esa reforma se tendrían que ajustar muchos temas que hoy son débiles en nuestro país y para nuestra democracia y que es obligatorio abordarlos ya. El tema de alternancia, por ejemplo, la lista cremallera para poder asegurar la elegibilidad de las mujeres en nuestro país. Estoy segura de que apenas retomemos en marzo va a ser un tema obligado en el cual estaremos al frente trabajando.

Pero como decía, esta proposición que aprobamos establece un avance muy significativo para lograr que los partidos actúen de modo más razonable y le puedan apostar a esos liderazgos femeninos para poner ese foco en las mujeres de Colombia, porque a pesar de que hemos avanzado, la mujer todavía soporta notables niveles de inequidad, de desigualdad y todo esto afecta para poder realizarlos, gozar efectivamente de nuestros derechos. Y es parte de toda esa supremacía masculina que todavía está enquistada en nuestra sociedad. Este paso nos quita una gran capa de encima en temas de reivindicación, de imposiciones que por décadas han tenido las mujeres, y nos pone también grandes retos, porque nos toca hacer trabajo fuerte de base para poder tener muchas más mujeres en el escenario político.

SEMANA: ¿Con este avance se siente parte de la historia de las mujeres políticas que han contribuido a una mayor igualdad?

A.C.: Sin duda. Ya hicimos historia: hoy ya hay un capítulo nuevo que se llama paridad en las listas. 50/50 mínimo, porque la paridad como quedó aprobada es un mínimo, mas no un máximo. Mínimo 50 % de mujeres en las listas. En la historia política de la representación de las mujeres en el país tenemos el derecho al voto, que lo pudimos ejercer el 1.° de diciembre del 57; después, en 2000 hablamos de Ley de Cuotas, pero no para cargos de elección popular, y en 2011 le tocó el turno a Ley de Cuotas ya para participación política, que fue cuando se logró ese 30 % para las listas de más de cinco curules.

Ana María Castañeda
Ana María Castañeda | Foto: CORTESÍA

SEMANA: Un punto clave de lo que se aprobó fue que además se aplicará el 30 % de cuota de género en espacios donde haya menos de cinco escaños, ¿de qué trata esto y por qué es importante?

A.C.: Ese punto es de gran relevancia porque aparte de que se logró la paridad para las listas de más de cinco curules con la proposición que yo presenté, logramos que esas listas de menos de cinco, que son muchísimas en el país, históricamente nunca se había aplicado la cuota de género porque ni siquiera en 2011 los cobijaba. Entonces, ese también es un paso importante, porque aquí van a tener más representación las mujeres de diferentes etnias, las afro, departamentos como Chocó, La Guajira, el mismo departamento de Sucre. Es un paso histórico porque se hace justicia también con las regiones, con los territorios, con las minorías que puedan ser tenidas en cuenta las mujeres en estas inscripciones de listas donde se eligen menos de cinco espacios.

SEMANA: Ayer se revivió la discusión y algunos alertaron que podría estar en riesgo el artículo, ¿qué fue lo que pasó?

A.C.: Creo que algunos senadores malinterpretaron y empezaron a hablar del tema de elegibilidad. Mi artículo apunta a la participación, es netamente para la participación de las listas. Y muchos se desviaron del debate hablando del número de mujeres que debían ser elegidas. Entonces hablaron de una proposición del senador (Roy) Barreras y del senador Temístocles (Ortega) donde se pedía garantizar la elección del 50 % de mujeres correspondiente del mayor al menor número de votación. Pero de eso no trata el artículo 81. Ese no es el tema que estamos tratando en el artículo de paridad, que es el de conformación de listas.

SEMANA: ¿Qué opina de esa proposición de Barreras y Ortega?

A.C.: Por supuesto que la apoyo, que ese es el lenguaje que necesitamos y con el que debe sintonizarse el país. El Congreso necesita aprobar ese tipo de artículos y qué bueno que sea de voces de senadores hombres que la traigan y la pongan en el debate, pero evidentemente no cabía en el artículo que estamos tratando porque es de elegibilidad, y el artículo es de la conformación solamente de las listas. Causó temor, había posturas encontradas que alertaban que podíamos perder todo lo ganado hasta ese momento. Entonces, no quisimos arriesgarnos, tampoco era justo incumplir “acuerdos” del debate y que se salían del artículo de paridad. Pero eso sí es un debate que está pendiente, que se tiene que dar y ojalá sea muy pronto.

SEMANA: ¿Qué propuestas cree que verdaderamente equilibrarían la balanza y generarían una mayor paridad de género en la política?

A.C.: Por supuesto que es con ese tipo de acciones afirmativas. Si estamos hablando de equidad, debería asegurarse ese ingreso del 50 % en cargos de elección popular. Hoy con lo que aprobamos en cuanto a conformación de listas es un paso, nos garantiza participación, nos garantiza que los partidos políticos empiecen a invertir en liderazgos femeninos, pero no nos garantiza ser elegidos. Nos garantiza aumentar nuestra participación y, por ende, por ahí puede abrirse o puede haber una luz para aumentar ese porcentaje en representación.

SEMANA: Algunos critican que estas propuestas son “populistas”...

A.C.: Para muchos es populista el tema de garantizar la elección del 50 % en las corporaciones porque consideran que se les puede quitar la oportunidad a los hombres que saquen más votos que las mujeres. Pero si tú analizas, es la verdadera equidad. Ustedes hombres, nosotras mujeres, las mayores votaciones de mujeres entran a ocupar el 50 % y las mayores votaciones de los hombres de igual manera, así tendríamos unas corporaciones paritarias en las próximas elecciones. Si eso no pasa, tendríamos que esperar muchísimos años para que las acciones afirmativas como la participación en listas del 50 % puedan empezar a causar efecto.

Ana María Castañeda
Ana María Castañeda | Foto: CORTESÍA

SEMANA: ¿Qué opina de las listas cremallera y que se elimine el voto preferente?

A.C.: En ese tema cada partido tiene su postura. Para las mujeres es muy positivo el tema de la alternancia en listas cremallera y cerradas, porque ahí vas a asegurar que van a estar elegidas en igual proporción, independientemente del número de votos, de mayor a menor, pero van a estar el 50 % de mujeres elegidas. Pero eso es un debate que es mucho más profundo por el tema de partidos, de cómo se escogen esas listas. Ya ahí hablamos del manejo del lapicero del tema interno. Entonces tendríamos que entrar a mirar cómo es esa escogencia internamente, cómo se da. Ahí también hay unos riesgos.

SEMANA: Los críticos de este tipo de medidas también dicen que pueden generar que los partidos incluyan personas solo para cumplir esos requisitos, ¿usted qué opina?

A.C.: Así como meten a mujeres de relleno meten a hombres. Entonces, mientras sigan esos distractores y mientras no se cambie la concepción y esos sofismas de distracción, van a seguir en el ambiente. Lo que sí necesitamos, y que hay que hacer, es un trabajo muy muy fuerte desde lo local para esos liderazgos femeninos que sí existen, que sí hay. No hay evidencia de que las mujeres no quieran participar en política; al contrario, como yo lo he expresado: en lo local y en las comunidades las mujeres son las que más hacen trabajo social y político; pero sí es un tema que también hay que complementarlo con la economía del cuidado, el poder balancear las tareas del hogar, tener más tiempo para funciones, para realizarse, para emprender, no solamente en lo político, sino cualquier tipo de educación, profesión o gusto que tienen las mujeres, que se han visto siempre trancadas por la carga histórica de las labores del hogar que tiene la mujer encima.

SEMANA: ¿La lucha por la paridad y la lucha de las mujeres seguirá siendo una de sus banderas políticas?

A.C.: Claro que sí. Es una bandera que desde el día uno la estoy sosteniendo y con mucho orgullo. Todo lo que pueda hacer por lograr este tipo de acciones afirmativas que contribuyan a la realización y a la visibilización del trabajo de la mujer van a estar en mi agenda todos los días. Los derechos de las mujeres son un asunto de todos y la participación es un asunto estructural en nuestra democracia. Entonces, tenemos que garantizar la inclusión, la representación, y más de estos grupos, entre ellos el de mujeres, discapacitados, que han estado históricamente relegados. Seguiré trabajando todos los temas que fortalezcan a la mujer, porque nosotras hace 62 años pudimos votar, pero los hombres nos llevan mucha ventaja en ese punto. No hemos podido contrarrestar eso en más de cien años de ventaja desde el derecho al voto y de ahí en adelante te puedes imaginar todos los problemas estructurales en cuanto a rezagos que tenemos como mujeres para poder disfrutar nuestros derechos. Esta es la bandera que me identifica y que seguiré trabajando.