NACIÓN

Hijas del coronel Aldana permanecerán con su abuela materna

Bienestar Familiar autorizó para que las dos hijas de Érika Yeneris, asesinada aparentemente por su esposo, el ex comandante de la Policía del Tolima, permanezcan con su abuela durante un mes, en Sincelejo.

30 de diciembre de 2009

Tres meses después del brutal asesinato de Érika Cecilia Yeneris en Ibagué, presuntamente a manos de su esposo el coronel (r) José Joaquín Aldana, la dramática historia de esta familia no para. Ahora, la lucha de la familia de Érika por la custodia de sus dos nietas apenas comienza, ya que por el momento ese derecho lo tiene la familia del ex policía, quien está preso en Zipaquirá acusado de la muerte de su esposa a comienzos del pasado septiembre, presuntamente por celos.

Enid Gutiérrez, la mamá de Érika, reside en Sincelejo con su familia. Este martes recibió la buena noticia de que, durante casi un mes, podrá llevarse a sus dos nietas de siete y once años para su casa por la temporada de vacaciones y deberá regresarlas el 28 de enero para que comiencen nuevamente a estudiar.

La decisión la tomó una defensora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, luego de una audiencia de conciliación en la que se reunieron las familias de ambos esposos para determinar quién se podrá quedar con las niñas. Allí se le pidió a la madre de Érika ceder la custodia, pero ésta se negó a hacerlo, así que el caso pasará a manos de un juez de familia en Bogotá.

"Con ellas me siento como si tuviera a Érika conmigo, voy a luchar para obtener la custodia total de las niñas, yo tengo el modo para velar por ellas y para que no les falte absolutamente nada, además sería muy bueno que estudiaran lejos de todos estos problemas que se han generado con la muerte de Érika", dijo la abuela al diario El Nuevo Día de Ibagué.

Esta es la primera buena noticia en medio de las macabras revelaciones de la Fiscalía durate el juicio del coronel Aldana. Todo indica que, por celos, el oficial retirado de la Policía espiaba su esposa y un día, se cree que el 8 de septiembre, la mató él mismo en su casa de la capital del Tolima. La despedazó cuando aún estaba viva y esparció luego sus restos entre Ibagué y el municipio de Alvarado.  

Tanto él como su defensa han negado insistentemente estas acusaciones. Sus abogados han defendido técnicamente la incapacidad física del coronel Aldana para cometer semejante acto tan brutal. Sin embargo, las contradictorias versiones de las niñas, entrevistadas por sicólogos, indican que por ejemplo, Aldana las manipuló para no ser delatado, ya que las pequeñas dormían mientras él presuntamente estaba matando a su esposa.

La decisión final del juez en este caso se conocerá a comienzos del próximo año, muy seguramente, antes de que se conozca la del juez de familia, que tendrá que definir la suerte de las hermanas Aldana Yeneris.