ANIVERSARIO

Sentido y controvertido homenaje de las FARC a Alfonso Cano

A los cinco años de su muerte en un operativo del Ejército, los líderes de esa guerrilla critican una de las estrategias de inteligencia militar más recordadas por los colombianos.

4 de noviembre de 2016
| Foto: AP Photo / Scott Dalton

“A cinco años del asesinato de Alfonso Cano, depositamos en su tumba, como un manojo de rosas blancas, el acuerdo de paz”, así comenzó el día en Twitter de Iván Márquez. Como él, muchos voceros de la guerrilla recuerdan hoy a quien fue el dirigente de esa organización guerrillera, abatido por el Ejército hace cinco años.

La operación en su momento fue uno de los más grandes golpes militares que el Estado les propinó a las FARC. El resultado se produjo luego de meses de una cuidadosa estrategia de infiltración en las bases guerrilleras, y el operativo desplegó la mayor capacidad del Ejército en ese entonces.

Sin embargo, ese éxito militar no estuvo exento de polémica. Las FARC siempre han resentido las condiciones en que se dio la muerte de su líder. En primer lugar, porque en ese momento ya existían los primeros acercamientos para el diálogo con el grupo guerrillero y se había definido la delegación para la fase secreta.

Por otro lado, los guerrilleros alegan que no se respetaron las reglas de la guerra, pues Cano habría muerto fuera del combate. Se cree que después de los bombardeos, el líder de las FARC sobrevivió escondido durante casi 11 horas detrás de un matorral. Su cuerpo fue encontrado con varios impactos de bala y muy lejos de su fusil y sus gafas.

El arzobispo de Cali, Darío Monsalve, dijo a propósito de ese episodio que a Cano “no le preservaron la vida… ¿por qué no lo capturaron si tenían toda la tecnología y mil hombres encima?” Sus declaraciones encendieron en ese entonces una enorme polémica.

Márquez ha reflejado en sus trinos, cinco años después, ese malestar. “11/04/11 Se profirió la orden oficial de fusilar en indefensión a Alfonso Cano, artífice del actual proceso de paz”, escribió.

Los perfiles de las FARC en redes sociales se han dedicado a recordar la vida del líder guerrillero. “El camarada Alfonso Cano se preocupaba especialmente por la formación ideológica y política del personal”, “El camarada Alfonso Cano era un hombre muy sensible, preocupado sinceramente por los demás, por sus tropas”.

“Su recuerdo siempre nos acompañará y su ejemplo se mantiene vivo estimulándonos día a día en la búsqueda de la #PazConJusticiaSocial”, agregó Rodrigo Londoño.  

Así fue el operativo

SEMANA registró en ese momento los detalles de esa operación. “El 4 de noviembre del 2011, a las 7 de la mañana, cuatro aviones Super Tucano de la FAC despegaron desde la base Marco Fidel Suárez rumbo al campamento; 25 minutos más tarde soltaron la primera tanda de ocho bombas de 500 libras.

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En ese primer bombardeo murió alias el ‘Zorro‘, quien durante 14 años fue el radio operador de Cano. También cayó Patricia, la compañera sentimental del jefe de las FARC.

Minutos más tarde, hacia las 8 de la mañana, más de una docena de helicópteros Black Hawk que transportaban miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército que hacen parte del Cecoe sobrevolaban el lugar.

Se supo que los militares descendieron por sogas y formaron un cerco alrededor del campamento. Guerrilleros del frente 6 que hacían parte del anillo exterior empezaron a repeler el ataque con fuego nutrido. Dos helicópteros recibieron disparos de una ametralladora calibre punto 50. La intensa balacera hizo imposible que en un primer momento los militares llegaran hasta el corazón de donde se refugiaba Cano.

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Fue necesario solicitar un segundo bombardeo. Cuando terminó, hubo unos minutos de silencio y los militares que estaban más cerca del campamento se apresuraron a copar el lugar. Allí encontraron esparcidos los cuerpos de nueve subversivos. Para su sorpresa también hallaron con vida a alias el Indio Efraín, uno de los hombres de seguridad de Cano.

Esparcidos en el lugar los uniformados encontraron siete computadores, 39 USB y 24 discos duros, una ametralladora punto 50, una ametralladora M60, 194 millones de pesos, dólares, euros y otras monedas extranjeras. Mientras los militares que se encontraban en los anillos exteriores se trenzaban en una violenta balacera que duró varias horas, sus camaradas que estaban en el campamento buscaban afanosamente a Cano.

En un rincón encontraron sus gafas, sus botas, su billetera y algo de su ropa. Cuatro cuerpos más aparecieron, pero no había rastro del comandante de las FARC. Hacia el mediodía emprendieron una búsqueda más organizada y minuciosa. En una de las pocas partes planas del lugar, un soldado vio un cuerpo sin vida con varios impactos de bala. El capturado Indio Efraín les confirmó a los militares que se trataba de Cano.

Al comienzo dudaron, pues se trataba de un hombre sin la reconocida y nutrida barba de Cano. Hacia las 4 de la tarde, cuando los combates amainaron, los militares lograron sacar el cuerpo en un helicóptero hasta el municipio de Suárez, en donde habían instalado uno de los puestos de mando de la operación. Hasta ese momento no había certeza de que se tratara de Cano. Hacia las 7 de la noche, el cuerpo fue transportado hacia Popayán, en donde esperaba la comisión del CTI. Tras los cotejos dactilares de rigor, los peritos confirmaron que efectivamente se trataba del comandante de las FARC. Una cacería de más de tres años y una operación de más de dos meses habían culminado con la muerte del máximo comandante de las FARC”.

¿Quién era Alfonso Cano?

Guillermo León Sáenz Vargas era hijo de una profesora y un agrónomo, y junto a sus seis hermanos se crió en un ambiente de una familia de izquierda de clase media alta. Fue hincha de Millonarios, fumador empedernido, escueto en intervenciones y de actitud recelosa.

Sus acercamientos con la guerrilla surgieron tras una activa militancia en la Juventud Comunista (JUCO). A mediados de los años 70, ‘Cano‘ empezó a trabajar directamente con las FARC.  En 1981, los organismos de seguridad le seguían la pista y cuando allanaron su apartamento encontraron cerca de 50.000 dólares, algunos falsos. Fue a dar a la cárcel La Modelo, pero en 1982 salió libre gracias a la amnistía del gobierno de Belisario Betancur.

Duró poco tiempo en Bogotá antes de decidir, de una vez y para siempre, quedarse en las montañas como guerrillero. No tuvo que hacer carrera en ningún frente, ni someterse a combates con el Ejército. Llegó directamente a Casa Verde, el campamento de los jefes de las FARC, que estaba ubicado en Uribe, Meta.
 
Su ascendencia en las FARC en gran medida se debió a su cercanía con el ideólogo de la guerrilla Jacobo Arenas, cuando este buscó sacar adelante la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB). Tras la muerte de Arenas en 1990, ‘Cano‘ llegó al Secretariado, la máxima instancia de la organización guerrillera.

‘Cano‘ encarnó la llegada de una nueva generación al Secretariado de las FARC. La que se formó en la Juventud Comunista, inspirada en el paradigma de la cortina de hierroy en el marxismo-leninismo. Era de una generación muy diferente a la de campesinos empíricos y rebeldes de Marquetalia que lideró durante años a las FARC y cuya concepción del mundo pasaba por la problemática rural.
 
En marzo del año 2008, tras la muerte por causas naturales del fundador de las FARC, Pedro Antonio Marín, alias ‘Manuel Marulanda’ o ‘Tirofijo’, ‘Cano’ se conviritió en el jefe máximo de esta guerrilla.
 
Sobre él existían cerca de 200 órdenes de captura proferidas por fiscales de las unidades nacionales de derechos humanos, antiterrorismo y antisecuestro, como por fiscales de Meta, Tolima, Huila, Caquetá, Putumayo y Cundinamarca.

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