Nación
Hostigamiento, robos y un caso de abuso sexual, lo que padecieron los pobladores de Tierralta, Córdoba, por cuenta de soldados del Ejército
Con armas de largo y corto alcance, los soldados del Ejército Nacional intimidaron a la comunidad. Además de las amenazas, una mujer indígena habría sido abusada sexualmente.
La vereda Bocas del Manso Camino, en el municipio de Tierralta, sur de Córdoba, se convirtió en el escenario de un acto violento contra la población civil que ha conmocionado a toda la comunidad. Un grupo de uniformados del Ejército Nacional llegó al lugar y, en un acto indiscriminado, comenzó a intimidar a los campesinos, incluyendo mujeres con bebés en brazos, mientras niños presenciaban la escalada de violencia.
La situación alcanzó su punto más álgido cuando las víctimas lograron capturar los terribles sucesos en un impactante video que ha generado indignación y rechazo a nivel nacional. En la grabación, cuya duración es de cuatro minutos y 14 segundos, se puede observar cómo los uniformados, al parecer, del Batallón de Infantería n.° 33 de la Décima Primera Brigada maltratan verbalmente a los habitantes de la vereda, amenazando con dispararles y poniendo sus armas directamente en las cabezas de algunos de ellos. De acuerdo con la comunidad, se habrían hecho pasar por disidentes de las Farc.
Los hechos ocurrieron, según relató la comunidad, sobre el mediodía del 11 de septiembre de 2023. “Eran las 12:40 p. m. cuando llegaron diez presuntos miembros del Ejército a la vereda Bocas del Manso Camino, haciéndose pasar por disidencias de las Farc. Sin embargo, traían prendas de militar que develaban que hacían parte del Batallón Junín, que es el que está presente en la zona”, se lee en el relato que rindieron líderes de la comunidad ante la Personería del municipio y que conoció SEMANA.
Militares habrían abusado a una mujer indígena
Todo parece indicar que eran diez los uniformados, tres tendrían su rostro cubierto con pasamontañas. “Primero llegaron a la casa de una mujer embera katío, manifestándole que si dentro de su casa hallaban prendas militares, armas, municiones, sería llevada a la ciudad de Montería, a instalaciones del batallón Junín en helicóptero; luego procedieron a abusar sexualmente de ella y amenazaron a un adulto mayor, de la tercera edad, que se encontraba con ella”, relataron.
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De acuerdo con relatos de los testigos, los uniformados habrían forzado a los habitantes a abandonar sus hogares, incluyendo a niños, mujeres y adultos mayores, a quienes también les habrían ordenado que se acostaran en el suelo durante aproximadamente tres horas. Además, le habrían exigido al profesor de la escuela Bocas del Manso que recopilara información de todos los presentes en la comunidad, llevándose consigo la lista con los datos de los residentes.
“De ese grupo de personas, sacaron a cinco a quienes golpearon y maltrataron; a una mujer en estado de embarazo la intentaron ahorcar, e intimidaron con disparos a todos. Poseemos un casquillo expulsado por sus armas en medio el hostigamiento”, aseguró uno de los testigos, que entregó su versión ante la Personería.
Antes de partir, afirman que trasladaron al líder de la junta de acción comunal y al profesor a una ubicación distante de aproximadamente dos hectáreas del centro de la vereda. Allí, los obligaron a tumbarse en el suelo, apuntándoles con sus fusiles o armas de largo alcance, profiriendo insultos groseros y advirtiéndoles que si se levantaban antes de transcurrir media hora, enfrentarían la amenaza de ser asesinados.
Los soldados habrían robado pertenencias de la comunidad
En la narración de los hechos realizada por miembros de la comunidad, coinciden al afirmar que los militares sustrajeron objetos como ropa, bolsos, productos de higiene personal, dinero en efectivo, joyas y también llevaron a cabo saqueos en las tiendas de alimentos.
Cuando se retiraron del lugar, sostuvieron, se dirigieron hacia una dirección que llevaba al punto donde la comunidad tenía conocimiento de la presencia del Ejército Nacional desde hace cinco días.
Se destacó que algunos de estos individuos, que no ocultaron sus rostros, fueron identificados por personas de la comunidad Bocas del Manso, ya que previamente se habían presentado como miembros del Ejército Nacional, llevando consigo sus uniformes y equipo militar correspondiente.
Ejército se pronunció sobre lo ocurrido
El comando de la Séptima División emitió un comunicado, este 13 de septiembre, en el que confirmó que, una vez que tuvo conocimiento de la información, despachó de inmediato una comisión de inspección y está actualmente examinando los procedimientos y actuaciones llevados a cabo por la unidad militar involucrada.
De igual forma, sobre lo ocurrido, el general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, le confirmó a SEMANA que la comisión inspectora fue enviada para hacer las averiguaciones y determinar, si es o no, que haya habido participación integrantes del Ejército.
“En este momento es objeto de investigación. Una vez conocidos los hechos, se ordenó a la Inspección General del Comando General de las Fuerzas Militares enviar una comisión inspectora para hacer las averiguaciones y determinar, si es o no, que haya habido participación directa de integrantes del Ejército Nacional en esta actividad organizada allá sobre el sector del Manso, del municipio de Tierra Alta, donde, digamos, se atentó contra la unidad de la población civil”, aseguró el general Giraldo.
Y agregó: “Aquí no vamos a esconder absolutamente nada porque aquí priman los principios institucionales, porque aquí prima el honor militar. Y no vamos a permitir que se pisotee ese honor militar por hechos aislados, que son ajenos a la voluntad institucional. No vamos a permitir que ese gran trabajo que hacen miles de hombres y mujeres a diario, arriesgando su vida en el cumplimiento de su deber, cumplimiento de la Constitución y la ley, por un puñado se vea pisoteado”.
Fiscalía, Procuraduría y Defensoría tomaron acciones
El incidente ha desencadenado un fuerte repudio, y las autoridades han comenzado a tomar medidas para investigar y esclarecer lo sucedido. Este acto de violencia indiscriminada contra la población civil plantea preocupaciones sobre la seguridad en la región y la necesidad de garantizar el respeto a los derechos humanos.
Por su parte, la Fiscalía General anunció que conformó un equipo de fiscales e investigadores de la Dirección Nacional de Derechos Humanos para que viajen a Tierralta e indaguen sobre lo acontecido.
“A raíz de los videos que están circulando por redes sociales en los que se ve a hombres armados intimidando a la población civil, en un caserío en Tierralta, Córdoba, la Fiscalía General de la Nación conformó un equipo de fiscales e investigadores de la Dirección Nacional de Derechos Humanos, quienes iniciaron los actos urgentes y harán presencia en el territorio”, dijo la entidad a través de X (antiguo Twitter).
De su parte, una comisión disciplinaria extraordinaria de la Procuraduría General se trasladó de manera urgente al municipio cordobense, para investigar los hechos violentos que padeció la comunidad.
El defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, por su lado, expresó su enérgica condena ante la denuncia de abuso sexual perpetrado, al parecer, por los soldados. Camargo Assis hizo un llamado urgente a las autoridades civiles y militares para que aceleren las investigaciones pertinentes en relación con lo ocurrido en Tierralta. Por consiguiente, enfatizó la necesidad de que las autoridades esclarezcan rápidamente esta situación y garanticen la seguridad de la población.
“Resulta muy grave que, además de los hechos de amenazas e intimidaciones, los líderes de la comunidad también denuncian un hecho de abuso sexual cometido contra una mujer indígena. Por lo tanto, las autoridades deben esclarecer esta situación a la brevedad y garantizar la seguridad para la población”, señaló Camargo Assis.