“No se nace siendo mujer”: la frase que quiere explicar De la Calle

El domingo, quienes leían las páginas de opinión del periódico El Tiempo se encontraron con una columna algo inusual. En esta, el jefe del equipo negociador con las FARC, Humberto de la Calle, explicaba el significado de uno de los temas que se han vuelto más polémicos de los acuerdos de paz: el enfoque de género.

El jurista hizo precisiones importantes sobre el objetivo de tener esta perspectiva en el proceso con esa guerrilla. “De manera falsa se ha venido difundiendo la información de que el Acuerdo de La Habana contiene elementos de la llamada ideología de género. No es cierto. Se trata de una maniobra para atacar el Acuerdo como un todo”, comenzó su artículo. Sin embargo, al final de su columna le dedicó un largo espacio a aclarar un malentendido. “circula en redes sociales una intervención mía sobre este tema, la cual ha sido recortada y malinterpretada”, escribió.

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De la Calle no quiso mencionar en su texto la forma como se ha difundido ese mensaje. Pero sus quejas tienen nombre y apellido: Alejandro Ordóñez. El exprocurador, días antes de que se votara el plebiscito, lanzó un video con ese polémico tema.

Ordóñez cita una declaración de Humberto de la Calle en la presentación del acuerdo de género para demostrar el supuesto interés del Gobierno en implantar la ideolgía de género. Ese día el jefe negociador parafraseó a la escritora francesa Simone de Beauvoir, quien dijo que “no se nace siendo mujer, sino que se llega a serlo”. De la Calle agregó que “no se nace siendo hombre, pero se llega a serlo”. La presentación del jurista se ha reproducido una y otra vez intentando relacionar sus palabras con el debate que generaron las cartillas de las Naciones Unidas contratadas por el ministerio de Educación, que decían algo similar.

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De la Calle explica en su columna que “mis expresiones incluyeron una cita literaria, cuyo propósito no era desconocer realidades anatómicas y fisiológicas de hombres y mujeres. No cometería esa tontería. El propósito era señalar que el papel asignado a ellos, si bien parte de realidades genéticas, se alimenta también de patrones sociales. De allí surge el machismo, por ejemplo, que ha menospreciado el papel de la mujer y ha dificultado su desarrollo pleno”.

De la Calle presentó en su columna una serie de argumentos que demuestran que su intervención no tiene que ver con la polémica que se ha generado. Aclaró que lo que hizo el acuerdo fue "adoptar un enfoque de género que tuviera en cuenta las diferencias en las consecuencias dañinas del conflicto, reconociendo que la mujer ha sufrido un impacto enorme, no sólo como víctima directa de graves crímenes, la violencia sexual entre ellos, sino también en su condición de hija, madre, esposa y, en muchos casos, responsable solitaria de la preservación del hogar”.

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Anotó también que “dentro del amplio marco de la no discriminación, la mención de la comunidad LGBTI busca un compromiso dirigido a evitar el gueto cultural que han padecido, en menoscabo de derechos fundamentales a toda persona” y que “el Acuerdo no toca los temas del matrimonio, la familia, las parejas del mismo sexo ni nada de lo que uno pudiera imaginar como ingrediente de la llamada ideología de género”.

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Sobre este último tema agregó que “en cuanto a la población LGBTI, me inspiré en las palabras del papa Francisco: los miembros de la población LGBTI ‘no deben ser objeto de discriminación y deben ser respetados y acompañados espiritualmente’”.